Se trata de una nación, no de un partido

¿Sólo reducir el déficit? No! Incentivos para el crecimiento


Es incomprensible que por unos centenares de miles de euros de ahorro se disminuya la I+D+i o los servicios de dependencia o los profesores universitarios... y se trasladen a los bancos miles de millones. ¿Qué ha pasado con los más de 300.000 millones de euros que las instituciones bancarias han consumido en la "barra" del BCE? ¿Dónde han ido a parar los miles de millones de los "agujeros" de tantos bancos y cajas?

Disminuir el déficit y proporcionar incentivos y no agravar el desempleo, y no producir trastornos irreversibles en el tejido social de España.

Necesitamos un proyecto de futuro que dé fuerzas para sobrellevar condiciones progresivamente difíciles. El por-venir está por-hacer, me gusta repetir. Pero para hacerlo, para construir un devenir solidario que atienda a todos los seres humanos, sin excepción, precisamos saber la verdad, ver transparencia en las actuaciones públicas, saber diagnósticos y razón de los tratamientos aplicados.

Sin salud, sin educación, sin conocimiento, no hay diseños ilusionantes del mañana.

Sin explicaciones, sin consultas previas, sin flexibilidad, sin capacidad de revisión... el ambiente social se enrarecerá progresivamente.

Hay que cambiar de modelo productivo para no recaer en las pautas que han conducido a las "burbujas", a la especulación, a la deslocalización, a las exageradas inversiones en seguridad.

La automatización y la robotización disminuyen el empleo y las necesidades de mano de obra, y, al mismo tiempo, amplían las posibilidades de trabajo que proporciona el nuevo contexto creado por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

La estabilidad de un país depende en buena medida de la facultad "reestablecedora de equilibrio" que es propia de las clases medias, que pueden actuar con desprendimiento hacia abajo y con firmeza hacia arriba. Sería muy grave que se afectase esta función social tan relevante para evitar desgarros y males mayores.

No caigan en la "trampa europea" de reducir obcecadamente el déficit, de sólo tener en cuenta las primas de riesgo y la reacción de los "mercados". Stiglitz y Krugman llevan tiempo advirtiendo de que no hay crecimiento sólo con recortes.

Ayer prometí dar una serie de "ideas" para el cambio (la mayoría son obvias):

-Reforzar la progresividad del IRPF, con especial referencia a las grandes fortunas.

-Transformación radical de las SICAV, disponiendo rápidamente de mecanismos de control y la dispensación de impuestos sólo cuando la realizaciones lo justificaran, procurando la no emigración de los fondos a paraísos fiscales europeos.

-Impuesto general y proporcional sobre el patrimonio, con conocimiento de todos los depósitos en España y en el exterior. -La eliminación de las posiciones "a corto" en la Bolsa.

-Inmediata rectificación de las medidas de amnistía fiscal, contraproducentes, faltas de ética y que desincentivan la tributación honesta.

-Activísima acción de la Agencia Tributaria contra el fraude fiscal. -Impuesto sobre las Transacciones Financieras.

-Reactivación de las actividades propias del I+D+i, educación y salud.

Está en juego el destino de los ciudadanos de una nación y debe ser -olvidando la insolidaridad del próximo pasado- el resultado de una acción concertada entre todos para poner al mercado en su sitio, para terminar con esta estafa monumental que la Unión Europea ha permitido en lugar de una correcta actuación del Banco Central Europeo y una rápida federación fiscal, para inventar el futuro que anhelamos.

Sí: se trata de los intereses de una nación, no de un partido.

Una nación entera puede hacer frente, en el marco europeo, a los desafíos actuales. Un partido solo, por mayoritario que sea, no puede



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