Nada mejor que como en casa. En familia. Antonio Cabello corre la Vuelta a España casi como si no hubiera salido del techo que le cobija. Vuelve a casa Antonio, el hijo y el otro Antonio, el padre y mentor. El entrenador y también consejero, con la sexta etapa de la Vuelta que llegaba a Córdoba. Aquí les abandonará Chari Baena, la madre y esposa. Ellas se queda en casa, al abrigo del calor cordobés para seguir levantando el negocio familiar, la tienda “Ciclos Cabello”. Todo queda en casa.
Para Antonio Cabello, el joven de 21 años que asoma la cabeza en el ciclismo profesional por segundo año, esta Vuelta supone su debut en una grande. Lo nota. El tópico de la velocidad sale al instante al reclamarle diferencias. “Se va mucho más rápido. Si te levantas notando que estas bien, luego en carrera te sirve para aguantar cuando los demás aprietas. No tienes esa fuerza de la que disfrutas en amateurs. Allí cuando tenías buenas piernas estabas delante”. Matemática pura a pesar de que no le dio tiempo casi a catar la categoría inferior.
Un año tan solo duró Antonio en sub23 antes de dar el salto a profesionales. “Es como pasar de 125 a moto GP”, confronta. “Pero ya me voy adaptando a este ritmo. Cada día noto que cojo mejor el punto”, afirma. Después de su debut el pasado año en la máxima categoría, se estrena ahora en la Vuelta a España. Para los Cabello la sexta etapa ha sido como correr en casa pero al acabar, ésta vez los trastos no se pueden recoger, cubrir una corta distancia y acabar durmiendo en la cama propia. Hay que seguir adelante. La Vuelta espera.
Tendrá pues Antonio que 'soportar' a su padre dos semanas más dándole órdenes. Así son los progenitores. Pero en ese transcurso es como el resto. No hay diferencias. “Incluso me exige más porque no quiere que se note que soy su hijo”. Reconoce que “un poco de presión sí tengo porque es mi padre pero en realidad no tiene tanta importancia”. Cuando llegué a Madrid, descuelgue el dorsal 23 de su maillot y deje la bicicleta abandonada en el trastero por exigencias del descanso y la recuperación el ciclismo se olvida. “En casa no se habla de trabajo”.
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