Gota a gota

Gota a gota

Cuando repostamos el carburante de nuestros vehiculos exprimimos al máximo las últimas gotas del preciado oro energético, dejando recudir la manguera en la entrada del depósito, pensando así que podremos cubrir muchos más km con ese pequeño goteo, al final todo suma.

  Esta crisis está aplicando una serie de cambios drásticos en el comportamiento de la sociedad y de las empresas, nos está enseñando que cuanto más se suben los impuestos y más ahogamos a la sociedad más se resienten los grandes negocios como el de las petroleras, oligopolios por naturaleza, a los cuales nadie los multa o los controla de sus abusos diarios.

  Las subidas y pocas bajadas de precio de dicho elemento energético, están contribuyendo al crecimiento de gasolineras de “ low cost” que tan de moda están en estos momentos de dificultad, consiguiendo una cuota de mercado del 23% del consumo de nuestro país, siendo esta subida en detrimento de las grandes operadoras como Repsol, Cepsa o BP que en el 2011 controlaban más de la mitad del mercado Español.

  Cuando la crisis llega nos  afecta a todos, aunque muchos quieren seguir con sus oligopolios, la sociedad sin trabajo, sin dinero y sin casa, cambia radical un ciclo de la  economía. Es normal si no se tiene no se gasta, ya lo dijo Maslov en su famosa pirámide, “el hombre necesita cubrir lo primero sus necesidades básicas de supervivencia” pero alguno no se lo cree todavía.

  Según datos, en el 2012 habrán cerrado alrededor de 500 estaciones de servicio tradicionales, dando paso a cooperativas que sirven carburante más barato y gasolineras de marca blanca. La Comisión Nacional de la Energía se pronunció para denunciar una estrategia común de fijación de `precios de carburantes y casi al mismo tiempo el gobierno anunciaba la adopción de medidas para atajar esta situación y controlar los precios. Esto nos puede dar entender que los gobiernos miran más por estas empresas que por los propios consumidores, pero al final es normal ya que una gran parte de esas subidas para en las arcas del estado con los impuestos que llevan los carburantes, si tenemos menos consumo, pues subimos los combustibles, así seguimos recaudando lo mismo, pero se equivocan, al caer un 6% las ventas el año pasado, eso son millones de euros que no entraron en las arcas.

  Las estaciones de servicios es un referente en la destrucción de empleo en este país, antes te realizaban ellos el servicio con un operario, ahora te lo tienes que realizar tú y a un coste más caro, se ahorraron un coste de operario pero no lo disminuyeron en tu coste de litro de combustible, es más desde el año 2000 no paro de incrementarse de forma constante el precio del combustible, cuando el barril estaba bajando.

  Pero no nos engañemos las petroleras no quieren nada “LOW COST” ya que estas compañías que entran tirando los precios ahora barrerán a muchas otras y cuando tengan el poder del mercado pondrán los precios como quieran, al final son los amos del mundo y hacen los que les da la gana.

  Una estación de servicio de bajo coste puede costar entre 250.000 y 300.000 euros, sus estrategias consisten en reducir al máximo los gastos estructurales tanto de personal como de gestión, al mismo tiempo no tienen contratos de larga duración con los proveedores, pudiendo comprar al mejor postor y por otra parte los costes de suelo en estos momentos son menores que hace unos años, comparando que el suelo en una autovía podría rondar los seis millones de euros para una estación de servicios.

  Pero como siga en  aumento el parque de vehiculos parados , tendrán que bajar tanto el precio que igual le tendrán que aplicar el 2x1 como en las ofertas, ya que un país con más de seis millones de habitantes sin trabajo es insostenible.

 

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