"La situación de la seguridad en Irak es extremadamente delicada"

"La situación de la seguridad en Irak es extremadamente delicada"

Cuatro eurodiputados se desplazaron a Irak a finales de abril. Allí se reunieron con el Presidente Talabani y otros líderes políticos de un país que hace frente a diario a importantes retos relacionados con la seguridad. El jefe de la delegación, el eurodiputado conservador británico Struan Stevenson, pide una investigación independiente sobre la masacre perpetrada recientemente en Camp Ashraf, así como una mejor representación de todas las fuerzas políticas en el gobierno del país.

Señor Stevenson, ¿cuál fue el objetivo de la visita a Irak, de la que acaban de volver?


Llevamos dos años pidiendo ir a Irak, y se había rechazado en las dos ocasiones por motivos de seguridad. Seguimos haciendo ruido sobre el tema, porque se nos dejaba sin credibilidad... la primera cosa que te pregunta un visitante que viene de Irak es si has estado allí, y la imposibilidad de dar una respuesta afirmativa mermaba nuestra credibilidad.


¿Cuál es la situación de la seguridad en el país?


Sigue siendo extremadamente delicada. Nos fueron a buscar al aeropuerto con un convoy de vehículos fuertemente armados, blindados y con guardias de seguridad armados en el coche, con subfusiles de asalto y pistolas. Cada media milla teníamos que parar para los controles, y perros policía olfateaban nuestras bolsas y las fuerzas de seguridad miraban debajo del vehículo buscando explosivos.


Al-Qaeda ha cambiado de táctica recientemente, han recibido un gran envío de revólveres con silenciadores. Los terroristas ahora se unen a las filas de coches en los controles, y cuando viene la policía y toca en su ventana para pedir su DNI, abren la ventana y disparan al policía en la cara, donde  no le protege ni el chaleco antibalas ni el casco. Han matado a 81 policías en las últimas dos semanas, así que tanto policías como militares estaban extremadamente nerviosos.


 


Tengo entendido que también fueron a la región autónoma del Kurdistán.


El Kurdistán es completamente distinto. Es una zona muy segura, no sólo porque tengan 100.000 Peshmerga, su propio ejército, que ha sellado la frontera para frenar a cualquier terrorista de Al-Qaeda. La economía crece un diez por ciento anual, tienen mucho petróleo, mucho gas, es un lugar muy dinámico, aunque eso también haya traído algún otro problema. Por ejemplo, la minoría cristiana, que ha sido oprimida y atacada por terroristas en todos los demás lugares de Irak, se ha desplazado, por seguridad, al Kurdistán. Ahora, 12.000 cristianos se refugian en el Kurdistán, pero no tienen casa, ni escuelas, ni atención sanitaria.


Tenemos que ayudar al gobierno kurdo, que hasta ahora ha sido generoso dando abrigo a los cristianos, y también a 20.000 árabes, turcomanos y otras tantas minorías. Y las revueltas en Siria también podrían desplazar a miles de turcos.


¿Qué mensaje político quiere lanzar tras la visita?


En el frente político, el acuerdo que formó el gobierno de unidad nacional no se ha cumplido. Los compromisos incluían dar ministerios clave como defensa, seguridad o interior a algunas de las principales facciones políticas. Hasta ahora no se han cubierto estos puestos, y el Primer Ministro Nouri al-Maliki ha desplazado el poder a su propio despacho. Esto socava todo el concepto de unidad nacional que supuestamente iba a proporcionar este gobierno.


El otro problema que centró nuestras conversaciones la semana pasada fue la masacre del mes pasado en Camp Ashraf. Este parlamento ha aprobado dos grandes resoluciones sobre ello, pidiendo al gobierno iraquí que trate a los 3.400 disidentes iraníes, que no están armados, sin violencia y con humanidad. Llevan veinte años allí. Pero el 8 de abril, cinco divisiones del ejército iraquí atacaron el campo, matando a 35 inocentes.


Fue un crimen internacional, y hemos pedido una investigación completa e independiente sobre las circunstancias que rodearon la masacre. Queremos que se lleve a sus autores ante la justicia internacional.


A largo plazo, estas personas no pueden quedarse en Can Ashraf, que es un territorio soberano iraquí. Somos partidarios de una solución negociada, pero en primer lugar el ejército iraquí debe salir de Ashraf. Estas personas podrían ser repatriadas a los veintisiete Estados miembros, porque muchos de ellos proceden de Europa. El representante personal del Secretario General de la ONU en Bagdad me ha pedido que hable en París con los líderes de los muyaidines que ocupan este campo, para lanzar las negociaciones iniciales. Esta semana voy a París, el miércoles. También queremos que el próximo jueves, el pleno del PE debata una resolución de urgencia.

 


Ha mencionado el papel de Al-Qaeda en Irak. ¿Cómo podría cambiar la situación en el país tras la muerte de Bin Laden?


Su muerte es una buena noticia para el mundo. Era un monstruo, y la muerte de un monstruo tiene que ser bien recibida. Odio la violencia, pero cuando se trata con monstruos es la única forma de actuar: nunca se la iba a capturar con vida. Su muerte es una gran victoria para la libertad y la democracia, y para la gente que piensa en libertad.


Pero no marcará ninguna diferencia. Al-Qaeda es muy activa en Bagdad y otras ciudades de Irak; es como cortar la cabeza de la hidra, cada vez que se corta una, surgen cuatro más.

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