En la IX Edición de 'Tiempo Propio'

Lo primero de todo, quiero agradecer a Laura Seara, -a María José Ramos, también a María Fernández Campomanes-, sus palabras y ese gesto de venir aquí en un momento difícil como este, donde interesa mucho que las ideas estén por encima de las situaciones coyunturales y sigamos defendiendo lo que siempre hemos defendido, valores irrenunciables. Y, en el ámbito de los derechos de la mujer, yo creo que es en el que mejor se puede comprender que esto es una carrera de fondo.

 

¡Qué se lo digan a Clara Campoamor! En aquellos debates donde, en solitario, abría brecha en aquel Parlamento que consiguió finalmente en el  año 1933 el derecho voto por vez primera en nuestro país para las mujeres. Fijaos que parece que fue el otro día. Fue hace ya algunos años, pero, en términos históricos, no fue hace tanto tiempo.

 

Llevo con María José Ramos 24 años de historia en común: doce en el Ayuntamiento de Gijón y otros doce en el Principado. Hemos luchado por el futuro de nuestra tierra, de nuestro país, de un mundo muy complejo, en coyunturas complejísimas, y salimos adelante. Y, cuando hay una visión de fondo de lo que es la vida, a veces uno cae en el primer round, pero, cuando sucede lo que ha sucedido en términos democráticos, lo que uno tiene que pensar es en el siguiente round; hay que recuperar lo perdido para ganar el combate de fondo. Y el combate de fondo es la lucha en la vida, hasta el último instante, por todo aquello en lo que uno cree.

 

Y yo creo profundamente en que el combate de la vida tiene que incorporar a la mujer en términos de igualdad a todos los grandes retos del mundo. En primer lugar, porque es un derecho irrenunciable y, en segundo lugar, porque es una necesidad también irrenunciable. Un país como España no puede prescindir de la mitad de su población; de la capacidad, la inteligencia, y la preparación que tienen las mujeres para conseguir abrir un futuro.

 

En Asturias, en el año 99 pusimos en marcha las primeras iniciativas. Creamos el Instituto de la Mujer, que hoy representa María Fernández Campomanes y que tuvo también muchas personas que han colaborado a que eso fuese posible. Lo creamos con una cierta incomprensión inicial, pero con un consenso social hoy absolutamente consolidado. Porque lo que, en un principio no era entendible por algunos o algunas, hoy es un hecho irrenunciable que debéis de defender ahora y en el futuro.

 

Cuando hay conquistas democráticas que no son de ningún Gobierno específicamente o de ningún partido, sino que son de la sociedad en su conjunto, las energías tienen que ser más fuertes y más vigorosas que nunca para no dar un paso atrás. ¡Ni un paso atrás en las conquistas sociales que se han hecho!

 

Y es evidente que todos construimos sobre los que otros hicieron y que podíamos hacer un balance del que yo me siento orgulloso y satisfecho, pero soy consciente de que nos quedan muchas cosas por hacer.

 

En el año 2002, se inició el programa “Tiempo Propio”, pero antes iba precedido de políticas hacia la igualdad muy importantes. En Asturias, fuimos pioneros en ellas incluso en el ámbito municipal antes y después de acceder al Gobierno.

 

Por ejemplo, la Red de Casas de Acogida, las casas de encuentros… figuras que, en aquellos momentos, eran totalmente novedosas en España y que convirtieron a Asturias en una referencia nacional. Ayuntamientos pioneros: recuerdo cuando “Tiempo Propio” arrancó en Langreo, Mieres y Siero y hoy tenemos participando a 25 ayuntamientos. Pero es que son 78, ¡fijaos si os queda camino!

 

Nos queda todavía un horizonte de conquistas importante, aunque siempre sabiendo valorar lo que hemos conseguido. Hemos abierto camino, nos sentimos referencia y estamos orgullosos de ello, de la enorme lucha que hay desarrollar y seguir desarrollando contra los temas de violencia de género; que es uno de los elementos más deplorables de la desigualdad entre hombres y mujeres, de lo que todavía nos queda por hacer para combatir esa lacra.

 

En Asturias, abrimos camino también en ese campo. La Casa Malva es hoy una referencia en nuestro país. Pero no sólo tenemos la Casa Malva, tenemos muchas figuras que han ido incorporándose: agentes de igualdad, toda una serie de dispositivos… Porque las leyes de Igualdad, que las impulsó el Gobierno de España, que la tiene Asturias recientemente aprobada, son también referentes. En la ley asturiana, se integran no solamente los elementos de igualdad, sino también los elementos de lucha contra la violencia de género. Y los convierte en dispositivos que tenemos que velar para que los gobiernos democráticos que se constituyan tengan en cuenta que esa ley es una ley de avance, no de retroceso. De avance. Y no debéis de permitir que todas esas conquistas se vengan abajo; sino que, al revés, se incrementen, se impulsen, se desarrollen.

 

Yo estoy muy orgulloso de que hayamos conseguido abrir toda una serie de caminos que hay que seguir profundizando. No quiero haceros aquí un discurso sobre lo que hemos hecho. Simplemente, quiero mostraros la satisfacción inmensa de haber servido a nuestra tierra; haber servido desde un Gobierno que ha trabajado con honestidad, que ha trabajado con un esfuerzo inmenso en todos los ámbitos que afectan a  la mujer, en las políticas de conciliación de la vida familiar y laboral. Asturias, por vez primera, montó dispositivos 0-3 años, que se han consolidado, que son redes en las que tenemos que seguir profundizando y que forman parte del Estado del Bienestar, pero específicamente para la mujer tienen un valor especial. Porque no se puede hablar de igualdad sin tener instrumentos políticos y orgánicos para desarrollar esa igualdad.

 

Se hablaba también de la presencia de las mujeres en las instancias del poder, de la Administración, de la sociedad, pero también de los dispositivos que la sociedad pone a disposición para que esas políticas se vayan consolidando y avanzando. Y en nuestra ley hay también figuras que deben también de imponerse y trasladarse al ámbito de la administración pública.

 

Hemos trabajado en algo tan sensible hoy, que es la clave de lo que ha pasado en nuestro país, en líneas generales: el empleo. Tenemos un elevado desempleo. Pero hoy, Asturias, aun teniendo ese desempleo tan significativo, no puede ignorar que en el año 1999, cuando yo accedí al Gobierno como consecuencia de la decisión democrática de los ciudadanos, nosotros liderábamos el desempleo en nuestro país y teníamos un creamiento en Asturias 3 puntos más bajo que España.

 

Hoy, en Asturias, estamos más de 3 puntos por debajo del promedio del desempleo y llevamos 3 meses consecutivos creando empleo y minorando el desempleo. Tenemos todavía un gran reto por delante, pero hemos resistido mejor porque teníamos instrumentos para defendernos mejor de la crisis y, particularmente, en el ámbito de la mujer. Desde el año 1998, punto culminante, hasta el año 2010, en Asturias, aún con la crisis, se crearon 78.000 empleos netos manteniendo la misma población.

 

Este dato es muy importante para analizar el futuro. Siendo la población de Asturias la misma en ese año que hoy, salvo unos centenares de personas, hemos creado, a pesar de la crisis, 78.000 empleos más. Si no hubiese sido por la crisis, estaríamos en ciento muchos mil empleos. Pero, ¿sabéis la composición interna de ese empleo neto creado? 70.000 empleos han sido de mujeres. Ha habido una gran incorporación de la mujer al mercado laboral, lo que mejoró la tasa de actividad femenina en 14 puntos en ese periodo. ¿Es suficiente? No, pero es un camino que se ha abierto muy significativo, que lo necesita la sociedad asturiana. Lo necesita en términos de igualdad y en términos de necesidad.

 

Porque Asturias tiene una tasa de actividad que tiene que seguir avanzando y ese camino hay que defenderlo y mejorarlo, no negarlo porque si lo negamos estamos negando lo más valioso de nuestro esfuerzo. Esta es la reflexión espontánea de lo que pueden haber sido doce años de dura lucha en el avance hacia la igualdad en la que nos sentimos no sólo acompañados, sino estimulados y agradecidos porque el sentido de esta intervención es daros las gracias. Daros las gracias por vuestro apoyo, por vuestra comprensión, por vuestro aliento. Y también estimularos a que sigáis en estos años avanzando en ese camino.

 

La vida política y social tiene también sus evoluciones, sus trances y sus fases. Nada empieza y termina hoy, es un largo camino. Acordaos de Clara Campoamor y de otras muchas luchadoras. Este es un largo camino y si en un “round” de este largo combate que es la vida las cosas no salen bien, inmediatamente, hay que pensar en el siguiente “round”. Hay que recuperar el vigor y la energía y corregir lo que no se haya hecho bien y avanzar siempre mirando a los ojos, sintiéndose orgulloso de compartir valores, luchando hasta que la vida complete su ciclo biológico por lo que uno cree justo. Lo hemos hecho tantas veces en la vida, que ésta es una más.

 

Cuando escuchaba a Laura Seara…, os voy a contar ahora una anécdota, ella es orensana y tenemos amigos en común en Galicia. Y yo estuve en Galicia seis años, pero que no eran como los de ahora. Estuve desde el año 1966 hasta 1972. No había democracia, al contrario. Había una lucha por la libertad. Una lucha dura, difícil. Allí hice muchos amigos y amigas. Esas amistades son eternas. Porque, aún donde esté cada uno en su vida política, en su pensamiento, en sus ideas, hemos compartido algo muy profundo. Y eso es lo que hace que, cuando voy allí y voy con frecuencia, pues me encuentre con amigos y amigas de toda la vida. Personas que siempre estuvimos unidas por cosas no coyunturales, sino por cosas que unen a la gente a lo largo de muchos años. La lucha en común, desde la diversidad de opiniones y de ideologías, me une a todos en las dificultades.

 

Y yo creo que ese es el ejemplo que tenemos que tomar también de personas que, como ella, tan joven, viene aquí a decirnos: “Ánimo. A seguir adelante”. Quiero agradecerle esta presencia, este apoyo. Decírselo también a María José Ramos. Ella sigue, ella continúa. Va a ser diputada. Tenéis ahí vuestra diputada en el Parlamento para seguir defendiendo todo esto. ¡No va a ceder un milímetro de todo lo que hemos conseguido! Y a María, que también se lo merece y que le deseo lo mejor en la vida.

 

Y a todas vosotras, muchísimas gracias por vuestro cariño, por vuestro apoyo. ¡Ánimo, a seguir adelante! Hasta siempre. En cualquier lugar donde esté, seguiré siempre pensando en Asturias, en los derechos de la mujer y en vosotras.

 

*Presidente del Principado de Asturias



2 comentarios

  • # Juan Responder

    22/01/2012 15:12

    De casta le viene al galgo. La justicia es algo muy relativo y va en función de quien está en el gobierno. Hay ciertos países más al norte, que buscan una objetividad, un reparto más equitativo de las responsabilidades y de las culpas. Y así nos va aquí.

  • # Luis Responder

    23/01/2012 20:07

    ¿se van a mencionar los más grandes villanos de la vida política y económica de este país?¿se van a considerar las ideologías de los villanos, o se van a elegir de una manera neutra...?

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