En eso de las casualidades hay dos teorías universales, ambas en boga desde hace milenios. Una de ellas afirma que lo curioso de las casualidades es que, a veces, ocurren. Y la segunda, afirma taxativamente eso de "yo no creo en las casualidades".

Así las cosas, uno se pregunta si es casualidad que haya en dos continentes, uno Europa y otro América, nada menos que dos ejércitos cuya ministra responsable sea mujer, joven y apellidada Chacón. Sí, me refiero, estimado lector@, a la ministra de Defensa de España, Carme Chacón, y a la recién nombrada ministra de Defensa de Bolivia, María Chacón.

Claro que, si seguimos el orden castrense relativo a la superioridad de los grados, la antigüedad en el mando favorece, en este caso, a la titular española. Aún así, caben varias reflexiones. ¿Algún oscuro impulso de seguir las modas de la antigua Corona española impulsó al presidente Morales a emular, en cuanto a paridad en la cartera de Defensa a su homólogo Zapatero?  ¿Estamos ante una operación encubierta en la que, al igual que en El hombre que fue Jueves', del genial Chesterton, el desfile de innumerables Mister Chamberlain se sustituirá por, ¡Oh paradoja! incontables Ministra Chacón? ¿Nos hallamos ante una decisiva toma del poder por parte de la Mujer, que ha decidido dejarse de pamplinas y colgar el espadón de mando del fajín?

De todo ésto, desde luego, pueden extraerse lecturas positivas. La primera de ellas, que en cualquier encuentro entre militares españoles y bolivianos ambos tienen ya un tema común sobre el que entablar una recia amistad. A tal fin, creo que no sería descabellado organizar unas maniobras navales conjuntas en medio del 'charco' para contribuir a tal estrechamiento de lazos castrenses.

Mientras tanto me pongo a sus órdenes, Señora Ministra. ¿De cuál? De las dos, naturalmente.