¡Pero qué burros son!

Dentro de la ola de puritanismo medieval que nos invade, por cierto, por parte de los mismos que se quejan de que Zapatero se metía mucho en nuestras vidas, ahora le toca el turno a la edad legal para beber alcohol. Como seguramente sabe el lector, en Asturias se fijó la edad legal para comprar alcohol --lo de para beber es una coña marinera, porque no vamos a meter a los mozos en la cárcel por tomar unes copes-- en 16 años porque en esta tierra la mocedá bebe sidra, sanísima y diurética bebida que nada tiene que ver con el botellón.

 

Pues ya está la moralina pringosa de los alcohólicos arrepentidos --estoy oyendo a un 'genio' en Onda Cero hablando de neuronas como si fuese severo Ochoa, o más-- pidiendo que se prohiba el alcohol hasta los 18 años --lo de la coyunda vendrá detrás, ya lo verán--. Así que ya me veo yendo detrás de sobrinos y nietos a compra-ios les botelles de sidra, oh, gracies a los animales que creen que la marea se detiene ante la señal de prohibir.

 

A los que parece que se les agotaron las neuronas es a algunos adultos. Parecen olvidar que la prohibición no consigue más, en un organismo poderoso y ansioso de experimentar como es el de los jóvenes y jóvenas, que excitar la necesidad del consumo, la mística del riesgo, el placer de la trasgresión.

 

A los chavales hay que aclararles el futuro, ponernos las pilas y arreglar un poco este mundo caótico que amenazamos con dejarles y allá que se arreglen. Los chavales son mucho más sensatos de lo que creen los mojigatos de la moderna inquisición. Y tienen, en su gran mayoría, una escala de valores que ya quisiera yo para mucho adulto de mente sucia, de mente canalla, de mente cabrona para los demás y para el planeta.

 

Una gran parte de la mocedá, como siempre se hizo, toma unas birras o unes sidres. Y hasta ahí llegan. La idea que se pretende transmitir de que esta juventud es una horda entregada a la salacidad y a los bajos instintos --nunca entendí lo de bajos, puesto que esos instintos están ancestralmente asentados en el cerebro--, que no hace más que tomar drogas y consumir bidones de anís seco de 70 º. ¡Qué falacia! ¡Qué estupidez! ¡Qué mezquindad! ¡Qué burros sois!

 

Hala. Ya me despaché a gusto. Ahora, si queréis, prohibir a los chavales que compren una caja de sidra hasta los 18 años. Después, cuando los veáis bebiendo trementina, gasolina, lejía o colonia, aquí está el dedo gordo de nachete para acusaros: la culpa es vuestra. ¡Solípedos! ¡Más que solípedos!



2 comentarios

  • # luis penamea Responder

    02/01/2013 12:23

    Bueno como podeis ver vamos muy en serio y aqui esta la prueba ..solo puedo decir una cosa perfectooo todo salio perfecto y lo pasamos genial undia precioso el ganador del comcurso un gran tio y nachete como siempre emtregadoo a tope ..cracias a todos .

  • # ramon sv Responder

    03/01/2013 19:58

    Gracias, porque lo pase genial volver a vestirme de corto aunque no estuvise del todo recuperado, Gracias a Nacho y a luis(pronto nos veremos por el restaurante). Un saludo y nos vemos pronto en las carreras.

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