Asturias adormecida

Artículo dedicado a la memoria de mi querido amigo Juan Manuel Díaz "Juanchi" quien ayer sorpresivamente nos dejó para siempre.

 

Asturias encara el año 2018 adormecida y vacilante en cuanto a su futuro y eso que recuerdo las declaraciones hechas por el todavía presidente de FADE Pedro Luis Fernández el pasado verano cuando decía a los ciudadanos que ya aquí todo iba sobre ruedas y se podía ir a la playa con la sonrisa en la boca.

Lamentablemente no es así. Los indicadores negativos de Asturias continúan aumentando y la prórroga de los presupuestos no contribuirá a mejorar la situación. Y es que el Principado es una región de jubilados con la menor natalidad de Europa y la mayor vejez. Nuestra clase empresarial está en manos de unas pocas multinacionales que debemos de mimar como oro en paño mientras empresas autóctonas se las ven y se las desean para superar la transición familiar de su propiedad. El día 30 de enero precisamente habrá elecciones en la Federación Asturiana de Empresarios con dos candidatos: Bernardino Feito propietario de Asturfeito, que creo es quien va a ganar, y Alejandro Díaz propietario del grupo Baldajos.

El caso es que Asturias ha ido despersonalizándose, perdiendo la propiedad de sus señas de identidad como la banca, los medios de comunicación o el corazón y cerebro del principal grupo financiero, el Masaveu. Cierto que en un mundo en el que cada vez pintan menos las fronteras los movimientos de capital y creación de riqueza son libres de ir y venir, pero también es cierto que una región, además histórica como es la nuestra, debe de mantener en alto su espíritu de superación y bien entendido regionalismo máxime cuando España se ha convertido en un país cuasi federal. Asturias precisamente celebrará este año el 125 aniversario de Covadonga con la casi segura presencia de los Reyes de España y la nada probable del Papa Francisco. A partir de mayo próximo solo quedarán doce meses para unas nuevas elecciones autonómicas y municipales. Convendría una renovación a fondo de nuestra clase política. De momento solo la ha acometido el PSOE con un joven ex alcalde al frente de la FSA, Adrián Barbón, aunque él ha dejado claro que no será el candidato de su partido a la presidencia del Principado. Los esfuerzos del gobierno regional, fracasado su intento de contar con nuevos presupuestos, se centran en pagar los intereses de la deuda bancaria contraída años atrás y en mantener más mal que bien el estado del bienestar.

Lo cierto es que Asturias no ha superado la pérdida de uno de sus motores económico social, el carbón, con apenas explotaciones ya camino de su desaparición definitiva. Hasta HUNOSA acaba de cargarse a su instrumento de diversificación, SADIM, otra mala noticia para las cuencas centrales. Por lo menos rusos y canadienses están aprovechando en el occidente lo yacimientos de oro y tenemos entre manos otra riqueza a la que espero sepamos sacar el jugo cuanto antes mejor, el agua. Pero sin duda nuestro principal potencial son los propios asturianos. Habría que cortar la sangría de su marcha, especialmente jóvenes universitarios, pero tampoco la principal institución docente del Principado, la Universidad de Oviedo, parece tener gas suficiente para relanzar la región. Una lástima.



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