El Oviedín del alma

Ahora que van a celebrar elecciones autonómicas en Galicia nuestros primos en Asturias bajo la presidencia de Manuel Quevedo se disponen un año más a celebrar el día de Galicia en Asturias en su 17 edición y ni cortos ni perezosos el día 9 en la sala de cámara del auditorio Príncipe Felipe impondrán la insignia de oro al rector de la Universidad de Oviedo Vicente Gotor y a la ministra de Fomento Ana Pastor que acaba de soltar un montón de millones de euros para terminar las obras del AVE en su tierra gallega mientras que aquí respecto al AVE Madrid/Asturias mira para otro lado. Ese día, claro, los espadas, últimamente desaparecidos, del Partido Popular de Asturias arroparan a la señora ministra con el delegado del Gobierno Gabino de Lorenzo  a su derecha y la presidenta dedocrática Mercedes Fernández a su siniestra. Seguro, Isidro Fernández Rozada y su celular estarán detrás, cubriendo la espalda de la señora ministra. Y es que el PP de Asturias continúa sin desvelar cuando celebrará su congreso regional que a lo mejor lo dejan ahora para fin de año. Total ¿Para qué celebrarlo si está todo el pescado vendido?.

Entre tanto el alcalde de Oviedo Agustín Iglesias Caunedo va tejiendo su tela de araña municipal deshaciendose de cualquier competidor futuro. Por tanto, puerta, como estaba previsto, al abogado Arturo González González de Mesa, hasta ahora líder del grupo municipal de Foro. El Oviedín de alma es muy complicado, caro amigo, y nunca supiste integrarte en él pese a haber vividor encima de la cafetería Rívoli en la calle de Uría. Ya me preocupó cuando a los pocos días de tomar posesión como concejal prescindió de su asesor de comunicación el periodista gijonés afincado en Oviedo Manuel Cimadevilla. Craso error no haberse dejado guiar por sus consejos, buen conocedor como es de nuestra sociedad doliente. Ahora queda al frente del negocio el catedrático Andres Llavona. El, como sus compañeros, sí es del Oviedín de alma. Apellidos ilustres de familias de medio pelo que lo mismo aplauden una representación de la Traviata en el Teatro Campoamor que al jugador Mantovani en el estadio Carlos Tartiere. La verdad es que el partido que lidera Francisco Alvarez-Cascos no tuvo suerte en la capital del Principado, que lo suyo es Gijón donde acertó de pleno con la candidatura aunque ahora Carmen Alsina haya dado la espantada. El general secretario pensó en un primer momento en la decana del Colegio de Médicos de Asturias y esposa de su diputado Enrique Alvarez Sostres, la doctora Carmen Rodríguez, pero ésta no aceptó; luego el prometedor Gonzalo Botas también se bajo del tren recayendo semejante responsabilidad en el citado Arturo González González de Mesa. Este caballero es guerrero, hay que reconocerlo. En un mitin electoral en el Calatrava llamó de todo a Gabino de Lorenzo, espantando a la derecha local, y luego, comentarios en romerías aparte, casi llega a las manos con Agustín Iglesias Caunedo. Vamos, que su defenestración se veía venir. Como ni el PP ni el Foro van bien y la política de superderechas de Mariano Rajoy no les beneficia precisamente a lo mejor ha llegado el momento de que la errática derecha asturiana vuelva a unirse, claro que para eso hay que tener altura de miras y sentido del deber ciudadano lo que ya desde hace tiempo echo en falta en la mayoría de nuestros dirigentes. En fin, amigos, a ver si nos tranquilizamos y como diría el arzobispo Jesús Sanz pensamos más en el prójimo.



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