CGP/DICYT El Museo de la Ciencia de Valladolid y Viajes Doral han convocado un concurso de disfraces centrado en la figura de Marie Curie. Los participantes, de entre 10 y 14 años, deberán acudir al Museo caracterizados de Madame Curie. Además, cada niño deberá desfilar por el Auditorio y recitar, frente al jurado, un breve discurso de dos minutos (como máximo) que podría haber pronunciado en su día Marie Curie: una frase textual, una alusión a su trabajo de investigación, a su vida personal, a sus clases en la Sorbona o a los dos Premios Nobel que recibió, por ejemplo.

El objetivo es que participantes y familiares conozcan la figura de Marie Curie, ya que deberán indagar en su vida y obra para preparar su caracterización y representación, según la información del Museo remitida a DiCYT.

El concurso, enmarcado en el proyecto Química a escena que conmemora el Año Internacional de la Química, tendrá lugar en el Auditorio del Museo el sábado 19 de noviembre. La inscripción puede realizarse hasta el 13 de noviembre, bien vía correo electrónico, indicando nombre y apellidos del participante, edad, nombre y apellidos de sus padres, dirección y teléfono de contacto; o completando el formulario de inscripción que puede recogerse en la recepción del Museo de la Ciencia o en las oficinas de Viajes Doral.

El ganador conseguirá un viaje a París para una familia de cuatro miembros y visita al Museo Curie (dentro del Instituto Curie), incluyendo desplazamiento en tren desde Valladolid y dos noches en régimen de alojamiento y desayuno en un hotel de la capital francesa, premio que podrá disfrutarse de enero a mayo de 2012, reservándo con 45 días de antelación.

Marie Curie, polaca que fue la primera dama en acceder a la Sorbona, se llevó el Premio Nobel de Física en 1903 junto a su marido y el de Química en 1911 por sus aportes en el estudio de la radiocatividad y el descubrimiento de los elementos radio y polonio. Su dedicación a la radiactividad acabó de forma trágica, puesto que murió de leucemia, probablemente provocada por sus experimentos, al igual que su hija Irene, Nobel de Química en 1935.