Un grupo de amigos, "los colomineros" de los barrios de San Isidro y el Carmen de la localidad de Moreda de Aller, se reunieron como lo vienen haciendo desde hace 14 años - el último sábado del mes de "payares" - para celebrar su anual comida de hermandad. Las primeras citas fueron en Casa Pachu y en el Rte. Teyka (dos en cada establecimiento) y hasta la fecha en la "Churrería Julio". La de este año tenía un carácter especial ,pues a nuestro querido amigo Julio "el churrero", le llega la hora de su merecida jubilación. Abandona la profesión de hostelero tras casi 50 años detrás de la barra.
Aterrizó en Moreda procedente de León recién estrenados los 15 años y hasta hoy. La comunión con la gente de la localidad fue total, y prueba de ello son las muestras de cariño que recibe estos días. Al principio se le puso el alias de Julio "el cazurro"; nunca un mal gesto y menos un reproche por ello. Puedo afirmar que sin duda alguna es uno de los nuestros y un allerano más. Me consta que así se siente él y sus queridas esposa, Corona, e hija. De hecho no piensa retornar a la tierra de sus orígenes.
En este 29 de noviembre se le tributó un sencillo homenaje que consistió en entregarle una placa conmemorativa y un dossier glosando su trayectoria. Finalizada la lectura, se paso a la firma de los 23 asistentes al evento. El homenajeado -Julio- a penas pudo articular palabra alguna, la emoción y las lágrimas le frenaron. Todos en pie le interrumpimos con una cerrada ovación. Para completar la crónica, el menú servido fue: unas entradas de embutidos/queso, guiso marinero y cordero al horno de una calidad como para darle una estrella Michelin. La tarta helada puso la guinda y dio paso a la sobremesa que fue larga, luego entre copas, canciones, fotos y repaso a la memoria de aquellos años de nuestra tierna infancia/juventud trascurrió la tarde/noche. Quedamos todos emplazados para el año venidero ya que esta cita anual no tiene fecha de caducidad. Ahora, públicamente desde este periódico digital, simplemente...gracias, Julio.