Al contrario que en otros países, como Portugal, Inglaterra e Italia, en España todavía no han salido cientos de miles a la calle, tal vez porque, hasta el momento, cada grupo va por su lado. Y eso que los argumentos son comunes y compartidos, así como la forma de comunicarse a través de la red (foros, blogs, Facebook, Twitter, Youtube…) y su origen anónimo. Coinciden en considerar que por encima de los partidos está la sociedad, las personas, y que los intereses creados no se preocupan, precisamente, de su bienestar.

Me dirá usted que no tiene que ver Islandia con el mundo árabe y menos ninguno de ellos con nosotros, pero, que quiere que le diga, la Historia (así con mayúsculas) es muy caprichosa y no le extrañe que sus nietos lean: Las revoluciones sociales que a principios del siglo XXI recorrieron todos los continentes… Y la nuestra no dejará de estar en el índice, atento que da los primeros pasos. El 7 de abril hubo un ensayo de Juventud sin futuro y para el 15 de mayo ya se han unido varios grupos a la convocatoria ¡Toma la calle! El reto es pasar de Internet al mundo real. De momento, la red está que arde… Aquí le dejo el manifiesto, por si se apunta.