El Renault Z.E. acaba tercero y completa el podio de la Barcelona World Race

El Renault Z.E. acaba tercero y completa el podio de la Barcelona World Race

Pachi Rivero y Toño Piris culminan la vuelta al mundo sin parar en 97 días y 18 horas

·        “Hemos cumplido el objetivo” destacan los dos copatrones cántabros a su llegada

·        Los dos aseguran que la clave del éxito ha sido compartirlo todo y el apoyo del equipo de tierra

                  

La alegría por el trabajo realizado ha presidido esta mañana la llegada de Pachi Rivero y Toño Piris al acabar la Barcelona World Race en tercera posición a bordo del Renault Z.E. “Hemos cumplido el objetivo. Y esto es gracias a Toño y también a todo el equipo de tierra que nos ha apoyado en todo momento”, ha declarado un Rivero exhuberante poco después de acabar su segunda vuelta al mundo. “Hacer esta vuelta al mundo con Toño ha sido un placer, es un crack, maneja muy bien el barco y lo he disfrutado mucho con él”, ha añadido.

Más comedido, como es él, pero con una alegría rebosante que se le veía en los ojos, Toño Piris ha asegurado que el tercer puesto conseguido es “un papel digno”. “Y me quedo con el hecho de haber cumplido el gran reto que es dar la vuelta al mundo sin parar. Pachi apostó por no parar en Nueva Zelanda, yo lo veía más negro. Acabar terceros y sin parar es una experiencia inolvidable. Muchas gracias, Pachi. He disfrutado mucho. Ha habido momentos buenos y momentos malos, pero me quedo con los buenos”.

 

La complicidad entre estos dos amigos de infancia que acababan de compartir 97 días, 18 horas, 47 minutos y 36 segundos juntos para completar la vuelta al mundo sin parar ha presidido la llegada de Rivero y Piris, que se ha retrasado en el último momento cuando, tras pasar la boya de entrada en el puerto de Barcelona se han quedado sin viento. Sus abrazos antes de cruzar la línea de llegada ya denotaban claramente la alegría de esta pareja de cántabros. “Ayer fue el mejor día, cuando estuvimos ya seguros de que el cuarto no nos podía coger. Fue el primer momento en que nos sentimos relajados desde que en Nueva Zelanda nos pusimos terceros”, ha confesado antes de bajarse del barco Piris, que con ésta ha dado ya tres vueltas al mundo.

 

“Hemos compartido todas las decisiones”

Para Rivero ésta ha sido su segunda vuelta al mundo, después de quedar cuarto en la primera edición de la Barcelona World Race, en compañía de Javier ‘Bubi’ Sansó. “En esta ocasión hemos vivido mucho tiempo juntos, hemos estado mucho tiempo en cubierta los dos, y cada uno hemos descansado cuando hemos podido, hemos compartido muchas maniobras y todas las decisiones. La otra vez fue más de hacer guardias”, ha explicado el patrón cántabro.

Rivero ha pedido también continuidad en los patrocinios de la vela oceánica para poder alcanzar definitivamente el nivel de los mejores especialistas mundiales. “Ya estamos allí, pero nos hace falta continuidad. Jean-Pierre Dick sabe qué va a hacer mañana: sacar el barco del agua para preparar la Vendée Globe. Yo mañana me voy a casa, porque no tengo barco”, ha explicado.

 

Cuestión de seguridad

 

Ha tenido palabras de especial agradecimiento para el proyecto de investigación WIN-D, promovido por la Fundació Navegació Oceànica Barcelona, que con la colaboración del Institut Químic de Sarrià desarrolló una nueva cola que les ha permitido reparar la vela mayor a bordo. “Sin ellos, no hubiéramos acabado terceros”, ha destacado.

Tanto Rivero como Piris han alabado también el trabajo de la organización, que ha estado siempre pendiente de los participantes. “Esto te da una seguridad tremenda. Una vez, a las 3 de la madrugada, nos llamaron para avisarnos de que teníamos dos icebergs en la proa”, ha asegurado Piris.

Con la llegada del Renault Z.E. se ha completado el podio de esta tercera Barcelona World Race, que el lunes venció el Virbac-Paprec 3 de Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron. El segundo puesto se lo adjudicaron el martes los vascos Iker Martínez y Xabi Fernández a bordo del MAPFRE. Mañana por la mañana se espera la llegada del cuarto clasificado y primer barco barcelonés, el Estrella Damm de Alex Pella y Pepe Ribes.

 

LA REGATA DEL RENAULT Z.E.

 

Tras un comienzo irregular, Pachi Rivero y Toño Piris completan una muy buena Barcelona World Race. En 20 días remontan de la decimosegunda posición a la quinta en el Atlántico. A partir de allí exhiben una gran regularidad y logran ponerse terceros en el estrecho de Cook, una posición que mantienen hasta Barcelona.

La frase “de menos a más” le cae a la perfección a la Barcelona World Race del Renault Z.E. Ante la primera decisión estratégica del Mediterráneo, deciden navegar más al este del grueso de la flota y se descuelgan de la cabeza. 49 millas en un día es todo un lastre para la primera jornada. En el mar de Alborán, viene la segunda penalización meteorológica. Eligen ir junto a la costa española y se quedan desventados y con corriente en contra en la puerta del Estrecho. No cruzan Gibraltar hasta el 5 de enero. Lo hacen en undécima posición, a 300 millas del líder, detrás del We Are Water y por delante del Fòrum Marítim Català con quien se alternan los puestos 11 y 12 de la clasificación durante un par de días.

 

El 9 de enero, Pachi Rivero y Toño Piris logran pasar Canarias por el oeste en décima posición a 380 millas del líder. Ese día están a 80 millas del GAES Centros Auditivos, a 110 del Neutrogena y comienzan a separarse del grupo de atrás. El 11 de enero superan Cabo Verde por el oeste. Como ese día se retira el Président, se colocan novenos y comienzan una gran escalada. Al día siguiente pasan al GAES Centros Auditivos y se ponen octavos a 240 millas del Neutrogena que es el que cierra el segundo grupo, formado por el Estrella Damm, el MAPFRE, el Mirabaud y el Groupe Bel. Están a 506 millas del líder.

Sin embargo la defensa de puesto ganado al GAES Centros Auditivos es trabajosa. Entre el 13 y el 18 de enero, entre el Atlántico Norte y calmas ecuatoriales, alternan posiciones con las chicas. En ese momento los cántabros ponen rumbo oeste y se separan del grueso de la flota. Rápidamente la decisión da frutos. El 19 sacan una tajada momentánea de la opción oeste extrema tomada por el Foncia, el Virbac-Paprec 3 y el MAPFRE y se ponen sextos. Al día siguiente la clasificación los muestra en séptima posición, pero la realidad indica que no han perdido un puesto, sino que han ganado dos. Es que ese día el Foncia, el Virbac-Paprec 3 y el MAPFRE vuelven a aparecer delante del Renault Z.E., como estaba previsto, pero los cántabros ya están delante del GAES Centros Auditivos y del Neutrogena. El 22 de enero, el que sufre la galopada de Pachi y Toño es elMirabaud, ya son sextos. Y cuatro días después, con la retirada del Foncia son quintos. Del decimosegundo al quinto puesto en veinte días.

 

La persecución del Índico

 

Febrero es el mes en el que Pachi y Toño se dedican a sembrar en el Índico para cosechar en el Pacífico. Es el tiempo de la gran persecución por los mares del sur. Comienzan el mes a 150 millas del Groupe Bel y el Estrella Damm, que navegan a la vista uno del otro. Están a 850 millas del Virbac-Paprec 3 y 300 del MAPFRE. El 12 de febrero pasan el Cabo Leeuwin alrededor de 400 millas por detrás del Groupe Bel y 700 detrás del Estrella Damm.

Nueve días después el Groupe Bel y el Estrella Damm paran en Wellington para hacer reparaciones. El Renault Z.E. sale del estrecho de Cook en tercera posición. Está a más de 600 millas del MAPFRE, pero ya está en posición de podio y no va a abandonar ese lugar hasta llegar a Barcelona. Sólo el Neutrogena en el Pacífico puso en peligro real esa posición. Boris Herrmann y Ryan Breymaier llegaron a ponerse a 20 millas de la popa del Renault Z.E. el primer día de marzo.


El 7 de marzo los cántabros doblan el cabo de Hornos en tercera posición y dos días después el Groupe Bel se detiene en Ushuaia, para luego abandonar. De esa manera sólo quedan dos barcos en la persecución del Renault Z.E., el Estrella Damm y Neutrogena, separados por sólo una milla entre ellos, y a 470 millas de Pachi y Toño.

 

Una ceñida eterna

El anticiclón de Santa Helena enciende las primeras alarmas del Renault Z.E. Una compresión muy grande le permite al Estrella Damm y el Neutrogena acercarse a menos de 150 millas de los cántabros. El acordeón persiste hasta la salida de las calmas ecuatoriales. La menor diferencia es de 76 millas el 24 de marzo. Pero el primero de abril vuelve a ser de 250 millas. 

Por si por algo se ha caracterizado esta subida del Atlántico, es por la interminable y agotadora ceñida en que se convirtió todo este océano para el Reanult Z.E. y sus perseguidores. A tal punto que durante esta parte del recorrido sufren el peor problema de la regata en la vela mayor, aunque lo solventan sin consecuencias.

Cuando parecía que ya se había acabado lo peor, el 4 de abril Gibraltar recibe a los patrones cántabros con más ceñida y viento de 40 nudos con ola de cara. El buen hacer marinero de Pachi y Toño evita cualquier problema y sortean su última tormenta sin daños. Aunque aún, en su camino a la llegada aún les esperaba una encalmada que retrasó su llegada hasta las primeras horas del día 8 de abril.

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