La trampa

La caza furtiva es ancestral, pero antes se utilizaba para poder comer, hoy para enganchar el dinero de los ciudadanos de a pie, ya que tenemos que distinguir dos tipos de ciudadanos, el de a pie y currante, y el del guante.

  Mi abuelo siempre me decía, hijo nunca te metas en un negocio o inversión que no seas capaz de entender en cinco minutos, y con esa regla me mantuve en el paso de los años. Por eso nunca me hice rico, ya que entender tan rápido las cosas es muy difícil.

   Hoy siento un frio por el cuerpo tremendo, ya que los españoles no acabamos de aprender, que vale más tener el dinero debajo del colchón  o prestarlo algún chaval joven, honrado, trabajador, para que saque una empresa adelante y cree riqueza, y devuelva las perras con un interés razonable, que meterlo en inversiones financieras que ni el banco las entiende, que ye la de dios, que no las entienda el que te las coloca.

  Un titular  en la prensa con gente manifestándose me llama la atención, bueno será lo de GRECIA, que lo están pasando tan mal, pero cojo le gafes y no son ellos, son Españoles que reclamen perres, el titular ye curiosu, cuenta, cerca de un millón de ahorradores tiene su dinero retenido, pero eso ye normal, ya que les perres que entren en un banco ye muy difícil de que vuelvan a salir como entraron.

 Cuando veo la cantidad de perres en euros y realizo la conversión, ya que si no es así yo no me entero, leches, 10.OOO MILLONES de euros, en preferentes, “que palabra más extraña”.

  Cojo el libru gordo de petete y dizme, es un producto financiero de renta fija que los bancos ofrecieron a sus clientes, esto sí que ye raro, raro, raro que un banco te ofrezca algo de esto,

 Sigo  leyendo el libru,

 Se trata de deuda por tiempo indefinido( pero no explica para quien es la deuda, pero entiendo que es para el que llevo el dinero al banco), con el pago de los intereses condicionados, ( esto ya me huele mal), ye decir que no (cobraras nunca esos intereses) a que haya beneficios del emisor, ( estos como son listos ya procuraran que no los tengan en años), no son acciones ni depósitos cubiertos por el fondo de garantía, me digo , date, lo de Rumasa o los sellos.

  “Digome”, esto ye unu que le gusten los papelinos de colores, y diz que tienen valor, pero encima  te ofrecen cambiarlos por otros, como los guajes con los cromos, te lu cambio, que salaos son estos neños de los bancos.

   Pero la pena es que esto ya no es la primera vez que pasa a los ahorradores, paso con los sellos, paso con Rumasa y pasara todos los días, ya que nadie sabe quien autoriza esta tipología de acciones, porque se permite estas maniobras de especulación, quien es el responsable de que estos señores no tengan una regulación muy clara sobre estos productos,  si el dinero es tuyo  podrás disponer de el cuándo te de la gana y no tener que avisar para sacarlo, ya que cuando lo metes no les llamas para decirles que vas ingresar, pero el ahorrador como con estos tipos de productos siempre dan un poco más de intereses, siempre enganchan  a  la gente.

 No sé si es mejor tener dinero o no tenerlo, ya que viendo estes coses parece  que ye mejor estar sin un chapu, por lo menos no te lo lleva nadie y lo gastas tú en lo que quieres, mi guelu que era vieyu y sabio,  decía fiu “vive la vida, que la vida ye muy corta” y que no vivan otros por ti con el tu dinero.

   Creo que las líneas se están cruzando de forma reiterada, que siempre perdemos los mismos y que la sociedad tiene que cambiar su forma de hacer las cosas, y de invertir el dinero. Si todo el dinero que llevo la mala gestión de los bancos, el dinero de los sellos, el dinero de los pagare de Rumasa, Madof y otras tantas, se utilizaran en microcréditos para los emprendedores, para una banca responsable y sostenible y con unas cuentas totalmente transparentes, con un mayor poder del impositor a la hora de mirar los resultados de estas entidades y en donde se invierte  su dinero, hoy día no tendríamos paro, solo estaría parado el vago o el maleante. Pero el ser humano siempre tropieza dos veces en la misma piedra, que le vamos hacer.

 

 



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