Asturias se debilita cada vez más

Antes que nada debo felicitar al concejal ovetense Benjamín Rodríguez Cabañas, presidente de la única peña del Atlético de Madrid existente en la capital del Principado con sede en el restaurante Casa Ramón en El Fontán por haber llegado a la final de la Copa de Europa que deberá disputar contra el Atlétic de Bilbao. Pero en este desapacible sábado, lluvioso y tristón, no puedo por menos que reflexionar sobre la que está cayendo en España y en Asturias. Más de un ciudadano de a pié me lo dice: Avila“, cada mañana me apetece menos levantarme de la cama, escuchando un día sí y otro también los rayos apocalípticos con los que nos amenaza Mariano Rajoy y sus descordinados ministros“. Estoy de acuerdo, no se puede asustar al ciudadano cada 24 horas soltando anuncios apocalípticos de recortes en los servicios básicos y que afectan al bolsillo de los menos pudientes, no, desde luego, a los de los políticos confortablemente instalados en los sillones de las distintas administraciones públicas.

Ahora el IVA, antes el IBI, después sabe Dios cual será el tijeretazo. A mi no me vale el argumento de que todo es culpa del gobierno anterior. Ya lo sabían y el tiempo pasa y el paro aumenta y con él la pobreza que de continuar así dará paso en nuestros país -¡Eramos la octava potencia industrial del mundo!- a la miseria. Veo, ojalá me equivoque, a Mariano Rajoy perdido, dando bandazos. Empiezan a marcarse demasiado en su rostro las ojeras y el pelo a veces se lo noto como desteñido. Si, lo confieso, me preocupa y mucho la deriva que está tomando el Gobierno de la nación y me preocupa también  la situación de Asturias donde la elección de presidente del Principado lleva camino de convertirse en un largometraje al estilo de “Lo que el viento se llevó”, muy lejano aún de que aparezca en nuestra pantalla el “The end” de este culebrón político institucional.

¿Estará anestesiada la sociedad asturiana?. O poco menos. Viendo ayer lo sucedido en el parlamento regional no me cabe duda. Media hora antes de iniciar su actividad la Junta General del Principado en esta novena legislataura el Tribunal Superior de Justicia revoluciona el hemiciclo y los medios de comunicación haciendo pública su sentencia favor del recurso sobre los votos de los emigrantes de la zona occidental presentado por Foro Asturias. Los líderes de los partidos, nerviosos y huidizos de los periodistas, buscan un consenso apurado e improvisado para la elección de la mesa. No veo con garra ni a Javier Fernández, ni a Francisco Alvarez-Cascos, ni a Mercedes Fernández ni a Jesús Iglesias. Están como agarrotados, deseosos de sentarse en su sillón en el hemiciclo al que acceden sin rozarse con ningún otro ser viviente, especialmente si son informadores. Desde el palco preferencial del público, solo ocupado por medio centenar de vips, estos observan la función como si se tratase de una zarzuela de las que se reponen en el Teatro Campoamor. No veo a ninguno de nuestros 44 diputados -de momento ya nos han birlado uno- entrar con paso firme y decididor. Todos, insisto, huidizos, como si fueran culpables de algo o fueran a robarles la cartera. Para más inri el único algo asequible es el de UPyD Ignacio Prendes pero tiene una cara de asustado que también me desmoraliza. Para colmo le han situado junto a los cinco de IU con los que evidentemente su jefa Rosa Díez, glamurosa en medio de los vips, no hace migas. Fuera, en la calle, el ciudadano cambia de acera con paso ligero en busca de trabajo. No le interesa lo más mínimo lo que esté pasando en el palacio del parlamento regional. Unas calles más arriba, en otro de los principales teatros de la ciudad, el Auditorio, la UGT asturiana da sus medallas de oro a Cándido Méndez y a Ignacio Toxo. Ya se sabe, estamos en una época en que todo queda en casa, por si acaso. ¿Y que es del presidente de la patronal Severino García Vigón?. Ni está ni se le espera. Anda también como desaparecido. Ni su eficiente secretario general de FADE Alberto González logra tapar el boquete por el que Asturias va camino de no se sabe donde.

Poca fiesta habrá este puente del primero de mayo. Es la fiesta del trabajo y hay poco que celebrar. Hasta me preguntan donde están los del 15-M. El pulso de Asturias se debilita cada vez más. La Administración está paralizada, a la espera sus consejeros de ser relevados; el Real Oviedo, al decir de los técnicos en auditorias, está en situación de disolución y el Sporting, con pie y medio en la segunda división. Virgencita, virgencita -me refiero a la Santina- que me deje como estoy.



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