Un experimento dañino

Hasta Lugones va a tener cronista oficial mientras Asturias continúa con el cargo vacante desde que hace ya años falleciera Joaquín Manzanares. Y es que el próximo viernes, 6 de abril, a las 12,00 horas, en el ayuntamiento de Siero el alcalde Angel García "Cepi" hará entrega del título de cronista oficial de Lugones al insigne hijo de la localidad José Antonio Coppen quien desde su más tierna infancia ha luchado por este populoso barrio sierense.

José Antonio Coppen, un buen tipo, ha escrito libros y multitud de artículos en la prensa regional sobre Lugones y sus carencias. Seguro que le hubiera gustado ver un Lugones independiente o en todo caso absorbido por Oviedo, pero, no nos engañemos, ello no es posible. Lugones que cada día crece más combinando industria y residencia, además de las instalaciones deportivas del Real Oviedo, está llamado a ser pieza importante en la futura área metropolitana que ahora nuestros políticos, por fin, quieren poner en marcha dentro del triángulo de Oviedo, Gijón Avilés.

Coppen se merece este gesto y el viernes seguro que un montón de amigos y vecinos estaremos arropándole en el ayuntamiento.

Como siempre los metereólogos no suelen acertar con el tiempo en Asturias. Hoy, viernes, luce el sol pero a estas alturas muchos turistas ya se han ido, espantados por los negros augurios meteorológicos. Tenemos mala prensa, como en tantas otras cosas. En cuanto a partir del próximo lunes retornemos a la normalidad Asturias tiene sobre la mesa el grave problema de Duro Felguera, una empresa privada, centenaria, y cuya mala gestión por parte de sus dirigentes está empujando hacia su desaparición si el gobierno y los bancos no lo remedian. Cuenta en la actualidad con 1.800 trabajadores y sus accionistas principales han comenzado a dar la espantada. Ahora hay un consejo de administración de transición a la espera de que los bancos y alguno que otro grupo inversor pongan la grava para lo que, me lo temía, exigen despidos en la sede de Gijón y en la de Madrid. La Duro Felguera de hoy es menos obrera y más señorita, en el buen sentido de la palabra, que la que hace veinte años sufrió uno de los más importantes conflictos laborales de la historia obrera de Asturias. Hay que recordar el encierro en la Catedral de Oviedo y la visita al entonces arzobispo Gabino Díaz Merchan a quienes los cabecillas con Manuel Sánchez Terán al frente obsequiaron con un gomeru en agradecimiento por su apoyo y condescendencia. Años después incluso fueron a visitarle, ya jubilado, a la Casa Sacerdotal.

Sánchez Terán junto con Juan Manuel Martínez Morala fue un destacado sindicalista en las filas de CCOO, hoy jubilado por enfermedad y dedicándose, tras su afición por el montañismo, a dar clases de patinaje de velocidad. Seguro que en el conflicto que se avecina en la Duro no habrá otro Terán ni otro Morala. Tengo curiosidad de ver la actuación de los sindicatos tradicionales, muy aburguesados, es la verdad.

Los buitres financieros están a la espera de acontecimientos mientras la dirección de Duro encabezada por su presidente Acacio Rodríguez prepara los despidos. No entiendo como Asturias ha dejado caer Duro Felguera. Confió, la verdad, en el consejero de Industria Isaac Pola, de lo mejor del gobierno autonómico.

Recuerdo la última entrevista que leí de Manuel Sánchez Terán hace un año en "El Comercio" y su última frase lapidaria: "Asturias es el experimento más dañino y traicionero que se ha hecho en la España moderna". No va descaminado, no.



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