Un taller, que se celebra hoy en León, iniciará en la programación de videojuegos

Un taller, que se celebra hoy en León, iniciará en la programación de videojuegos

RAG/DICYT En 1986, la compañía Taito comercializaba Arkanoid, un videojuego consistente en romper una serie de bloques o ladrillos de colores mediante una plataforma desde la que se tiraba una bola hacia arriba. Desde su lanzamiento y a lo largo de los últimos 25 años esta industria se ha desarrollado de tal forma que hoy mueve más de 1.200 millones de euros anuales en España, según datos de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (ADESE). Ante esta creciente importancia, diferentes universidades españolas han impartido cursos o másters para iniciar en el desarrollo de estas aplicaciones. Esta tarde, en la Universidad de León expertos introducirán en esta disciplina a los asistentes a un taller a través de la programación de un juego basado en Arkanoid.

 

El proceso de desarrollo de un videojuego pasa, entre otros aspectos, por fijar una serie de parámetros para que su funcionamiento sea de una forma determinada. En el caso de Arkanoid, los programadores deberán tomar decisiones como, por ejemplo, el número de bloques que se deben romper con la bola, el tamaño de ésta, la velocidad a la que se mueve o la capacidad de desplazamiento de la plataforma que la golpea, a modo de raqueta. "Hay que introducir una serie de códigos para que el ordenador sepa, al iniciar el programa, qué fondo se tiene que ejecutar y qué gráficos. También tenemos que explicarle al ordenador cómo tiene que interactuar con el usuario, ha asegurado a DiCYT uno de los ponentes del encuentro, José Tomás Tocino, de la Universidad de Cádiz.

 

En este caso, una única persona realizará todo el trabajo, sin embargo, en el caso de las grandes producciones de esta industria trabajan un gran número de personas que se dividen en equipos especializados en el desarrollo de diferentes aspectos, desde el audio hasta los gráficos, pasando por el movimiento de determinados objetos que aparecen en la pantalla.  "Se dividen los equipos, se planifica la producción del juego y se ponen los resultados en común para crear el producto final", ha precisado el ponente de este taller, organizado por la Asociación de Software Libre Septima Liberum, de alumnos de la Universidad de León (ULE).

 

Evolución con los años

 

Además de la consabida mejora de las características de los videojuegos que ha tenido lugar con el paso de los años y el crecimiento del sector, el que estos productos hoy sean utilizados por personas de diferentes perfiles ha hecho que también los juegos se adapten a sus capacidades. "Ahora cualquier persona puede acceder a los videojuegos. Por eso si están orientados a un público de 60 años no se deben programar con una dificultad elevada, porque no van a saber jugarlo bien". Esta "universalización" ha traído, por tanto, una especialización de los contenidos, que son diferentes en cuanto a dificultad o temática según al público al que se dirijan.

 

Según datos de ADESE, España es el cuarto país de Europa donde más productos de este sector se consumen. En 2010 esta industria movió 1.245 millones de euros (631 millones generados por venta de software, 489 de hardware y 125 de periféricos y accesorios). En total, se vendieron casi 17,9 millones de videojuegos, 2,3 de consolas y cerca de 5,9 de periféricos y accesorios.

 

A pesar de ostentar la cuarta posición en cuanto a consumo de estos productos España se sitúa, sin embargo, en las últimas posiciones en lo que respecta a creación. El mercado de desarrollo de software
español es "testimonial" y esta realidad tiene consecuencias directas, lo que impide el establecimiento de un tejido industrial "sólido" de este sector, detalle ADESE.

 

El 59 por ciento de los usuarios de videojuegos en España son hombres (41 por ciento mujeres) y los jugadores habituales declaran utilizar esta tecnología alrededor de cinco horas a la semana. Según un estudio de la ISFE (Federación Europea de Software Interactivo), el 25,4 por ciento de los adultos europeos han jugado a videojuegos en los últimos seis meses de 2010. Se estima, además, que hay 92 millones de jugadores en Europa. Los que tienen entre 30 y 49 años utilizan de forma habitual esta tecnología.

 

Obtener formación en un mundo que está "creciendo a tal velocidad" puede ser interesante de cara al futuro laboral de los programadores informáticos. De ahí que algunas universidades españolas impartan cursos para aprender a desarrollar estos programas informáticos. En el caso de la Universidad de Cádiz, por ejemplo, se implantó la asignatura Diseño de Videojuegos, cuyo programa recogía los conceptos básicos de estas aplicaciones, consejos para su creación, las características de su arquitectura o una introducción a la programación en tres dimensiones (3D)

 

FOTO: José Tomás Tocino, ponente del taller de videojuegos

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