La obesidad es un exceso de acumulación de grasa en el organismo cuya localización puede suponer un factor de riesgo para el desarrollo de ciertas enfermedades. Las personas obesas necesitan de una nutrición especializada para evitar entre otros los problemas cardiovasculares, insuficiencia respiratoria, diabetes, hipertensión arterial, cálculos biliares, etc.

El sobrepeso o la obesidad no solo depende de lo que comemos, sino que también juegan un papel fundamental otros factores como la actividad física, el estrés, la flora bacteriana del intestino, factores socioeconómicos o el entorno que nos rodea. Tomar conciencia de cuáles son los factores que afectan a cada persona resulta fundamental para abordar mejor la prevención y el tratamiento de la obesidad.

Empresas del tipo Herbalife llevan muchos años tratando de concienciar a la población de los problemas que pueden acarrear el sobrepeso y la obesidad. Los productos que nos brindan pueden ayudarnos en nuestra nutrición para reducir peso y llevar una vida mucho más saludable.

Por qué perder peso y para qué

Las personas que se plantean perder peso deben tener muy claro en primer lugar cuáles son los objetivos que pretenden conseguir. Pero a su vez, también deben ser conscientes de para qué quieren perder peso. Los motivos pueden ser numerosos: salud, estéticos, complejos, etc.

Los especialistas recomiendan que cuantos más motivos podamos plantearnos, mayores perspectivas de éxito y más motivos tendremos de alcanzar los objetivos. Por esta razón, resulta fundamental ponerse en manos de un profesional nutricionista, alguien que sea capaz de entender la situación por la que estamos pasando y ofrecer las mejores soluciones y las más adecuadas para cada caso.

A partir de aquí, y una vez que tengamos los objetivos fijados mediante una serie de motivaciones, lo ideal será ir marcándose pequeñas metas. La pérdida de peso es un proceso que en muchas ocasiones resultará largo y laborioso, de ahí que haya que tener paciencia y apoyarse en las expectativas marcadas desde un inicio.

La comida sana y el ejercicio físico

Comer bien y hacer ejercicio son dos de los pilares fundamentales para encontrarnos bien. No obstante, llevar una vida activa no determina que no exista sobrepeso, ya que lo que necesitamos en realidad es buscar el perfecto equilibrio entre nutrición y deporte. La perfecta unión de ambos mejorará la pérdida de peso.

El ejercicio ayuda a restar grasa corporal y mejora la forma física en general y la salud. La combinación de nutrición saludable y deporte hace que disminuya el deterioro de las funciones orgánicas. Pero a su vez consigue una mejora en el estado de salud de los huesos, reduce la tensión arterial y el incremento del gasto calórico y mejora la salud mental.

Para que todos estos resultados sean visibles, hay que realizar al menos 30 minutos de actividad física todos los días. Una práctica habitual y no solo algo excepcional para momentos puntuales en los que se quiera adelgazar, ya que eliminar kilos siempre debe ser un proceso progresivo.

La clave está en gastar más calorías de las que se ingiere. Pero para ello, junto a la práctica deportiva habitual, hay que seguir una dieta adecuada comiendo todo en las proporciones correctas y sin saltarse ninguna comida. Una dieta en la que las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas tengan una presencia fundamental. Sin olvidarnos, por supuesto, de las frutas, verduras y hortalizas, los alimentos que menos engordan y que además ofrecen un elevado aporte de vitaminas, minerales y fibra.

La dieta para perder peso mientras se realiza ejercicio físico ha de ser muy variada. Si se hace deporte, lo ideal es comer más veces (al menos cinco al día), pero en cantidades moderadas, evitando en todo momento los atracones. Y en cuanto al deporte a realizar, lo más recomendable es combinar las actividades aeróbicas con las de fuerza. La variedad en los ejercicios da mejores resultados que si nos centramos en una sola práctica deportiva.

Por último, habría que hacer especial hincapié en la hidratación. El agua es un componente fundamental cuando hablamos de perder peso haciendo deporte y comiendo sano. No en vano, es un elemento que nos ayudará a eliminar grasas y toxinas y que resulta fundamental para recuperar las sales minerales que se suelen perder al llevar a cabo un ejercicio de actividad intensa.

En definitiva, la obesidad y el sobrepeso es un problema que cada vez sufren más personas. Además, las perspectivas a este respecto no son muy halagüeñas para los próximos años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el año 2030 el 58% de los españoles sufrirá de sobrepeso y el 21% de obesidad. Unas cifras que está en nuestras manos cambiarlas trasladando a nuestras vidas un estilo saludable.