El PE pide plazos específicos para introducir eurobonos

El PE pide plazos específicos para introducir eurobonos

La Eurocámara ha aprobado este miércoles 16 de enero una resolución en la que exige un calendario con plazos específicos para la introducción de eurobonos. Los diputados sugieren una hoja de ruta estructurada en cuatro etapas, desde las medidas inmediatas para salir de la crisis hasta la emisión de bonos con el fin de financiar proyectos de interés europeo. El texto reitera que la emisión de una auténtica deuda europea contribuiría a la estabilidad de la moneda única.


La resolución, consensuada por los grupos del Partido Popular Europeo, Socialistas y Demócratas, Liberales y Verdes, y aprobada por 361 votos a favor, 268 en contra y 33 abstenciones, subraya que hay que encontrar vías alternativas para mantener abierto el acceso a los mercados y reducir el coste de empréstito de los Estados miembros. Estas vías no deben depender únicamente de mecanismos de rescate, destacan los diputados, al tiempo que hacen hincapié en que un sistema de eurobonos "no puede depender únicamente de un reducido número de Estados miembros con finanzas sostenibles".

El texto insiste en que la perspectiva de bonos comunes puede enviar un mensaje rotundo a los mercados financieros, contribuir a mantener la integridad de la Unión Económica y Monetaria, facilitar el retorno de la estabilidad económica y reducir la incertidumbre. En este sentido, es fundamental establecer cuanto antes un calendario con una hoja de ruta. Los diputados también piden a la Comisión que aclare su propuesta de condicionar la emisión común de deuda al respeto del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Hoja de ruta

La Eurocámara propone una hoja de ruta con cuatro etapas (aunque no indica fechas específicas), que concluirían en la emisión común de una auténtica deuda europea. En la primera etapa, que abarcaría las medidas inmediatas para salir de la crisis, el texto propone establecer un fondo de amortización europeo temporal para reducir la deuda hasta niveles sostenibles y tipos de interés asequibles. Además, se introducirían los llamados “eurobills” (emisión de deuda común a corto plazo), con el objetivo de proteger a los países frente a la falta de liquidez.

En una segunda etapa se introducirían los bonos azules, es decir, se emitiría deuda común a una proporción inferior al 60 por ciento del producto interior bruto (PIB) nacional. Igualmente, se prohibiría a los Estados miembros participantes emitir deuda preferente fuera de la emisión común.

La tercera etapa consistiría en la emisión común de deuda nacional, que requiere la modificación de los Tratados de la Unión Europea (UE) y, por tanto, solo se podría llevar a cabo a largo plazo. La cuarta y última etapa culminaría con la emisión común de una auténtica deuda europea con la que financiar inversiones en bienes públicos de la UE (infraestructura, investigación y desarrollo, etcétera). La emisión común de deuda debería ir acompañada de un presupuesto europeo reforzado.

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