Ordoño II visita a D. Pelayo, testigo Favila

A veces ocurren cosas que sin querer suceden. Este sábado parecía que iba ser uno más, como todos los precedentes. Les voy contar un día de mi vida. Casi al segundo. Sin cortes publicitarios, es decir, como han sucedido los acontecimientos. La primera vez que observo el reloj, éste me señala que faltan un par de minutos para las ocho de la mañana. Me levanto del lecho sin mas demora. Ya se que es sábado. Pero, descargo de mi agenda todo lo que tengo señalado para el "finde" y lo primero es cortar el pelo, y como hay mucha gente que lo deja para este día ( como yo ), cuando primero llegue, primero salgo.
Luego, me toca la revisión de las lentillas ( me estoy desnudando ante Uds. ) como me coge de camino me meto en el "árbol" y llevo las provisiones para la semana que se avecina. Aparco, por un momento las bolsas, y sello la quiniela. Lo llevo, por libro.
En casa acomodo las cosas. Es casi el mediodía, me dirijo a que me pasen a papel unas fotos - soy, en esto un clásico - nada de archivos digitales, cada álbum su contenido/temática.
Concluida la faena, paso por la librería el "Búho lector" para saludar a mi gran amigo José Antonio, para mostrarle una foto que saque con el Príncipe Felipe de Borbón, en el patio central del Hotel Reconquista. Flipa a medias, pues ya lo estoy acostumbrando a este tipo de pequeños logros.
Cuando me fijo que en el mostrador están un par de chicas a las que están envolviendo un libro con mucho mimo. No salgo de mi asombro, son Marivi y Emma que tienen la vista puesta en mi y yo, como ajeno a todo, se están riendo supongo de mi, por mi ceguera. La primera de Moreda, pero es que la segunda es de León y no viene todos los años. Enorme sorpresa y alegría.
La lluvia que me había puesto un poco melancólico, con este par de sonrisas amigas, fue como sin el sol brillara para los tres. Había que buscar un sitio para poder hablar con calma. El Rte. Tizón, por la cercanía nos pareció un buen lugar. Que placer se siente cuando se tiene al alcance de la vista y de la mano, a unas personas tan dulces.
Nos pusimos al día entre cañas, y como la Princesita de León tenia que retornar al Reino de Ordoño II ( aquí, hay algo de complicidad, es como un pequeño secreto, yo, para ella soy D. Pelayo ) las prisas hicieron que buscáramos dónde "picar" algo cerca. Nos fuimos, al "Pinchin", unos callos para Marivi y el menda, para la de Castilla un plato de lo mas humilde: un filete, patatas y un huevo.
Voy a acelerar el relato que sino mi amiga, Emma, pierde el ALSA.
A las seis y media le doy un beso, se sube al bus. Tomo un taxi y me voy hasta la Peña Belen (barcelonista) a ver el partido del equipo culé. Debo terminar ya, pues se me está haciendo largo a mi y no quiero caer de pesado. No les dije ninguna mentira en este día de mi vida.
A que viene todo esto ? Sencillamente, que mientras comíamos, me hicieron esta pregunta: " en que te inspiras para escribir ? " En nada concreto, una simple frase, el resto fluye...hasta que pongo el punto final.
Le prometí visitar su Reino, nos veremos por el barrio húmedo de León. Faltan tres minutos para que muera este sábado y este artículo.



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