Una brecha en el muro de la vergüenza social

Hoy día 15 de octubre de 2011 es una fecha a recordar en la vida política de FORO. Tengo el privilegio de dirigirle la palabra a todos los asturianos en nombre de los candidatos al Congreso y al Senado  por FORO, en las próximas elecciones generales a celebrar el 20 de noviembre.

Permítanme trasladarles unos rasgos claves de esta candidatura que en esta presentación nos acompañan y que es preciso que ustedes conozcan.

Comenzare por mi, Enrique Álvarez Sostres. Soy la persona que el partido ha designado a través de su comisión ejecutiva regional para encabezar la candidatura. Yo hasta hace apenas 4 meses  no había desarrollado ninguna actividad política de representación de la sociedad civil ante la sociedad civil y digo mas hace apenas 10 meses  yo no podía decir ni estos compañeros de candidatura podían decir, que pertenecían a FORO, porque sencillamente este partido no existía. Yo era un ciudadano más de esta sociedad, que me había dedicado al servicio de la misma, a través del mundo de la educación a lo largo de más de 35 años.

En estos 10 meses, la sociedad en rebeldía democrática  quiso recuperar un protagonismo e iniciar un nuevo camino hacia un nuevo destino. Porque lo verdaderamente importante no es lo que nos hace el destino sino lo que hacemos de él.

Hace 10 meses la sociedad abrió un brecha en el muro de la vergüenza social. Un mundo construido a base de engaños, sometimiento civil y deshonor y por eso muro entró un grupo de representantes de esa misma sociedad, que ya habían decidió tomar grandes decisiones para cambiar nuestros destinos como asturianos. Ese grupo representaba y representa otros valores y otros ideales. Eran valores que articulaban un programa político que giraba entorno a un concepto: el cambio; el cambio de camino; el cambio de destino; y ese cambio exige utilizar profusa y profundamente 5 verbos, que son sustanciales en nuestros objetivos: RECUPERAR, MEJORAR, CREAR, CONFORMAR y uno especial que es REGENERAR. Son verbos que aplicados a nuestro partido nos hablan sobre el nuevo modelo de gestión de la cosa pública. Nos hablan de la superación de lo que somos, como País. Nos hablan de la recuperación de lo mejor de nosotros, del orgullo de ser asturianos. Nos hablan de la moralidad de la vida pública. Nos hablan de la austeridad de las instituciones políticas regionales, de valores como la honestidad personal y profesional.

Estos son las señas y los perfiles de todos los candidatos al Congreso y al Senado por Asturias, presentado por FORO en esta histórica presentación.

Saludo y presento a nuestros futuros congresistas:

Laura de Lazado, Manuel Busto, Amado González (Favila), Ana Isabel Martínez, José Manuel Lavandera, Belén Blanco, Elisabeth Arrojo

A nuestros futuros Senadores:

Miguel Conde, Patricia Diez y José Luis Magro.

Todos nosotros estamos sirviendo o hemos servido a la sociedad desde los distintos ámbitos profesionales, todos nosotros tenemos en nuestro haber, miles de horas de cotización al sistema de  seguridad social por los distintos trabajos personales. Pero confieso que tenemos un déficit importante: corresponde al capítulo de prestación de servicios por cargos políticos de representación.

Aquí les presento un abanico de profesionales que se han prestado a dar un paso de servicio desde la sociedad, en beneficio de la sociedad:  autónomos, profesionales del derecho, de la medicina, de la educación, del arte, del deporte, de la justicia, de la banca.

El denominador común a todos nosotros, es ser hijos de la sociedad civil que quieren hacer un alto en su actividad y pasar a un servicio social del ámbito propiamente político. Esta es la característica de este grupo de ciudadanos que en nombre de FORO se presta a concurrir en una elecciones generales para servir a Asturias y a España.

A sus perfiles profesionales, se le une el bagaje doctrinal que aporta el partido. Es un bagaje reformista, europeista, y de fuerte contenido social que conecta con los distintos movimientos sociales al servicio de la clase trabajadora, con un nuevo espíritu político, que viene definido por el valor de un regionalismo periférico avalado por nuestra singularidades históricas, geográficas y culturales. Un partido que entronca siempre con una España que debe ser solidaria, de todos para todos y con una fuerte vinculación con la Asturias mas allá sus limites territoriales administrativos. La Asturias de Madrid; la Asturias de la Europa común, la Asturias de la otra orilla atlántica.

Creo interpretar el sentir de todos nosotros, al describir que nos embarga en este momento, un sentimiento de gratitud al partido y a nuestros compañeros que han pensado en nosotros para representarlos a todos. Nos inunda un sentimiento de responsabilidad enorme, porque ahí es nada pretender ganar unas elecciones que pongan Asturias en el mapa de España.

Nos inunda una gran ilusión por formar parte de un momento inédito en la historia política española. Pedir la confianza a los ciudadanos en Asturias y en Madrid, que es la otra Asturias, con el fin de conseguir un grupo parlamentario de Asturias en las Cortes Generales.

Nuestro lema es claro y cristalino como nuestros valores: CUANTA MAS ASTURIAS MEJOR ESPAÑA. Porque España va a necesitar de Asturias la ayuda para la sostenibilidad del Estado frente a los nacionalismos desintegradores y Asturias va a necesitar de España, el respeto y la consideración que se merece por su tradición y lealtad histórica, y esas cuestiones no las pueden representar partidos tradicionales de corte nacional como el PSOE, IU y PP.

Somos, por tanto, el equilibrio compensador de las presiones nacionalistas y nuestro gran objetivo es fortalecer el Estado desde el valor de la periferia.

Por eso nos jugamos tanto el veinte de noviembre: Asturias y España.

No se juega quién va a gobernar - circunstancia que ya se conoce por las diferentes encuestas- sino como se va a gobernar durante los próximos 4 años.

Y nosotros en eso, les aseguro que somos gente fiable.

Con ese espíritu nos acercamos al acto cívico más trascendental en democracia, como es pedir la confianza de los ciudadanos para someter a las difíciles circunstancias que nos ha tocado vivir.



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