Gerontocracia política

La decisión de los 2 concejales del Partido Popular -miren que es casualidad que sean el más joven y el más viejo de la corporación- en Siero impidiendo la tramitación de la moción de censura para echar al socialista Guillermo Martínez como alcalde ha dejado a los del Foro Asturias con la miel en los labios, ellos que ya pensaban que iban a conseguir otra alcaldía importante de Asturias tras la de Gijón. Sin entrar sobre si ha sido o no legal, lo cierto es que en mi opinión la moción sonó a chapuza, logrando, eso sí, que el Partido Popular volviera a romperse lo que me demuestra que lo de la dirección regional del mismo presidida por un desaparecido Ovidio Sánchez es de traca. Por su parte Mercedes Fernández, que es mucho más inteligente, no entra en estas disputas de barrio, manteniéndose junto con Isidro Fernández Rozada, el otro protegido de Mariano Rajoy, como candidatos inmaculados, ajenos, pues, a cualquier polémica.

Creo que en este lío municipal no está ajena la mano del anterior alcalde del PP José Antonio Noval, aunque él me lo desmiente -incluso ayer estaba fuera del concejo-, y no se ha dado aún de alta en partido alguno desde que el pasado 6 de agosto se fue del PP. Creo, sin embargo, que pronto estará en Foro Asturias, admirador como es de Francisco Alvarez-Cascos. Personalmente me cae bien el actual alcalde Guillermo Martínez, todo un producto del auténtico ideólogo del socialismo sierense, José Antonio García Casal “Piti” quien, nervioso ante los ataques a su protegido, llegó en vísperas de la moción de censura hasta publicar un artículo en el diario La Nueva España, él que tan amigo es de mover los hilos desde la sombra. Que buen secretario de organización sería de la Federación Socialista Asturiana aunque le coge ya un poco mayor. El actual, el recio minero Jesús Gutiérrez -aunque picar, la verdad, picó poco- es un dirigente voluntarioso, muy de confianza del secretario general Javier Fernández -por cierto ¿Que es de la número 2 María Luisa Carcedo?-, pero que no tiene la sutileza del cangués Fernando Lastra, hasta el punto que en los mentideros del PSOE se le conoce -dicho sea con perdón- como “por mis cojones“, expresión habitual en él cuando cada 2 por 3 reafirma su autoridad ante algún dirigentillo de poco enjundia.

Tanto al PSOE como al PP les urge una amplia renovación en Asturias, dar paso a savia nueva a través de sendos congresos, que la gerontocracia política sobra. En el PSOE hay gente joven que apunta maneras, caso del alcalde de Cabranes Alejandro Vega -por algo le han puesto al frente de la gestora socialista en Villaviciosa-, del de Siero, Guillermo Martínez, del de Pravia, Luis Solar, ahora presidente de la Federación Asturiana de Concejos, del de Laviana, Adrian Barbón, o el de Aller David Moreno... la lista no termina aquí, desde luego, pero son simplemente unos buenos ejemplos de mi argumentación.

En la noche del próximo viernes al sábado comienza la campaña oficial para las elecciones generales del 20 de noviembre. Y como siempre -que falta de imaginación- pega de carteles. Que tenga cuidado Francisco Alvarez-Cascos con el engrudo, que se pega mucho. A partir de ese momento, mítines y reuniones. Lo más esperado, claro, el debate en la tele cara a cara entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy. Lástima que la tele autonómica no esté para muchos trotes; lo lógico es que los números uno de las principales partidos debatieran ante sus cámaras para los asturianos. Tendremos que seguir conformándonos con Walker, el ranger de Texas.

Temo por Gaspar Llamazares, que pierda la línea. Tantos días estando en Asturias hacen que el reencuentro siempre se celebre con fabada y sidra y eso puede ser peligroso hasta para un médico. Me tropiezo en el centro de Oviedo con el candidato de Unión, Progreso y Democracia, el partido de la inquieta Rosa Díez, quien lo mismo que hizo el presidente del Principado yéndose del PP, hizo ella dejando al PSOE. Su candidato en Asturias es el abogado gijonés Ignacio Prendes a quien siempre veía en las cenas que nos daba la COPE a los tertulianos de “El avispero” hasta que, dicen las buenas lenguas, una discreta presión de su político preferido, Francisco Alvarez-Cascos, eliminó el programa y las tertulias. Lo siento por su conductor, Fernando Díaz Tamargo, uno de los mejores radiofonistas de nuestra comunidad. Dicen las encuestas que UPyD subirá de 1 a 3 escaños en Madrid pero que en Asturias aunque sí aumentará en número de votos no serán los suficientes para lograr un diputado. Ignacio Prendes, a quien acompaña mi compañera de tertulia en la radio autonómica Cristina, una activa funcionaria de Justicia, dirigente del CSIF, viene de entrevistarse con representantes de los autónomos, la mayor fuerza laboral de Asturias -más de 60.000- pero no lo saben. Eso sí, felicito a Ignacio Prendes por lo elegante que iba su jefa, Rosa Díez, en la entrega de los premios Príncipe de Asturias, primera vez que ha sido invitada -Teresa Sanjurjo, la directora general de la fundación, sabe muy bien a que árbol se arrima-, y le deseo suerte, como a los toreros en su alternativa, para el 20 N. Por lo menos este abogado tiene la educación de no pedirme el voto.

Saben que la hasta ahora empresa asturiana de comunicación y entretenimiento Telecable ha pasado a manos norteamericanas, vamos, como la fábrica de armas, y miren por donde, no se si será casualidad, que la dirección acaba de acordar eliminar la revista mensual que recibimos los suscriptores -era la publicación de más tirada del Principado de Asturias- dejándola, eso sí, solo en internet. Conmigo, un informático autodidacta, no hay problema, lo malo es para mi tía Encarna que cree que un ratón es un bicho al que hay que cazar con un trozo de queso. Está claro que se trata de una reducción de costes y a nosotros, los clientes, ¿Cuando nos reducen las tarifas?. Ni Manuel Menéndez lo sabe.



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