Se busca tricampeón

Se busca tricampeón
Alonso y Vettel partirán cuarto y octavo en busca de la tercera corona.
 
No debe ser fácil ser tricampeón, y menos el más joven de la historia. Definitivamente no está a la altura de cualquiera, solo cinco hombres lo han conseguido en la historia de la F-1. El parto es duro, complicado, laborioso. Y la presión pesa, los nervios atenazan, incluso a dos superclase como Sebastian Vettel y Fernando Alonso. Da igual que pongan cara de póker, que entren silbando al paddock, que pidan violines para poner música al tópico de que “esta es una carrera más”. Los dos sufrieron en la crono, superados ampliamente por sus compañeros de equipo. Arrancan cuarto y séptimo (Maldonado fue sancionado con diez puestos), en mitad del follón, del peligro. Y si, además, llueve a la hora de la carrera (los pronósticos así lo anuncian tras acertar con algo de agua para la crono), los errores no se pagarán con unas décimas como en la crono de ayer, se tributan con abandonos, quien sabe si con el título. Sí, definitivamente, todo sigue abierto.
 
En cuclillas y la mirada perdida frente a su coche, Vettel escenificó con la mirada perdida su estado de ánimo tras la calificación, dominada por los McLaren, con una pole de Lewis Hamilton para despedirse del equipo. El cuarto puesto, a tres décimas de su compañero Mark Webber, no es lo que esperaba Vettel tras luchar por la poles (consiguió tres) en las seis últimas carreras. Cometió errores en sus intentos de vuelta rápida, se fue por la hierba en el primero, no encontró los mejores puntos de frenada en el segundo. “No estoy contento, desde luego. Pude hacerlo mejor. En el primer intento cometí un error en la curva cuatro, en el segundo no fui suficientemente rápido...”, desveló el alemán.
Es lo que tiene la última cita, especialmente en Interlagos, lo habitual deja de serlo, los automatismos fallan, todo son dudas cuanto te juegas el título. Así que el alemán arrancará donde menos le gusta, en la segunda línea, en la cuarta posición, con Felipe Massa, a su izquierda, Hulkenberg muy cerca... No era situación soñada, desde luego, ante una primera curva que pasa por ser de las más complicadas del mundial, a izquierdas en bajada, ciega, estrecha, seguida de las traicioneras “Eses de Senna”. Y sabe Vettel que Massa no se lo pondrá fácil si llega pareado. Las teorías conspirativas se han disparado en Brasil, con inevitables recuerdos de enganchones en la cita decisiva a cargo de Senna, Prost, Schumacher, Hill, Villeneuve...
 
Nadie espera algo sucio de Massa, pero el brasileño sí sabe Massa que su equipo no levantará hoy un precinto de su coche, ni dirá que tiene averías en su coche para penalizarle cinco puestos en la parrilla como siete días atrás en EEUU. “Si me dicen que tengo la caja de cambios averiada, correré con ella averiada”, dijo taxativamante el brasileño a la cadena televisión local “O Globo” mientras era jaleado por la “torcida”. Puede que, además, Ferrari le prefiera disputando a Vettel la posición en la primera curva.
 
El alemán está nervioso, pero ni más ni menos que Alonso, a tres décimas de Massa, en el octavo puesto por tiempos, después de hacer dos planos en sus dos intentos de vuelta rápida en la Q-3. “Los dos están notando la presión. Han sido superados ampliamente por sus compañeros, se les han visto errores que casi nunca cometen...”, certificó Nick Heidfeld. Alonso lo desmiente. “¿Nervios? Nada de eso. La clasificación ha ido como es habitual. A veces hice algo extraordinario para estar más arriba, aquí lo ha hecho Felipe”, reflexiona el asturiano, para quien en seco “es un objetivo probable llegar al podio”, algo insuficiente si Vettel puntúa. Por eso, “ahora sí que necesitamos lluvia, porque cuanto más lío, mejor”.

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