Los graneros del faraón

Los graneros del faraón

Por Manuel García Linares.-Lo bueno del verano es que los días son mas largos, la temperatura te infunde energía a través de las radiaciones solares, que parece aportar vitamina C., la alegría se nota en las expresiones de los viandantes que nos recuerdan a esos caribeños que son felices con el sol y las bananas, apenas si necesitan vestimentas y el alimento te lo aporta el entorno.

 

En estos meridianos los días largos que aportan luz, se reducen a un muy corto espacio de tiempo, por ello se dice que unos alimentos mas contundentes que los del trópico y uno de esos alimentos es el pan. Cuando uno se sienta en una buena mesa, lo primero que percibe tras el entorno y la limpieza es el plato con el pan; ahora se ha puesto de moda el ofrecerte un abanico de panes atractivos y sabrosos, de trigo, centeno, escanda, boroña, con semillas, con pasas, ecétera, ecétera; si el pan no es bueno uno se pone de mal humor pero si es sabroso puede terminar arruinándonos una comida porque cuando llega el primer plato, nosotros ya nos hemos llenado de pan.

 

Que frágil es nuestra memoria, aunque sea “histórica o histérica”, yo recuerdo la época del estraperlo, época de hambre y miseria en donde uno de los productos mas manipulados era la harina, “de este y otros costados”, tal es así que los panaderos, ayer igual que hoy hicieron su agosto; no en vano el pan, a pesar de los celiacos, es el alimento básico y sino que se los cuenten a José cuando sus hermanos lo iban a ver al palacio del Faraón, Egipto, para pedirle unos sacos de grano con intención de mitigar el hambre, aquellos faraones basaban su poder en dos elementos dorados, al igual que Navelgas: el oro y las doradas espigas de trigo.

 

En Navelgas ya hace unos años que se vienen haciendo siembra y siega de trigo, vamos todos de la mano de Lolo Rocha y Alicia, del Businando; ahora se hace la recolección en un par de tierras terminando la faena con una merienda, gaita, bota y cantarinos, en una fiesta fiesta a la vieja usanza para celebrar la “cosecha”, porque las fiestas deben de tener algún sentido, pero dentro de unos años posiblemente vea, como en mi niñez, los montes de alrededor llenos de trigo y centeno, porque esta no es zona de escanda, y todo ello como solución para una recesión que sabemos como ha empezado pero a la que no vemos como pueda terminar.

 

Ahora en Navelgas se empiezan a llenar de grano, nuevamente, las paneras y los horreos, quizás las gentes quieran prevenir el tener que ir a buscar a algún hermano en el palacio municipal con el fin de que nos aporten algo de “grano” acumulable a la deuda de la “prima”, al lado de la tierra que hemos segado de trigo, en la sierra de Paniceiros, donde las ánimas se aparecían en las noches de invierno y perseguían a los viandantes junto a la capilla de “Cutarietso”, aquí ahora hay sembrado, también, maíz forrajero para los silos, como alimento para el ganado, puesto que el maiz de la panoya dicen que ya no es rentable, dentro de poco vamos a tener problemas para hacer la “esfoyaza” o “esfoyón” como dicen en mi pueblo; es realmente asombroso el crecimiento de las plantas, las que yo creía que tenían dos o tres meses, no llegaban al mes y medio con mas de un metro de altura, ¡ ay ! Si los faraones hubiesen habitado estas tierras, aunque para faraones del momento, tenemos a los alcaldes de Tineo, nuevos señores feudales dueños de vidas y haciendas... y por pruebas fehacientes, con derecho de pernada.

 


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