Analizan la actuación de las universidades y los centros tecnológicos en la innovación empresarial

Analizan la actuación de las universidades y los centros tecnológicos en la innovación empresarial

Las universidades y los centros tecnológicos son organismos con objetivos distintos que atienden a clientes diferentes en el sector empresarial. Sin embargo, la existencia de una complementariedad en sus actuaciones para fomentar la innovación en las empresas hace aconsejable impulsar una mayor interacción entre universidades, centros tecnológicos y empresas. Esa es la principal conclusión de un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) que analiza el papel de dichas instituciones como socios de innovación.

 

El objetivo de este trabajo de investigación se centra en analizar el funcionamiento de los centros tecnológicos y de las universidades para hacer una valoración de los resultados que han obtenido en impulsar la innovación y la competitividad en las empresas. En la mayoría de los países desarrollados, los centros tecnológicos se consideran un importante elemento de la infraestructura tecnológica nacional y regional; la gama de servicios que prestan a las empresas es muy amplia y abarca desde la investigación aplicada y el desarrollo tecnológico hasta otros servicios de apoyo, como consultoría, diagnóstico y asistencia técnica. Los centros tecnológicos españoles son instituciones sin ánimo de lucro y su financiación presenta un esquema mixto, con un peso creciente de los contratos privados.

 

El estudio, publicado en la revista European Planning Studies por los investigadores Aurelia Modrego y Luis Santamaría de la UC3M, y Andrés Barge, de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), concluye que los centros tecnológicos y las universidades tienen distinto tipo de clientes entre el sector empresarial. "De esto no se puede deducir que el papel de estas instituciones sea más necesario ni de mayor utilidad en uno u otro caso, porque sus actuaciones en el sector empresarial son más bien complementarias y, lejos de fomentar la competencia entre ellas, se debería incentivar y potenciar su interacción", afirma la profesora Aurelia Modrego, del Departamento de Economía de la UC3M.

 

La complementariedad entre estas instituciones se concreta fundamentalmente en torno a dos aspectos. En primer lugar, en relación al tipo de clientes con los que colaboran; mientras que las universidades suelen hacerlo con empresas más grandes y con mayor capacidad de realizar actividades de I+D, los centros tecnológicos colaboran frecuentemente con empresas más pequeñas (PYMES) y menos capacitadas para afrontar trabajos de investigación. Y en segundo lugar, en relación al tipo de servicio, ya que las universidades se focalizan más en el desarrollo de proyectos de I+D, y los centros tecnológicos ofrecen además otros servicios que contribuyen a que las empresas introduzcan innovaciones organizacionales, de marketing, etc.

 

Esta línea de investigación forma parte de un proyecto más amplio que hasta ahora se ha desarrollado en tres grandes fases. En la primera de ellas, se hizo un análisis minucioso del funcionamiento de los centros tecnológicos a partir de la información que los investigadores recabaron mediante estudios de caso y encuestas. "La numerosa participación de los centros y la calidad de sus respuestas nos facilitó conocer con gran detalle la visión, estrategia y actuación de este colectivo de instituciones desde distintas perspectivas (operativa, financiera, organizacional y relacional); esto nos permitió obtener una caracterización y clasificación de los centros tecnológicos", explica la profesora Modrego. En la segunda parte, con la colaboración del Instituto

 

Nacional de Estadística, los investigadores pudieron comparar su actuación con la de otras instituciones, como las universidades. La tercera parte, en la que están trabajando actualmente, tiene como objetivo medir el efecto de los centros tecnológicos en la actividad innovadora empresarial. "Hasta ahora nos hemos centrado en ver qué organizaciones sirven a qué tipo de empresas, mientras que en la actualidad estamos dando el siguiente paso, que es tratar de analizar el impacto que reciben las empresas de su relación con universidades y con centros tecnológicos, analizando paralelamente el papel que juegan los parques científicos y tecnológicos como dinamizadores de este tipo de relaciones", revela el profesor de la UCM, Andrés Barge

 

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