Celebrado el sábado, 17 de agosto de 2019, en el valle de Paredes.
En el extremo sur del occidental concejo asturiano de Valdés se encuentra el valle y parroquia de Paredes, en el que cada tercer sábado de agosto desde el año 1995 –con la excepción de 2017- sus vecinos celebran uno de sus días mágicos, su “Descenso Ecológico del río Esva”, evento festivo y reivindicativo único en el Principado de Asturias.
Del que el sábado, 17 de agosto de 2019, se ha celebrado su vigésima cuarta edición, bajo la organización de la eficiente Asociación de Vecinos del Valle de Paredes, con salida en Agüera y llegada en San Pedro de Paredes, como se viene realizando desde su primera edición.
En la primera de las localidades, a píe del “Centro de interpretación de las hoces del río Esva” ubicado en las antiguas escuelas de la localidad, tuvo lugar la reunión, la inscripción de participantes, el acto oficial con la intervención de autoridades, pregón y la posterior salida de un nuevo Descenso. En la mesa habilitada, tuvo lugar la inscripción de las 267 personas que bajaron el río en todo tipo de artilugios, a los que les entregaron la correspondiente bolsa para recoger la basura.
Con todos los preparativos en marcha, la charanga “Xareu nel ñeru” de Xove, en Gijón, comenzó a animar el final de las inscripciones y los momentos previos al comienzo del acto oficial, como hizo hasta bien entrada la tarde.
En el acto oficial, intervino primeramente María Luisa García -presidenta anfitriona- quien agradeció la alta participación, así como la presencia al alcalde de Valdés y a la pregonera, la cantante Tina Gutiérrez; destacó que el Descenso forma parte de la política de la Asociación de proteger el río y su cauce y recordó que el mismo tiene un carácter lúdico, reivindicativo y de limpieza, pero nunca competitivo.
El alcalde valdesano, Óscar Pérez, que acudía al evento por primera vez en su calidad de regidor, manifestó el honor que significaba representar al consistorio; destacó el potencial medioambiental y turístico del Valle; remarcó el carácter ecológico y festivo del Descenso y su no competitividad; y se comprometió en sacar adelante las necesidades del Valle.
Finalmente la cantante mierense Tina Gutiérrez, que cuenta con varios discos en el mercado y ha dado más de 300 conciertos a nivel regional, nacional e internacional, dio el pregón de la edición. Rememoró su infancia, reconociendo que tuvo algo de Heidi; destacó que las personas quedan marcadas por dónde nacen y se crían; alabó el espíritu, tesón y valentía de los vecinos de Paredes por defender su naturaleza y concluyó cantando la canción “Madre mía es muy urgente” escrita para ella por su amigo Manolo Díaz, autor de otra canción de las que leyó unas estrofas previamente.
A su conclusión, el alcalde y la pregonera, se acercaron al río para cortar la cinta y dar la salida a unos expectantes participantes deseos de enfrentarse al reto de ir recogiendo la basura que se podían encontrar en su descenso hasta San Pedro.Poco a poco se fueron lanzando todos los inscritos al agua con todo tipo de artilugios flotantes, no parando de animar la charanga tanto a ellos como a los espectadores.
Echándose de menos una edición más la participación del Bribón, el carro de bueyes que edición tras edición, hasta la del 2015, era el gran protagonista del Descenso.
Pasadas casi dos horas fueron llegando los primeros participantes al puente Baulanga, en San Pedro, lugar de finalización del descenso, dónde el vicepresidente José Manuel junto a la pregonera, iban imponiendo la medalla a aquellos que lo hacían portando la bolsa con contenido de basura, amenizando la llegada la charanga desde el puente.
Un año más no hubo ningún tipo de incidentes ni accidentes y la basura recogida no fue numerosa. El Esva es con diferencia de los ríos más limpios del Principado, y lo que se recoge en su mayoría son –por desgracia- restos de plásticos de silos de embalar la hierba, aunque no deja de haber sorpresas, como la rueda que recogieron una pareja de participantes.
A última hora de la mañana tocaba reponer fuerzas y en el prao de la fiesta, la carpa de la Asociación acogió la comida gentileza de la misma para autoridades, invitados y miembros de la charanga, mientras que los vecinos lo hacían bajo las carpas que habían habilitado durante la mañana.
Concluida la misma, a la sobremesa la presidenta y vicepresidente de la Asociación, demandaron desde el escenario del furgón musical la atención de los romeros. Primeramente se entregó una placa por la colaboración que con la Asociación realiza Autocares Garrido, de Navelgas, personalizado en la figura de su propietario Manolo Garrido, quien intervino para agradecer el reconocimiento que le realizaban.
Seguidamente fue el momento de la entrega del galardón “Nutria” en su segunda edición. Que recayó en la regatista olímpica gijonesa Ángela Pumariega, quien toma el relevo de su compañero y portavoz en el grupo del Partido Popular en el Ayuntamiento de Gijón, Alberto Asenjo, que fue el primero en recibir el mismo. Con este galardón, obra del artista –también gijonés- Alberto Estrada de Cerámica La Guía, la Asociación quiere reconocer los méritos y valores que desde diferentes ámbitos de la sociedad se hace por el cuidado y mantenimiento del medio ambiente. De la que la campeona española y europea en diferentes ediciones y categorías, es un firme exponente al ser la gerente de la empresa familiar dedicada al reciclaje de aceite.
En su intervención agradeció el galardón, a la vez que agradeció las continuas atenciones y reconocimientos que le realizan desde diversos puntos desde la obtención de la medalla de oro en Londres 2012; destacó la importancia del reciclaje en la conservación del medio ambiente, mencionando que un litro de aceite reciclado equivale a mil de agua y valoró altamente el carácter único y diferencial del Descenso.
Concluido el segundo acto del día, la charanga se despidió de la fiesta con sus últimas interpretaciones y bailes, dando paso al “Teclista Luismi” que con sus interpretaciones animó a los romeros a bailar a su son hasta bien entrada la noche primeramente y con la verbena después de la cena.
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