Mover el banquillo

Estamos en época de mover el banquillo y asegurar buenos fichajes. Oviedo y Sporting, como siempre, a la caza de gangas en el mercado nacional que luego en general no suelen resultar. Anquela ha llamado a siete del Vetusta para hacer la pretemporada con el primer equipo. Misteriosamente esta vez no citó al central Josín, una de las perlas de la cantera, que con 20 años ya ha despertado el interés de importantes equipos. Técnicos del Coruña, por ejemplo, han venido a hablar con su familia pero, la verdad, el chaval, al que aún le queda un año de contrato con el club carbayón, prefiere de momento seguir en el Real Oviedo. Además, ahora el Vetusta tiene un gran entrenador, Javier Rozada, que ya se ha cargado las pilas para debutar en segunda B. En fin, esperemos que en la inminente temporada champagne no nos resulte cantante.

A la espera de una cierta reactivación la patronal del sector de la construcción se dispone a elegir nuevo presidente. Cubrir el hueco dejado tras más de 30 años por Serafín Abilio Martínez no es fácil. De momento muchas promesas de nuestros políticos pero de nueva obra pública, nada de nada, y de la privada, poco. En Oviedo continúa el atasco en la concesión de licencias y la única obra que veo es esa ampliación de aceras desde la rotonda del cardenal Tarancón a la Tenderina.

Sin embargo mi espía preferida, la XP XIII, me filtra desde Madrid una noticia interesante y es que, por fin, con la licencia en el bolsillo el Banco Sabadell/Herrero se dispone a desbloquear la construcción de Jovellanos XXI. La obra la terminará, y la comercializará, Solvia, su sección inmobiliaria, y el fondo norteamericano Oaktree que lleva hace años invirtiendo en nuestro país y que, por ejemplo, no hace mucho adquirió Panrico. Parece ser que hay demanda para adquirir los pisos, algunos ya vendidos, y Mercadona más un gran gimnasio están a punto de firmar su presencia en el complejo. Una pena que una vez más por problemas técnicos y financieros el tripartito municipal haya paralizado el bulevar de Santullano.

Y no solo se mueven los banquillos en los clubes de fútbol. Muchos lloran la marcha de Ronaldo a la Juve, acusando a Florentino Pérez de no haberle dado suficientes mimos. También se mueve el banquillo, y mucho, en la iglesia asturiana a cuyo frente tenemos un arzobispo, Jesús Sanz Montes, inquieto y un punto dictador. A los pocos meses de haber llevado a cabo una profunda remodelación en las parroquias ahora ha vuelto a hacerlo de tal manera que los párrocos han comenzado a tener por norma no deshacer las maletas. Por supuesto que la iglesia asturiana continúa teniendo déficit de curas hasta el punto, me dicen, que tocan a catorce parroquias por cabeza. Me alegro, por cierto, de que al hasta ahora párroco de Tazones, Oles y compañía, Manuel Robles, le hayan traslado a la "iglesiona" de Gijón que además tiene categoría de basílica. Mitad monje, mitad periodista, el buen cura de Pola de Gordón, colaborador a ratos perdidos de "La Nueva España", va camino del obispado. De vez en cuando releo el libro que publicó hace unos años, anécdotas del Papa Francisco, francamente entretenido y cariñoso hacia su jefe supremo. No hay nada mejor como saber manejar bien la pluma.



Dejar un comentario

captcha