Los de Alfredo Riera perdieron con claridad (76-55) ante el Plasencia, rival directo por la permanencia

Mal partido y mala imagen del Oviedo Baloncesto en su desplazamiento a Plasencia para enfrentarse al colista y rival directo por la permanencia.

El equipo carbayón fue siempre a remolque y, aunque por momentos pareció que podía engancharse, acabó cediendo una derrota demasiado amplia para lo que había en juego.

En el primer cuarto, todo estuvo muy igualado y sólo en la recta final del mismo los placentinos lograron tomar una pequeña ventaja de cuatro puntos al final de un periodo con un juego muy malo por las dos partes. Un parcial de 7-0 en el inicio del segundo cuarto comenzó a marcar la debacle, llegando la ventaja local a los trece puntos mediado el segundo periodo, aunque se quedó en ocho al final del mismo (37-29).

En este segundo cuarto, debutó en las filas del Oviedo Devon Peltier, escolta americano que aún no está acoplado al equipo. La otra incorporación, el ala-pívot Alejo Rodríguez, no pudo jugar al no tener aún el transfer.

Tras el descanso, el Oviedo pareció reaccionar y un parcial de 5-11, con Adrián Macía y Agustín Prieto como anotadores, permitió a los de Alfredo Riera ponerse a dos puntos, lo que parecía albergar esperanzas en la victoria. Fue un sueño que se evaporó demasiado deprisa.

En tan sólo dos minutos y medio, Plasencia se fue a diez de ventaja y dejaba al Oviedo ya definitivamente atrás. Su tirón dejó sin reacción al Oviedo y hasta el final del partido la ventaja fue amentando hasta los 21 puntos del marcador final, máxima diferencia en el encuentro, gracias a la absoluta falta de acierto en el tiro y la falta de poder reboteador, una de las claves que el técnico había señalado durante la semana para sumar un triunfo.

La única ventaja fue no perder el basket-average, que se mantiene a favor del Oviedo tras haber ganado en Pumarín por 25 de ventaja.