Fuerte aumento de la mortalidad en los campos de refugiados de Dollo Ado

Fuerte aumento de la mortalidad en los campos de refugiados de Dollo Ado

La Agencia de la ONU para los Refugiados declaró el lunes que las tasas de mortalidad infantil en uno de los cuatro campos del complejo de Dollo Ado, en el sureste de Etiopía, han alcanzado niveles "alarmantes" entre los recién llegados. Desde que se abrió el campo de Kobe el pasado mes de junio, una media de 10 niños menores de cinco años han muerto cada día.

 

Pese a que la malnutrición es la principal causa de la alta mortalidad, el brote de casos sospechosos de sarampión está agravando el problema. A lo largo de todos los campos de Dollo Ado se han identificado 150 posibles casos de sarampión y 11 muertes relacionadas con esta enfermedad. La combinación de enfermedad y malnutrición es lo que ha provocado tasas de mortalidad similares en anteriores crisis de hambruna en la región.

 

ACNUR está trabajando urgentemente con sus socios para responder a la emergencia y controlar el brote de posibles casos de sarampión. Ayer lunes se completó una campaña de vacunación masiva contra el sarampión en el campamento de Kobe, dirigida a todos los niños con edades comprendidas entre los seis meses y los 15 años. La campaña continuará en los otros campos en los próximos días.

 

La mayoría de los refugiados que llegan desde Somalia proceden de zonas rurales, y en los campos de refugiados en Etiopía están entrando en contacto por primera vez con servicios de salud formales. Una de las principales prioridades para los socios que trabajan en los campamentos es la de dar a conocer y sensibilizar sobre los programas de salud y nutrición disponibles para los refugiados, muchos de los cuales no han tenido acceso a estos servicios. Es necesario alentar a los padres a regresar con sus hijos a los centros de salud para continuar el tratamiento contra la desnutrición, así como identificar de manera activa a los niños enfermos para asegurarnos de que reciben atención médica inmediata. ACNUR ya está trabajando con líderes refugiados y con trabajadores sociales a pie de campo para sensibilizar sobre los síntomas del sarampión y promover la higiene. Junto al gobierno de Etiopía y sus socios, ACNUR está atendiendo otras causas subyacentes de la alta tasa de mortalidad, mejorando la nutrición, el suministro de agua y saneamiento, entre otras acciones.

 

El Dr. Christopher Haskew, oficial de Salud Pública de ACNUR, ha indicado que el sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que puede tener un impacto devastador en los niños, especialmente en aquellos con desnutrición severa. El Dr. Haskew también ha señalado que la primera prioridad es tomar medidas para evitar que la gente muera como consecuencia de este brote.

En otras partes de Etiopía, unos 17.500 somalíes han cruzado a las áreas de Gode y Afder en las últimas seis semanas, según ha informado una misión conjunta dirigida por ACNUR y el Gobierno de Etiopía.

 

Estos son puntos de entrada completamente nuevos, a unos 250 kilómetros al noreste de Dollo Ado, que hasta el momento ha sido el destino principal en Etiopía para los somalíes que huyen de la inseguridad, la sequía y el hambre en su tierra.

La misión de evaluación -de una semana de duración- se inició el 7 de agosto e incluyó a otras agencias de la ONU y ONGs. El equipo, dirigido por ACNUR y el gobierno, visitó Morodile, God Dheere, El-Harr y Bare, localidades fronterizas en las zonas de Gode y Afder, en el sureste de Etiopía. La misión inicialmente estaba programada para evaluar la situación de unos 2.000 recién llegados a la región, pero se vio que el número había aumentado hasta las 17.500 personas, ya que diariamente habían llegado más somalíes. La mayoría de los recién llegados proceden de las zonas de Bakool y Bay, mientras que otros vienen de Gedo e Hiran. Estos refugiados se están alojando en refugios improvisados en cinco lugares diferentes. Se están manteniendo negociaciones con el gobierno y los socios para dar una respuesta inmediata a esta situación.

 

Las evaluaciones preliminares mostraron que aproximadamente un 95% de las nuevas llegadas eran mujeres y niños, y la mayoría se encuentra en un estado nutricional y de salud general muy precario. La misión calificó la situación general de desesperada e hizo un llamamiento para obtener ayuda humanitaria urgente, sobre todo dado que los etíopes, que también se están viendo afectados por la sequía, han estado compartiendo sus escasos recursos.

 

ACNUR y el Gobierno de Etiopía han decidido ofrecer de forma inmediata una ración de alimentos para un mes a las nuevas llegadas. La misión expresó también su preocupación ante el hecho de que la falta de cobijo y atención médica, el deficiente saneamiento y la masificación puedan conducir a los refugiados a padecer enfermedades como la diarrea, el sarampión o la tos ferina. El equipo recomendó llevar urgentemente medicinas esenciales a la zona para hacer intervenciones médicas antes de que la situación empeore. Estamos buscando formas de reubicar a este grupo de personas en los campos de Dollo Ado. 

 

En Somalia, el ultimo de los tres vuelos con ayuda humanitaria programados por ACNUR aterrizó en Mogadiscio el sábado por la mañana, completando así el envío de un total de unas 100 toneladas de ayuda de emergencia. El vuelo del sábado transportó 45.000 cajas de galletas energéticas, lonas de plástico para cobijo, mantas y esteras para dormir, bidones para agua y utensilios de cocina para recoger y cocinar alimentos.

 

Ese mismo día distribuimos unos 500 paquetes de asistencia de emergencia (EAPs por sus siglas en inglés) en el campamento de Al Adala, que acoge a unas 2.000 familias somalíes desplazadas (aproximadamente 13.000 personas). El campamento está cerca del aeropuerto de Mogadiscio. Nuestro equipo informó de que las calles que llevan al campamento estaban en calma, pero que había una presencia clara de hombres armados en la zona. 

 

Antes de la actual crisis, la capital somalí albergaba a unos 370.000 desplazados internos (IDPs por sus siglas en inglés). Tan sólo en los meses de junio y julio, otras 100.000 personas más han huido hacia Mogadiscio en busca de comida, agua, cobijo y asistencia médica.

La mayoría de los desplazados en el campo de Al Adala han huido de la sequía y la hambruna que afecta a las regiones del  sur de Somalia. La mayoría son pastores o agricultores que se dedican al cultivo de sorgo y maíz. Estos desplazados le contaron a nuestro equipo que habían perdido todo y deseaban empezar de nuevo en la capital somalí. Muchos se vieron obligados a huir dejando atrás a sus parientes ancianos o discapacitados, sabiendo que no podrían sobrevivir al duro viaje. Han caminado durante días sin agua ni comida, y algunos tuvieron que hacer frente a milicianos de Al Shabaab en controles de carretera en los que, al parecer, trataban de desalentar a la gente para que no se moviera.

 

El equipo de ACNUR calificó las condiciones en el campo de Al Adala de muy duras y desesperadas. El sonido del llanto de los niños y de la fuerte tos llenan cada rincón de este emplazamiento para desplazados. Los pequeños refugios improvisados sin esteras para dormir ni ropa de cama son característicos de este congestionado asentamiento. Un gran número de niños que padecen el sarampión yacen en el suelo sin poder hacer nada. Esta enfermedad está afectando -según los desplazados-, a muchos niños en el asentamiento. 

 

Tenemos previsto distribuir más ayuda de emergencia en Al Adala y en otros emplazamientos que acogen a desplazados internos en Mogadiscio. La totalidad de la carga transportada en los tres puentes aéreos será entregada a las personas desplazadas necesitadas en la capital de Somalia antes de que finalice el mes. Hemos más que duplicado nuestra distribución de ayuda humanitaria desde comienzos de julio y hemos entregado asistencia a más de 170.000 personas en el sur y el centro de Somalia. En mayo y junio se atendió a unas 80.000 personas.

 

Mientras tanto, en Kenia, nuestros equipos prosiguen su trabajo de emergencia para aumentar la capacidad de la Ampliación de Ifo (que comprende lo que antes se denominaba Ifo 2 e Ifo 3) y Kambioos, los nuevos campos del complejo de refugiados de Dadaab. El traslado de refugiados al espacio de Kambioos, inicialmente programado para el pasado fin de semana y anunciado por ACNUR en su último comunicado de prensa, ha sido pospuesto y se espera llevarlo a cabo a finales de esta semana. Hasta el momento se han instalado unas 600 tiendas. Mientras, prosiguen los traslados a la zona de Ifo 3, dentro de la Ampliación de Ifo. Desde el 28 de julio, más de 15.000 refugiados somalíes han sido reubicados en nuevas tiendas en esta zona. Los trabajos de demarcación e instalación de servicios básicos y tiendas continúan en la parte de la Ampliación de Ifo conocida como Ifo 2. Los campos de Dadaab están alojando ahora mismo a más de 440.000 refugiados somalíes.

 

ACNUR

FOTO: Somalíes refugiados. Cruz Roja Internacional

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