Inyecciones de reanimación

Algunos estudios señalan que de los seis primeros países europeos, hay cinco que se valoran así mismos por encima de lo que les valoran los demás. El único país que valora así mismo por debajo de lo que le valoran franceses, alemanes, ingleses e italianos, es España.

El Alto Comisionado de la Marca España decía que causa asombro lo derrotistas que somos, como nos flagelamos. El fenómeno no es nuevo. Desde siempre hemos oído aquello de “ esto solo sucede en este país”, arrastrando el complejo de inferioridad respecto a otros países de nuestro entorno. A veces estos sentimientos depresivos se tratan de combatir acudiendo a memorias históricas y malquereres ajenos.

 

Nuestra literatura está llena de obras que reflejan “el dolor de España”, siendo escasas, por el contrario, las que optan por la valoración serena e incluso por el exagerado canto patriótico.La historia de los españoles recoge muchos momentos que propician estos sentimientos en uno u otro sentido, determinando que se pase de la sublimación de pueblo elegído a la más negra calificación como colectivo capaz.

Ahora mismo los síndromes de abatimiento y pesimismo que provoca la  crisis, suponen un lastre añadido a los esfuerzos para superarla e iniciar la recuperación que nos permita la deseada estabilidad social y económica.

 

Ultimamente los llamamientos a la confianza parecen haber perdido fuerza, mientras aumentan las predicciones catastrofistas.y un cierto ensañamiento desde fuera reiterando estereotipos muy alejados de las actuales capacidades y talante de los españoles. Es cierto que necesitamos ayuda,pero también nuestros socios europeos se benefician de las fortalezas económicas de España.

Nuestro país lidera puestos en el ranking de la producción mundial.Tenemos empresas que están a la cabeza de sectores como turismo, textil o energía.Hay posiciones punteras en alimentación, banca, telecomunicaciones, infraestructuras, ferrocarriles y alta tecnología. El músculo económico de España, con una ayuda puntual, es determinante para acortar el tiempo de recuperación.

 

Es verdad que la crisis nos ha dejado con las defensas debilitadas y con los valores “muy tocados”. Por eso decía el presidente de la CEOE,que hacen falta inyecciones de reanimación para incorporar la iniciativa individual junto a ls empresas que son los auténticos motores para erradicar la desconfianza.

La nueva Marca España hay que recrearla entre todos, porque es la imagen que proyectamos como país los españoles, sus empresas, su cultura, su arte;la percepción que los demás tienen de nosotros. A este respecto el Alto Comisionado de la Marca España , añadía: Es hora de presentar una serie de realizaciones que son desconocidas en el extranjero e incluso por los propios españoles.

NOTA FINAL.-Comportamientos como la permisividad en el asalto a dos supermercados y la justificación política o la compra de trenes que no tienen vías, hacen polvo la imagen de un país y anulan cualquier inyección de reanimación

                                                                                                                  jlpoyal@telecable.es



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