Dos formas muy distintas de acercarse a Gibraltar

Dos formas muy distintas de acercarse a Gibraltar

Acercarse a Gibraltar suele ser difícil, como han comprobado casi todos los participantes de la Barcelona World Race. El Hugo Boss no es una excepción. Lleva días ciñendo contra un viento del Nordeste primero y del Este ahora, cada vez más fuerte y contrario, mientras ve cómo aumenta el tráfico marítimo en esta zona, lo que exige toda la atención de Andy Meiklejohn y Wouter Verbraak, que podrían llegar a Barcelona entre el jueves por la tarde y el viernes por la mañana.

 

Hasta ahora el barco británico ha evitado navegar al norte de la latitud de Gibraltar, en el golfo de Cádiz, donde arrecia el viento y se encuentra la mar más dura. Las condiciones son menos duras, en cambio, cerca de las costas marroquíes, pues cerca de tierra se navega bajo la protección del continente africano en la aproximación final al Estrecho.

 

Mientras tanto, el Fòrum Marítim Català es el primer barco de la flota que puede aproximarse a Gibraltar con vientos portantes desde el suroeste de Canarias. A primera hora de esta tarde se encuentra a unas 450 millas del Estrecho y navega a medias superiores a los 13 nudos. “Es verdad que ahora tenemos suerte con esta borrasca, pero esto forma parte del juego; y también es cierto que otras veces hemos tenido mala suerte con el tiempo”, ha comentado esta mañana Gerard Marín, muy satisfecho con “esta despedida” de la regata, navegando “cómodamente” con un viento por la aleta de 18 a 20 nudos.

 

A punto de culminar su primera vuelta al mundo, el navegante catalán ha indicado: “Es un paso grande en mi carrera deportiva, pero aún tengo que digerirlo. Es algo que te llena de orgullo y confianza, y significa que puedo hacer más cosas en el futuro”.

En cuanto a las dificultades del aparejo que afectan al Fòrum Marítim Català, Marín ha indicado que las diagonales 4 y 3 [jarcia de la parte superior del palo] se han destensado. Pese a que la situación no ha empeorado en los últimos días, navegan normalmente con la mayor con un rizo y velas de proa fraccionadas porque de lo contrario la perilla del palo flexa peligrosamente. “La mayor podemos izarla a tope, pero nunca en ceñida pura y dura. Y tenemos que empezar a rizar unos tres o cuatro nudos antes de lo que haríamos normalmente”, ha explicado.

 

Aún en el Atlántico Sur, el We Are Water navega con unos alisios irregulares. “Ceñir entre chubascos de más de 30 nudos con dos rizos y trinqueta dando constantes pantocazos y con una temperatura dentro del barco de 35 grados” es la situación a la que se enfrentan Jaume Mumbrú y Cali Sanmartí camino del Ecuador, del que se encuentran a unas 300 millas y que podrían cruzar mañana a última hora.

El cinturón de calmas ecuatoriales además, es bastante ancho, pero en su interior se mantiene un ligero flujo de viento del Este que debería seguir impulsando al We Are Water hacia el norte, hasta encontrar los alisios del nordeste.

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