Un Día de Asturias con penas pero sin gloria

Un Día de Asturias con penas pero sin gloria

El Día de Asturias de este año de 2013, al que, vaya por delante, este medio llama a celebrar como expresión de la mejor tradición comunitaria de la sociedad asturiana, es, casi con seguridad, el de mayor desafección y pérdida de identidad de los habidos en la historia.

 

Un hipotético invasor sarraceno --léase deslocalización, penalización de Madrid, abandono industrial..- que penetrase con sus huestes Huerna adelante se frotaría las manos a la vista de la desunión manifiesta --con celebraciones en Villaviciosa, Cangas de Onís, Llanera, Bimenes...-- que no hablan precisamente de una sociedad con firme conciencia de tal, e incluso del bajo tono de la cita cívico-religiosa que es la festividad en torno a La Santina, la Virgen de Covadonga, que ni en la web arzobispal se exalta con los esperados llamamientos.

 

Con el desprecio generalizado en los medios de comunicación estatales ya se cuenta. Ni una referencia al Día de Asturias mientras nos socarran hasta el hartazgo con la Diada, por ejemplo, ya forma parte desde hace años del panorama político asturiano en el conjunto ? de España. Pero el desarme moral, la pérdida de la propia dignidad del ser asturiano, de la identidad misma de Asturias, nunca habrán sido tan altos aún en una tierra, en un pueblo, que las ha pasado no de a quilo, sino de a tonelada. Y muchas de esas veces para sacar las castañas del fuego a quienes ahora lo miran con desdén.

 

Ya hemos advertido en el pasado que hay conductas que acaban pasando factura a la sociedad, minando su moral, rebajando su conciencia, su ser, desnortándola e impidiéndole fijar metas, objetivos a futuro.

 

El débil autogobierno asturiano cumple 30 años, sí. Pero viene siendo una Autonomía con la boca pequeña. Incluso desde los poderes públicos se asumió esa odiosa, por injusta, frasecilla de "no somos más que un barrio". Ninguno dice, si fuesen consecuentes, que Navarra no es más que medio barrio, que el País Vasco es otro barrio más pequeño que el nuestro, o que Cantabria, La Rioja, Murcia, Aragón...son calluques de barrio.

 

Ahora bien, recrearse en el cómo se ha llegado hasta aquí, al igual que soñar con el recreo de glorias pasadas, no son soluciones. Sí, en cambio, ser conscientes de la situación, reconocer el problema y reemprender el camino con nuevas armas.Hoy es un buen día para esa reflexión necesaria.

 

Una sociedad que no es consciente de sí misma, de su deber para con quienes nos han precedido y quienes nos consecuirán, que ha perdido su dignidad como ser individual y colectivo, que no se respeta a sí misma, es una sociedad sin rumbo y, lo que es peor, sin futuro.

 

El rearme moral está en nuestra mano colectiva. Recuperar la dignidad, también. Hoy es el Día de Asturias. Un buen día para comenzar de nuevo sobre todo lo bueno, valioso, corajudo, tesonero, solidario y hasta mágico que late, todavía, en este Principado y sus gentes en el orbe conocido.

 

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