Una empresa burgalesa desarrolla un sistema de guiado automático óptico para carretillas elevadoras

Una empresa burgalesa desarrolla un sistema de guiado automático óptico para carretillas elevadoras

ntonio Martín/DICYTUna empresa burgalesa está desarrollando un proyecto de investigación y desarrollo (I+D) por el que se pretende dotar a las carretillas elevadoras que trabajan en almacenes de un sistema de guiado automático óptico. La compañía, ASTI, trabaja en el área de diseño y ejecución de instalaciones automatizadas para el transporte y manipulación de todo tipo de cargas. El objetivo del proyecto es conseguir que estas carretillas elevadoras (llamadas comúnmente toros, por sus palas en forma de asta con las que se sujetan los palés) se muevan a control remoto en una instalación cerrada. A partir de una cámara instalada en el chasis, el vehículo interpreta una serie de códigos bidireccionales instalados en el techo del almacén.

 

"Somos la única empresa en España que trabaja en el desarrollo de este tipo de vehículos", relata a DiCYT Rubén Martínez, del área de I+D de ASTI. La empresa está ubicada en Madrigalejo del Monte (provincia del Burgos) en unas instalaciones de 5.500 metros cuadrado que cuentan con talleres, oficinas, zona de exposición, laboratorio de I+D+i y área de pruebas. Desde 2009, la compañía cuenta con una oficina comercial en Buenos Aires. En su trayectoria, el equipo de investigación y desarrollo ha conseguido automatizar vehículos mediante dos sistemas: el magnético y el láser. Ahora están ensayando una mejora mediante recursos ópticos, que permitirán abaratar el coste de la automatización.

 

El sistema parte de la instalación de códigos bidireccionales, denominados Datamatrix, en los techos de las instalaciones donde va a operar la carretilla elevadora. Una cámara encima del vehículo permite "identificar la posición unívoca" del mismo, explica Martínez. El ordenador instalado a bordo permite la comunicación con el operario, que se encuentra fuera del vehículo y emplea otro computador para dar las órdenes al vehículo.

 

La principal diferencia de la solución ofrecida por la empresa burgalesa respecto a otras que se pueden encontrar en el mercado es su adaptación a las marcas comerciales de carretillas elevadoras existentes. "Si queremo automatizar un coche, por ejemplo, nos podemos plantear fabricar el coche desde el principio o adaptar la automatización a uno ya fabricado". En este último caso, se aprovecha todo el desarrollo tecnológico del vehículo para implementar una mejora. "Esto, de alguna manera, supone un riesgo para nosotros, ya que si se cambia el modelo del vehículo, dejamos de tener la posibilidad de introducir esta mejora en los protocolos de comunicación", prosigue Martínez. La principal ventaja, no obstante, reside en que esta forma de trabajar se adapta a las necesidades de los clientes que requieren de este tipo de servicios.


Precisión de 5 centímetros

 

En estos momentos, los ingenieros de la empresa han logrado una precisión de cinco centímetros más o menos en el destino final del vehículo. Aunque pueda parecer muy poco, el proyecto aún no ha logrado la excelencia. "Esta solución no nos vale", asevera Martínez. Las carretillas elevadoras tienen que mover palés de 1'2 a 0'8 metros de superficie a varios metros de altura, por lo que ese margen de error puede ofrecer fallos en el movimiento de las cargas. El guiado láser que han desarrollado desde la empresa, un producto ya concluido, ofrece un margen de un milímetro arriba o abajo. "La principal ventaja de la cámara respecto al láser es que es de bajo presupuesto. Para reducir costes en la automatización, es importante emplear este sistema óptico". ASTI prevé apurar estos márgenes y a final del año 2011 tener ya una versión comercial.

 

El empleo de códigos bidireccionales, Datamatrix, es común en otros desarrollos tecnológicos, apunta Martínez, que pone como ejemplo un proyecto piloto para obtener monodosis en el sector farmacéutico, reduciendo así el coste sanitario. El código bidireccional aporta mayor información que un código de barras, por lo que es una herramienta emergente en el ámbito de la investigación.

 

El caso de este proyecto de guiado automático, se emplea una cámara convencional de mercado para la visualización de los códigos bidireccionales. En un principio, los técnicos ensayaron con webcams, pero no registraban con la exactitud que se requería los códigos. Las cámaras permiten la navegación predictiva, mediante un ángulo de visión amplio, que permite seguir códigos situados a una distancia de entre dos y tres metros. Los ingenieros de ASTI desarrollar el programa informático que interpreta toda esta información y permite mover el vehículo. En el proyecto también colabora personal de la Universidad de Valladolid, que desarrolla la aplicación que permite la monitorización de los movimientos de la carretilla. La iniciativa pertenece a un proyecto de I+D en el que participa el CDTI, que financia aproximadamente el 30%.


Reducción de costes laborales

 

La principal aportación del guiado automático de vehículos es la reducción de costes para la empresa que emplea estos sistemas. "Reduce el número de operarios que utilizan las carretillas, por lo que las personas se pueden dedicar a aportar valor donde realmente se aporta valor". Esta aportación de valor se realiza porque el trabajador no destina parte de su tiempo a la conducción de un vehículo. "Estoy seguro que algún día existirán vehículos que nos lleven de una ciudad a otra, de Burgos a Madrid, por ejemplo. ¿Que aportamos en esos 200 kilómetros si se puede automatizar este proceso siguiendo, por ejemplo, las líneas marcadas en el pavimento? El valor es aportado en las calles, cuando se requiere orientación u otras habilidades, no en la autovía". También permite un mayor grado de seguridad en la gestión de cargas y una mayor calidad al servicio, apunta Martínez.

 

ASTI ha desarrollado sistemas de guiado automático láser para factorías como la de Campofrío, en La Bureba, o la de Aresa, en el Parque Tecnológico de Boecillo, del grupo aeronáutico Aciturri. Actualmente, el 60%a facturación de la compañía procede del exterior.


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