Ávila, la ciudad amurallada

Me levanto como sin fuera a trabajar, ya se que es sábado. Pero la agenda programada para llevarla a cabo durante la semana, se descarga para el fin de semana. Antes de que el reloj marcara las nueve de la mañana, las tijeras van podando mi cabellera, el peluquero me informa que el titular del Salón, Ramiro, recibirá - hoy, por ayer - la Orden de Caballero del Monasterio de Yuste.
Le cuento sobre lo mio y corre la noticia al instante. Me dice - Gabriel - el joven que sostiene la tijera que cuando llame "el sr. Ramiro, le informará y se alegrará por mi" (seguro, ambos compartimos el mismo Honor) Con menos pelo salgo a la calle.
Prensa regional/nacional, echar la quiniela y comprarme unos vaqueros. Sobre la once de la mañana, me tomo un pincho de tortilla. Me queda ir al supermercado del "árbol" y pasado el mediodía ya estoy libre.
Hay días que uno parece levitar -hoy, era uno de ellos - El mejor lexatín, la compañía de algún amigo, como sé los nidos donde van a"piar" (beber) levanto el vuelo.
Mi vaso de tubo lleno de cerveza sobresale sobre sus catavinos, las tapas de mejillones, chistorra y alguna otra que rechazamos mientras pasan las horas.
Me preguntan por mi querido amigo y maestro Ávila, todos ponemos la vista sobre la mesa del fondo - hoy, vacía y con el cartel de "reservada" - Nos hallamos en La Goleta. Les digo, que pronto estará entre nosotros lleno de plenitud. Como así será.
Sale a relucir el tema del fútbol, me atacan y la batalla estalla. No pueden conmigo, el Sporting ya se que esta en horas bajas, pero siempre me queda el Barça...y aquí les duele a los milhojas.
Ya son las tres y como a los singles nadie los espera ni los atan, a mirar pizarras en busca de un menú placentero. Sábado pasado y vivido.La semana que viene será corta para currar y larga para disfrutar.
Y al amigo que lleva por nombre el de una ciudad amurallada que le quiero un montón y sobre todo tenerlo pronto entre...nosotros. Ánimo...eu



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