La última batalla por el carbón

Estámos en los prolegómenos de la última batalla por el carbón. Amparándose en un real decreto del 2010 el ministro de Industria anuncia que el 2014 será el último año en que se den subvenciones al carbón por lo que será en el 2015 cuando habrá que echar el pestillo, año precisamente en el que se celebrarán elecciones generales, crudo lo va a tener el PP. El consejero de Economía Graciano Torre salió escopetado de la reunión con el nuevo Secretario de Estado de la Energía. Supongo que lo mismo les ocurrirá a los sindicatos que se entrevistarán con Nadal en los próximos días aunque la clave será el próximo día 11 de febrero cuando el ministro José Manuel Soria recibirá al presidente del Principado con tan candente tema, el futuro de las explotaciones mineras, sobre la mesa. Si Javier Fernández fuera más echado para adelante de lo que es acudiría a la reunión con el ministro vestido de minero y lámpara al hombro. También en otras circunstancias varios miles de asturianos deberían de esperarle como apoyo a las puertas del ministerio pero el fracaso de las movilizaciones del pasado verano ha quitado mucho gas a los sindicatos y a los propios mineros.

En Asturias hay en estos momentos unos 3.000 mineros de los que 1.700 pertenecen a la empresa pública HUNOSA. La parte privada fundamentalmente depende del empresario leonés Victorino Alonso cuyas relaciones con el gobierno de Mariano Rajoy no son nada buenas, todo lo contrario que cuando José Luis Rodríguez Zapatero era jefe del Ejecutivo español. El grupo Victorino Alonso que está en fase de expanción en Chile tiene, por lo visto, la intención de cerrar las explotaciones de interior y quedarse con las de cielo abierto; en el caso de HUNOSA el futuro es más negro que el escaso mineral que extrae. Sin embargo si hay una posibilidad, que me consta está siendo evaluada en determinados ambientes empresariales, de salvar algunos pozos y unos 700 puestos de trabajo que tal como está el panorama no es tema a despreciar. Y es que un importante grupo empresarial, no el de Victorino Alonso, está estudiando hacer una oferta a la SEPI para hacerse con la propiedad del cielo abierto de HUNOSA además de los pozos Santiago y Nicolasa/ Montsacro.

Este grupo considera que hay carbón para por lo menos veinte años y disponen de los medios y la capacidad financciera suficiente para afrontar tal aventura sin subvenciones. En el caso del cielo abierto me sorprenden las manifestaciones del consejero Graciano Torre criticando esa clase de explotación minera cuando el carbón a cielo abierto tiene restauración, mejorando, incluso, los terrenos afectados mientras, por ejemplo, las canteras de piedra -caso de Tudela Veguín, Arcelor en la falda trasera del Naranco, etc.- hacen un daño tremendo al paisaje al no existir restauración posible y de eso el consejero Graciano Torre no quiere saber nada, mirando hacia otro lado.

Creo, por tanto, que este mes de febrero va a resultar decisivo para el futuro del carbón asturiano y espero de los sindicatos mineros, cuyas cúpulas se han visto rejuvenecidas recientemente, sensatez y colaboración para apoyar toda aquella iniciativa que sirva para salvar cuantos más puestos de trabajo mejor.



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