Emilio Serrano, canciller permanente de los valores asturianos

Emilio Serrano, canciller permanente de los valores asturianos

La Asociación de Hostelería de Asturias, que agrupa a 1.700 miembros que dan empleo a 15.000 personas, celebró el martes, en el Palacio de Congresos Calatrava de Oviedo, su asamblea anual, marcada por un moderado optimismo ante la leve recuperación turística que ofrecen las estadísticas de los primeros meses del año. El presidente de la entidad, José Luis Álvarez Almeida, recalcó: «Estamos ante una nueva Asturias y tenemos que saber venderla». También lamentó que entre los más de 500 invitados no hubiese ningún representante del Gobierno regional en funciones y aprovechó para reclamar a los futuros gobernantes regionales que continúen apoyando al sector turístico con campañas de promoción.

 

Entre los premiados, el empresario licorero Emilio Serrano recogió su distinción como Embajador de Asturianía arropado por el intenso y caluroso aplauso de sus muchos amigos, y representantes del sector hostelero en general, que distinguieron así una larga trayectoria vital y profesional volcada en la promoción y defensa de los valores y la imagen de Asturias en el exterior, así como de sus productos y su patrimonio natural. Emilio Serrano, que aún recuerda cómo tenía que poner duros de su bolsillo, además de botellas de sus sabrosos licores de guinda, manzana, sidra y otros, cuando en el Principado casi ni se pensaba en el Turismo como kinstrumento generador de empleo y riqueza.

 

También se concedió  la distinción "Embajador permanente de la gastronomía asturiana" al Montepio de la Minería.

 

El presidente de la Junta General del Principado, Fernando Goñi, entregó el «Embajador de gastronomía», al Montepío de la Minería, que recogió su vicepresidente, Florentino Álvarez, que destacó que en los tres centros vacacionales del Montepío, en Murcia, Roquetas (Almería) y Ledesma (Salamanca), «se sirven productos asturianos». Goñi reconoció que los hosteleros viven tiempos duros, con una pérdida del 8,5% de los negocios y una caída del empleo del 4,7% respecto a abril de 2010, pero los animó a seguir trabajando. «Porque es posible salir adelante». Los trece diplomas se entregaron, a título póstumo, a Jesús Luis Alonso Blanco, del mesón La Cerca, de Santa Eulalia de Oscos, que recogió su vida, Leonor Mastache; a las hermanas Menéndez Fidalgo, del restaurante Casa Puyo, de Trubia; a Manuel Méndez, del restaurante La Zamorana, de Gijón; Félix Obeso, de la Restaurante-sidrería La Parrera, de Niembro (Llanes); a José Bernardo González , de la sidrería Asturias, de Oviedo; a Sebastián Fernández, del bar Sebas, de Ribadesella; a Sonia Barcia López, del bar Leonor, de Colloto; a Ángel Juan Martínez, de la cafetería Bambú, de Oviedo; a la familia Sordo Tomás, del hotel Arcea Mirador de La Franca, en Ribadedeva; a Rufino Riestra Fanjul, del hotel Lóriga de Pola de Siero; a María Teresa Fernández Díaz, del hostal Cabrales, de Carreña, y a Mercedes López Villen, del camping El Peñoso, de Antromero (Gozón), y a Secundino Blanco, Alfonso Álvarez Pico y Emilio Rivero, de la sala de fiestas Estilo, de Oviedo. Entre los invitados estuvieron los responsables de las cámaras de Comercio de Oviedo, Gijón y Avilés, entidades asturianas relacionadas con el turismo, como la SRT y todas las que integran la Mesa de Turismo de Fade, entre otros.

 

 

 

Tras la reunión, clausurada por el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, quien reclamó al futuro Gobierno regional un marco adecuado con facilidades para que ser empresario en Asturias no sea más difícil que en otras zonas de España, comenzó la gala, amenizada por el «Tomás Azpiru Quintet», con la entrega de los premios anuales de Hostelería, seguida de una cena de hermandad servida por San Fernando Hostelería.

 

 

 


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