Estado de emergencia para los grandes simios

Estado de emergencia para los grandes simios

Unescopress.-¿Los grandes simios están condenados a desaparecer? Para frenar la amenaza de extinción de estos primates nació, en 2002, la Alianza para la Supervivencia de los Grandes Simios (GRASP), cuyo Consejo se reúne hoy en la Sede de la UNESCO. Desde el lanzamiento de esta iniciativa, coordinada por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la UNESCO, la población de estos primates no ha cesado de disminuir. Frente a esta situación alarmante, el GRASP definirá una nueva estrategia para tratar de invertir la tendencia.

 

Los gorilas, chimpancés, bonobos y orangutanes, que tienen su hábitat natural en el África Ecuatorial y el Sureste asiático, están sometidos a amenazas crecientes tales como la caza furtiva, el comercio de primates, las guerras, la destrucción de los ecosistemas forestales, el cambio climático o la propagación de enfermedades tales como el virus de Ébola. Ello se está traduciendo en una baja espectacular del número de estos primates y la fragmentación de su hábitat, que da lugar a poblaciones con pocos ejemplares, dispersas y cada vez más vulnerables. De hecho, los grandes simios figuran en la Lista Roja de especies animales amenazadas de la Organización Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

 

En la reunión del Consejo del GRASP se tratarán temas tales como el refuerzo de la lucha contra el comercio ilegal de animales, el uso de medios tecnológicos modernos para reforzar la supervivencia de los grandes simios (como por ejemplo sensores capaces de detectar los movimientos de cazadores furtivos o aplicaciones de telefonía móvil destinadas a sensibilizar contra el consumo creciente de aceite de palma, cuyo cultivo daña el hábitat natural de los primates), el intercambio de experiencias entre diferentes actores implicados o el desarrollo del turismo ecológico en las zonas protegidas.

Russell Mittermeier, presidente de Conservation International y uno de los patronos del GRASP, Ian Redmond, de la Alianza de los Grandes Simios (Ape Alliance), John Scanlon, secretario general de la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES), Carlos Manuel Rodríguez, ex ministro de Medio Ambiente de Costa Rica o Mary Humphrey, presidenta del Instituto Jane Goodall figuran entre los 200 participantes en el Consejo.

 

El Proyecto para la Supervivencia de los Grandes Simios (GRASP) nació en 2001 bajo los auspicios del PNUMA con el objetivo de conservar poblaciones viables de grandes simios y el hábitat en el que viven. En la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible celebrada en Durban (Sudádrica) en 2002, el proyecto se transformó en una Alianza que reúne a un centenar de miembros: organismos de Naciones Unidas, gobiernos (en particular los de aquellos países en los que viven estos animales), representantes de la sociedad civil y del sector privado. La UNESCO y el PNUMA ejercen la secretaría conjunta del GRASP.

La primera reunión intergubernamental sobre los grandes simios tuvo lugar en Kinshasa (República Democrática de Congo) en 2005. En ella se firmó la Declaración de Kinshasha, en la que los representantes de los Estados de la zona de repartición de los grandes simios se comprometieron a tomar todas las medidas en su mano para defender a los primates.

 

 

 

 

 

FOTO: © M. Graye, IGCP Mother and child Mountain Gorillas, Democratic Republic of the Congo

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