Una nueva fórmula mide mejor el ahorro energético de los edificios tras cambiar sus cerramientos

Una nueva fórmula mide mejor el ahorro energético de los edificios tras cambiar sus cerramientos

RAG/DICYT Para medir el tiempo necesario para recuperar la inversión realizada en el cambio de los cerramientos de un edificio público, los ingenieros encargados del proyecto habitualmente suelen basarse en las condiciones establecidas por el fabricante, las cuales no tienen en cuenta determinados factores que influyen en el gasto energético de una edificación de estas características, al estar tomadas únicamente en un laboratorio. Investigadores de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) han creado una fórmula matemática que recoge todos estos condicionantes y, por tanto, ayuda a reflejar de una forma más fiel el tiempo de retorno del dinero destinado a la mejora de los cerramientos. La tesis por la que se desarrolla esta teoría, elaborada por el ingeniero industrial Fernando Blanco, ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude.

 

El estudio partió de la carencia observada en los proyectos de mejora de los cerramientos de estos edificios, los cuales asumían como válidos los parámetros establecidos por los fabricantes de puertas o ventanas, obtenidos en un laboratorio bajo unas condiciones óptimas que no se suelen registrar en los lugares en los que se instalan. "Estos datos del fabricante eran buenos, pero se tomaban en unas condiciones ideales que no se cumplen en estos edificios. Lo que hemos hecho es calcular las condiciones de ese cerramiento desde otro punto de vista y, por lo tanto, llegar a obtener un periodo de retorno bastante más ajustado a la realidad" y algo más largo en el tiempo, ha explicado a DiCYT Alfonso López (UCAV), uno de los profesores doctores que ha dirigido la tesis junto con Manuel Bao, de la Universidad de Santiago de Compostela.

 

Estos cambios introducidos en el patrón de medición son importantes para este tipo de edificaciones, pues la Administración pública suele solicitar financiación para costear la obra en función de lo que recoja el proyecto elaborado por el ingeniero. Y si las previsiones del estudio no se corresponden con la realidad y acortan el periodo de recuperación de la inversión, puede suponer un problema, ha incidido.

 

El codirector de la investigación ha precisado que factores como la antiguedad del edificio, que puede motivar que se hayan deteriorado sus condiciones de aislamiento, o incluso la falta de celo a la hora de cerrar ventanas y puertas puede hacer que el gasto energético de la instalación sea mayor que el previsto a priori.

 

Edificio estudiado

 

La metodología surgida a partir de este trabajo es aplicable a edificios oficiales del sector docente de la zona noroeste de España en los que exista un único foco radiante, como puede ser un cuarto de calderas. Está previsto que en posteriores investigaciones la fórmula se pueda adaptar a otras instalaciones similares, ha destacado.

 

Para fijar las condiciones de esta ecuación, los autores analizaron las características de aislamiento de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela antes de que acometira la obra de cambio de todos sus cerramientos y después de ésta. "Estuvimos más de un año estudiando el edificio antes de que se sustituyeran las ventanas; y un periodo más o menos igual estudiando el edificio con cerramientos nuevos. Entonces, en virtud de los datos obtenidos, hemos encontrado una fórmula que define su comportamiento", ha detallado.

 

Para averiguar si era aplicable a otras construcciones de similares características, sometieron posteriormente a distintas edificaciones del noroeste de España a una serie de pruebas y vieron que, "efectivamente", respondían tal cual predecía el algoritmo que han elaborado. Teniendo esto en cuenta, en un futuro los ingenieros que utilicen este método serán capaces de definir cómo va a funcionar un edificio y de cuantificar el ahorro con mayor exactitud, lo que evitará que surgan problemas derivados de un cálculo erróneo del tiempo de retorno de la inversión.

 

Fernando Blanco, firmante del trabajo Eficiencia energética en edificios docentes: análisis energético y económico de mejora de cerramientos exteriores en el noroeste de España, es ingeniero industrial y responsable de Energía y Sostenibilidad de la Universidad de Santiago de Compostela. Ha colaborado con la Universidad Católica de Ávila en tareas de investigación y ha impartido un Curso de Otoño en 2010 titulado Auditorías Energéticas en los Edificios en dicha Universidad.

 

FOTO: Fernando Blanco, autor de la tesis, y Alfonso López, director (Fotografía: UCAV)

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