STOP! a los niños en Bares y Hoteles...

Y ya era hora, por si alguno no quiere seguir leyendo esto. (Que entré en otra página de internet).  Estaba un poco acomplejado por tocar este tema, pero ya veo que QUIM MONZÓ, está conmigo. Hacía años que argumentaba entre mis amigos este tema y me veían como un bicho raro. Y leyendo el MAGAZINE, del fin de semana, me dio un subidón.
En el articulo, se puede leer: "Un restaurante ha tenido el atrevimiento de no permitir más la entrada de niños menores de seis años". Y leído, el mismo, se quedó corto, yo lo ampliaba hasta la primera comunión.
El restaurante de MONROEEVILLE, un suburbio de Pittsburg, su propietario, Mike Vuik, envió a sus clientes un e-mail que decía: "A partir del 16 de julio del 2011, el restaurante McDain´'s ya no admitirá niños menores de seis años".
Argumenta - y con razón - que los críos son un incordio para los demás comensales que estan en el establecimiento. Que la grosería y la falta ya no -solo-  de los "peques" sino de los padres. Antes -dice- los padres cuando un "bebé" lloraba, abandonaba el comedor y salía a la calle y hasta que éste no estaba dormido, no se atrevía ni a entrar. Ahora, los "progres" pasan y el muerto o marrón para las mesas adyacentes.
Por lo visto, ya no es el único, y se adhieren a esta iniciativa, las cadenas hoteleras. Me viene a la memoria, este tema con camareros de hoteles allá en el caribe y acá, en nuestras islas, sobre este para mi no espinoso tema. Cuando me decían: "Que bien, te lo montas, Cuqui". Y continuaban...
"Ahora, en el otoño e invierno cuando los "niños" están en el "cole", es cuando mejor servicio podemos ofrecer. Por el verano, en época de descanso escolar.... imposible."
De ahí y aquí, viene que me tome el grueso de las vacaciones en el mes de noviembre, bendita paz!
 
Desde que tomó esa decisión -Mike Vuik- el restaurante recibe muchos e-mails de agradecimiento - a la vez que vió incrementada su clientela - y sucede lo mismo con los hoteles que no admiten niños. Estaba -harto- de enfrentamientos, -concluye, Mike- si los padres no saben educar a sus hijos y no permiten que los camareros les llamen la atención, la solución es no admitirlos".
 
Totalmente de acuerdo, además, de espacio sin "humos", espacio sin "niños". Los "perros" ya hace tiempo que no molestan ni en bares, ni hoteles, faltaría más,




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