“No hacer cambios, en época de tribulación”

No descubro nada nuevo si digo que todos los españoles y digo todos, estamos perplejos, aturdidos, desesperados y frustrados al comprobar que nuestros esfuerzos son inútiles y que nuestras penurias no interesan a nadie, y digo todo a raíz de la sibilina decisión del Presidente de la Generalitat de adelantar las elecciones con la pretensión de conseguir el Pacto Fiscal para Cataluña, vía previa a su Independencia.

 

Desde que se generó este nuevo conflicto que busca ocultar la quiebra de la Región,-Cataluña debe más de 42.000 millones de euros-, no dejan de publicarse “balances fiscales” y opiniones solventes de personas autorizadas, que muestran las repercusiones negativas que traería para la misma Cataluña y sus gentes, hasta el punto que el propio Mas para tranquilizar, no sé si de manera ingenua o cínica, declaraba a la Prensa que las diferencias políticas no tenían por que afectar al mundo económico y deportivo, palabras que supongo sólo se cree él.

 

Llegado a este extremo uno cree que ya  bastan las componendas, que el Gobierno de España- si es posible  con el apoyo del PSOE- , no puede permitir este tipo de políticas racanas e insolidarias que no llevan a ningún sitio. Cambios los justos, los necesarios, pero lo cierto es que desde la Transición y más concretamente desde los años 90, ya hubo diferentes modelos de financiación autonómica y mejoras sustanciales para Cataluña, -sin olvidar las cuantiosas inversiones que trajeron a Barcelona las Olimpiadas de 1.992-, que reiteradamente han denunciado e incumplido los mismos, los nacionalistas, así en época de Felipe González(1993) se les cedió el 15% del IRPF. En el año 2.001, gobierno de Aznar, el Consejo de Política Fiscal y Financiera consigue la aprobación del reparto de los recursos financieros de las 17 autonomías, con el beneplácito de todos . En aquel entonces Convergencia y Unió dijo que el acuerdo era “el mejor de la historia” , pero, ya entonces, una de las personas que más discrepó fue el Sr.Maragall, futuro Presidente de la Generalitat y del 1º Tripartito, que ya estaba preparando los mimbres necesarios para tejer el  Triunvirato  catalán, que es responsable en gran medida de las tribulaciones que pasan en la actualidad los catalanes, basta recordar Perpignan, el Pacto del Tinell, la polémica del 3%, el hundimiento del barrio del Carmel...¡La ambición de poder no tiene límites! y para tensionar más el ambiente el Parlamento Catalán aprueba el 30 de setiembre de 2.005, una Reforma del Estatuto, con muchos artículos inconstitucionales como después ha ratificado el Tribunal Constitucional, con el voto en contra de los 15 diputados del PP, y que después fue ratificado en el Parlamento Nacional por 189 votos a favor(principalmente los del PSOE con Zapatero) y por 154 no(los del PP, Ezquerra…) .

 

    Se convocan Elecciones anticipadas el 1 de noviembre de 2.006  y el 26 de noviembre  don José Montilla  es elegido Presidente de la Generalitat, con el apoyo de sus antiguos socios, IPC(Iniciativa Per Catalunya Los Verdes) y Esquerra Republicana, que ponen como condición la aplicación del Nuevo Estatuto, con la demanda de un nuevo modelo de financiación, acuerdo que firma el Sr. Zapatero en julio de 2.009 y el Sr. Montilla dice que el nuevo modelo de financiación autonómica es “una victoria de la justicia que hará grande a Cataluña, a su gente y a sus valores…”, las consecuencias prácticas es que Cataluña recibió 3.800 millones de euros adicionales, de los 11.000 previstos para todas las Autonomías por la ministra del ramo...

 

 Hoy, tres años después volvemos a las mismas, según Artur Mas el modelo no sirve.¡Nos falta dinero! ¡No podemos pagar las nóminas, residencias…! ¿Por qué? ¿Quiénes son los responsables de la bancarrota catalana?  Recuerdo que el Nuevo Estatuto Catalán o el Estatuto Pactado, como decía el Sr. Rubalcaba,  ha sido respaldado por 1.899.897 votos de los 5.310.103 electores con derecho a voto, o sea ha sido apoyado por casi el 36% de los que tenían derecho a voto. Visto lo visto, ¿no hubiera sido mejor dejar intacto aquel acuerdo de Financiación Autonómica que habían aprobado todos en 2.001, ya que parece que nunca les llega el dinero?¿No sería aconsejable que Cataluña presentara, de una vez por todas, a modo de finiquito, una factura tipificando los conceptos y explicando lo que le debemos, así como una explicación pormenorizada de su desastrosa gestión? No quiero tirar de hemeroteca, para no denunciar conductas vergonzosas, sólo me conformo con recordar que en tiempos de tribulación, como los actuales, no conviene hacer mudanza, como decía Teresa la de Ävila, nuestra Santa Teresa. España está necesitada de la Alta Política, aquella que nos hace iguales a todos los españoles, vivamos donde vivamos, y esto parece que últimamente está en peligro.

 

 

                                                                            



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