Fiestas y turismo: Ya pasó la Semana Santa

Fiestas y turismo: Ya pasó la Semana Santa

Por Manuel García Linares.-Quizá por ser la primera semana de vacaciones, en el año, es tan esperada, y decepciona el contemplar cuán rápida se va.

La Semana Santa, para los católicos, es una semana de meditación y reflexión, para los agnósticos, ateos o no practicantes es un momento de relax y diversión, pero todo ello se celebra en una semana del calendario gregoriano sustituto del calendario juliano, osea, un calendario cristiano que conmemora la crucifixión de Jesús, lo que, al margen de cualquier análisis teológico o filosófico, viene a ser un recordatorio anual de la muerte de un inocente, lo que debería de ser un móvil para meditar sobre las injusticias, pero, al igual que Pilatos, hizo en su momento, también nosotros nos lavamos las manos y miramos para otro lado.

Vivimos unos momentos convulsos en que de pronto, asustados por una situación inestable, en vez de buscar la solidaridad y la convivencia de mutua ayuda para empujar, todos a una y sacar el carro del atolladero, escurrimos el bulto tratando de cargar la culpa, de esta situación al vecino de enfrente o del al lado, e incluso volvemos a querer atacar a la iglesia como si ella fuese la responsable de

nuestros males derivados del gran poder feudal que en su momento ha ejercido.

Somos tan torpes que en vez de aprovechar el patrimonio que nos ha brindado, a través de los siglos, una vez que los podemos utilizar con atracción para el turismo, los abandonamos e incluso nos gustaría destruirlos. La barbarie y la ignorancia son libres.

Gracias a La Semana Santa, miles de escritores, editoriales, proyectistas, imagineros o artesanos en general, gozan de una gran calidad de vida con un trabajo garantizado, y no hablemos de los establecimientos turísticos, bares, restaurantes u hoteles; además del sol, el turismo en España se alimenta de las celebraciones religiosas que van desde el Camino de Santiago, todo el año, a la Navidad o la Semana Santa, pasando por las fiestas patronales; si esto nos faltase, ¿ que podríamos ofrecer con carácter personal que no fuesen el producto de las multinacionales con sus atracciones, alimentadas por los fondos públicos.?

Ya terminó la semana Santa, el primer periodo vacacional del mundo occidental que, curiosamente, cada dia es mas ateo y más agnóstico o simplemente más vacío pero que se sigue rigiendo por el calendario gregoriano que sustituyó al Juliano, pero, al menos en España, la Semana Santa es de una riqueza y colorido inigualable, para los creyentes es una reconfortante fuente de emociones que nos aportan serenidad y energía, para los no creyentes es un esplendoroso espectáculo sin parangón en ninguna otra religión; el colorido las luces, la riqueza de la imaginería y la ornamentación de los pasos,.las saetas, todo ello envuelto en una intensa vida que además proporciona trabajo a miles de personas durante todo el año y por supuesto es la mejor oferta del mundo como atracción para el turismo, junto al buen clima y la gastronomía.

 

En Asturias han crecido en ofertas turísticas en aquellos pueblos y ciudades en donde se han ido recuperando las procesiones y recreaciones de las historias bíblicas con sus procesiones, en Oviedo, Gijon, Avilés, Villaviciosa, Luarca, Navia, Llanes, Infiesto, Ribadesella... los Oscos, por mencionar algunas, en Navelgas, habíamos aportado hace años por la crucifixión en vivo y la recuperación de la “noche de tinieblas” o “matar a Pilatos”, con el atronar de “carracas” y “matracas”...pero ha sido una intención fallida...preferimos las copas y la orquesta, sin esfuerzo, aunque solamente sea para el pueblo, sin atractivo para el incremento del turismo. Vivir para ver.

 


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