Voy a dirigirles unas palabras como Presidente de Asturias durante doce años pero también como una persona que ha estado en la primera línea de la vida política asturiana desde hace nada menos que 50 años. Y, por tanto, permítanme que les diga que me considero un observador privilegiado de lo que ha sido la historia de Asturias durante esta última mitad de siglo. Y, teniendo esto en cuenta, lo que haré será ofrecerles, más que datos, mi opinión más sincera sobre el desarrollo de Asturias en estos años.

Mis primeras palabras son de agradecimiento, agradecimiento sincero. En primer lugar a la persona que preside esta asamblea, a Severino, por lo que ha hecho al servicio de la empresa y al servicio de Asturias durante todos estos años y por las palabras cariñosas que me ha dedicado. Uno de los hechos más positivos en ese largo periplo de mi vida ha sido ver como crecían las organizaciones empresariales en Asturias y como se integraban en una gran federación como es FADE. El que en una democracia existan organismos representativos fuertes es un hecho muy importante para el futuro. Igual opino con respecto a las organizaciones sindicales, aquí representadas por sus secretarios generales, que han jugado un papel extraordinario en la configuración de la Asturias moderna porque no ignoremos que es estereotipo de Asturias, que todavía pervive, es una comunidad que no tiene nada que ver con la Asturias de hoy.

Hoy, Asturias es una comunidad que exige, a través de las personas que representan los intereses legítimos de los empresarios y de los trabajadores pero que convive, que acuerda, que avanza. Y avanza en la discrepancia, como es lógico. Ha sido realmente un proceso muy fructífero. Podrán entender que, con mi trayectoria personal, los acontecimientos que suceden en cada proceso electoral pueden ser más o menos favorables pero siempre son relativos. He vivido muchos momentos peores que este y, si uno cree en los valores en los que siempre ha creído, siempre se piensa en el siguiente momento de la vida. Y el siguiente momento es el que debería de abordar una asamblea como esta a través de los retos, a través de lo que nos queda por hacer pero sabiendo valorar lo hecho, algo muy importante en la vida.

Las comunidades y los pueblos que no valoran lo hecho, que no saben lo que de verdad quieren mantener, puede ser que destruyan lo positivo que han conseguido. Y yo he visto países y regiones, y momentos en Asturias, que en vez de avanzar se retrocedió. Que nadie crea que hay un determinismo en la historia, donde todo es para mejor. Hemos viajado a muchos países, a 22 países, y hemos visto países riquísimos hace décadas que hoy están en la ruina por una mala situación o por una mala política. Y la vida política es como la vida misma, es abrir un camino y tener la inteligencia para construirlo tratando de integrar lo más posible a los que caminan en una dirección positiva, con honestidad, con trabajo, con dedicación. Yo, personalmente, he dedicado toda mi vida a trabajar exhaustivamente, algo que cobra todo su sentido cuando el esfuerzo de lo conseguido merece la pena.

Celebráis esta asamblea en el Centro Niemeyer, un elemento no solo cultural sino de futuro, de ilusión, de crear expectativas que es lo que nos falta en la sociedad española actual; tenemos enormes dificultades pero en la vida, además de señalar las dificultades, hay que crear esperanza. Estamos obligados.

Tras presidir doce años el Gobierno de Asturias les puede decir con toda sinceridad que a pesar de todo lo que llueve ahora, me siento muy satisfecho de mi trabajo no solo desde el punto de vista personal sino de la responsabilidad que tuve en Asturias porque ha sido útil para Asturias. En Asturias ha habido un cambio muy profundo que se notará mucho más cuando las cosas sedimenten y se vea que es lo profundo. Lo profundo es haber sabido no solamente concertar y unir voluntades –por eso quiero agradecer vuestra colaboración, la de los empresarios y las organizaciones sindicales y también la de las instituciones y las personas que han sido verdaderos motores de esta transformación.

En Asturias ha habido un cambio cultural y empresarial profundísimo en una década. ¿Cual era la Asturias del año 99? Era una Asturias que lideraba con mucho el desempleo de nuestro país. Teníamos 3 puntos de crecimiento por debajo de España. La visión de la empresa no tenía nada que ver con lo que hoy se estimula y con el reconocimiento social que hoy tiene porque uno de los primeros objetivos era que a la empresa y al empresario se les reconociese socialmente. Y hoy en Asturias se le reconoce socialmente. Otra cosa son las enormes dificultades que tienen.

Había tantos retos: de infraestructuras –grandes y pequeñas, de crear nuevos sectores tecnológicos; retos en la administración pública que entonces contaba con 6.000 empleados públicos (hoy hay 36.000); la conversión a la administración electrónica; retos de crear sectores competitivos después de una gran decantación que produjo la durísima crisis de los 80 y 90, con una gran conflictividad social; el desarrollo rural y la cualificación de los pueblos, las villas y los hábitats urbanos de toda Asturias; los retos en las políticas medioambientales…

Hoy ha venido a visitar Asturias la Vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, Magdalena Álvarez, que ha venido a inspeccionar las realizaciones de las operaciones que hemos concertado con el BEI. El Niemeyer es una inversión de 43 millones de euros y ¿creen que es una inversión improductiva? Pero si es el proyecto que ha desencadenado la mayor esperanza e ilusión en toda la comarca. ¿Creen que esto no es producto de la ambición colectiva? Esto, que ah sido cofinanciado también por el BEI que tiene que estar orgulloso de haber financiado proyectos que se han convertido en elementos de dinamización y que se han acabado. Porque hoy toda Europa está llena de proyectos inacabados como consecuencia de la crisis pero en Asturias hemos acabado todos los proyectos singulares importantes y los que no han ultimado roque faltan algunos trámites tienen su financiación asegurada.

En Asturias, desde el inicio de las actividades del Banco Europeo de Inversiones se han invertido 2.000 millones de euros entre iniciativa privada y pública. Y exclusivamente con la administración del Principado han sido 1.000 millones de euros invertidos en elementos cofinanciados por una banca pública europea -que hace estudios de viabilidad que son garantía de que esos proyectos tienen futuro- y que nos ha permitido, entre otras cosas, acabar el puerto de El Musel, que la autopista del mar Gijón-Nantes-Saint Nazaire esté en marcha ya desde el mes de septiembre, conseguir áreas logísticas importantes, o asegurar la financiación hasta el final de los equipamientos del Hospital Universitario Central o las políticas de saneamiento de toda Asturias que se están ejecutando, convirtiendo a Asturias en un referente medioambiental y en un elemento para que los pueblos y villas de las zonas alejadas de Asturias tengan calidad de vida y puedan instalarse en ellos actividades comerciales, industriales y turísticas. Las políticas medioambientales no son solo un elemento estético y de calidad de vida sino que también son un elemento de dinamización económica.

Estas y muchas otras cosas las hemos financiado a través de procesos muy complejos. Hemos ido a Luxemburgo y a donde hiciera falta para conseguir que Asturias superase sus problemas y diversificase su tejido productivo. Hemos ido juntos. Nos hemos convertido en defensores de la política asturiana en el exterior practicando el mismo discurso. Eso debe de continuar porque es un capital político y social para el desarrollo de esta comunidad imprescindible.

Me gustaría comentar algunos datos de la situación actual de Asturias. Hoy es una comunidad autónoma en la que se han hecho grandes inversiones y voluntariamente y de forma negociada hemos acordado endeudarnos porque nadie podrá pensar que podamos mantener el ritmo inversor si no hay recursos públicos. Pero aun así, endeudándonos, Asturias es la segunda comunidad menos endeudada de España; no hemos hipotecado el presupuesto de futuro porque esas inversiones han sido acordadas, las hemos acordado y estamos desarrollándolas y, evidentemente, hemos seguido funcionando con absoluta normalidad licitando hasta donde la situación nos permita de un modo normal. Entregaremos un testigo con toda la administración auditada, las cuentas clarificadas y exhibiendo ante el resto del país, con las contabilidades públicas que se establecen y los procesos de fiscalización y control que tiene establecida la organización administrativa y los poderes públicos, como es la comunidad autónoma.

Asturias, hoy, es una de las comunidades mejor posicionada en el ámbito fiscal y presupuestario de nuestro país. A pesar de que durante estos últimos años, como había carencia en los ingresos públicos, hayamos tenido que acudir al endeudamiento en inversiones pactadas en los acuerdos del ACEBA y al concertación.

Y eso es bueno porque las inversiones, generan actividad económica e instrumentos para el futuro. ¿Qué hubiese pasado si no hubiésemos acabado el Niemeyer o El Musel o el HUCA? Sería un escándalo. ¿Tenemos que estar avergonzados de haber acabado los principales proyectos de Asturias? Hoy no se habla de esto, en la vida política hoy se habla de otras cosas pero yo sí quiero hablar de esto aquí. Y lo digo mirando a lo ojos de todos los empresarios que sabéis que todo lo que digo es verdad y que hemos iniciado un camino juntos, discrepando sí pero se ha trabajado duro, muy duro. Y lo que hemos hecho ha sido, en la inmensa mayoría de las actuaciones, bien hecho y eso es un capital de esta comunidad por el que debéis velar.

Tenéis una tarea muy importante que es que, cuando se produzcan cambios legítimos, esperados por lo que la democracia entrega a quien le corresponde gobernar, pero procurad que se distinga bien entre lo que se ha hecho bien y lo que se quiera cambiar porque ahí hay una situación en la que, a lo mejor, en lugar de ir hacia adelante se puede retroceder. Y eso es un riesgo.

El mecanismo que hemos puesto en marcha en Asturias de internacionalización de nuestra política, desde mi punto de vista, es irrenunciable. Y no solo irrenunciable sino que tenéis que ir a más velocidad, a mucha más velocidad pero el camino está abierto. Los organismos de promoción que hemos puesto en marcha lo s hemos puesto en marcha integrando en al administración a los empresarios ya  las organizaciones sindicales. Este es un patrimonio que yo no tenía cuando entré en el gobierno de Asturias. Estaba disperso, heterogéneo. Entiendo que es un buen patrimonio.

La internacionalización de la economía asturiana significa también que hemos conseguido que antes solo existían las grandes multinacionales en Asturias y aquí, esta comarca, es el paradigma. Hoy no. Hoy, además de las grandes multinacionales, hay muchísimos empresarios que saben salir y que saben que tiene que hacerlo, y, además, se han creado nuevas multinacionales de origen asturiano. Antes estábamos acostumbrados a que las multinacionales tuviesen nombres extranjeros y hoy ya tenemos muchas empresas que están convertidas en multinacionales.

En el año 2010 la industria asturiana creció 4,8% (frente al crecimiento del 0,9% en España). Y eso no es producto del azar y la casualidad. Y el sector industrial está creciendo este año con vigor. Naturalmente que hay problemas pero desde 1999 a ahora se han creado 23.750 empresas (datos del INE). Y los procesos tenemos que verlos en sus tendencias generales; siempre hay coyunturas, hay crisis, hay empresas a las que no les va bien o que tienen enormes dificultades. Pero lo que se ha hecho bien conviene entresacarlo y decir “esto no se toca”. Y para lo que no se ha podido hacer habrá  que generar ideas innovadoras.

Creo que ha sido un modo de transformar Asturias de aquella Asturias dependiente de la empresa pública, donde la empresa asturiana era muy subsidiaria y le faltaba la capacidad emprendedora y la iniciativa. Aquí, sinceramente, los acuerdos de concertación no solo han sido buenos porque han creado un buen clima de convivencia sino que han sido buenos porque han abierto nuevos caminos, los hemos hecho juntos.

Seguramente nos hemos podido equivocar en algunas cosas pero cuando lo hacemos juntos nos equivocamos mucho menos. Y creo que Asturias ha resistido mejor porque lo hicimos juntos, porque labramos juntos toda una serie de políticas que han permitido que hoy ya no estemos a la cabeza del desempleo (tenemos 3 puntos menos que el promedio de España) si bien es verdad que nos quedan muchísimas cosas por hacer. En empleo hoy debe de ser el objeto primero, esencial, de los futuros acuerdos de concertación pero, afortunadamente mucho dinero que hemos tenido que destinar a infraestructuras para crear esa base de competitividad se podrá reorientar hacia esas políticas de cualificación que siempre las hubo pero que ahora se podrían reforzar. Seguramente habrá innovación pero también habrá evaluación, una importante evaluación porque creo que la mejora de la capacidad competitiva, de la innovación tecnológica, de la productividad y de la calidad de los procesos que denominamos “Made in Asturias” hoy es posible y así se reconoce.

Creo que ha merecido la pena y muchas de las inversiones que se han hecho o han terminado o están en trance de terminar. Dejamos una situación de solvencia. Asturias no solo es la segunda comunidad con menos endeudamiento sino que siempre ha sido responsable y ha respetado el déficit público que se ha asignado desde el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Siempre lo hemos hecho y este año se hará. Hay una situación de solvencia aunque también de dificultad y de austeridad porque no en vano este año Asturias ha tenido un presupuesto el 6,75 menos que el del año pasado.

Y, en cuanto al sector público, el Principado ha minorado la dimensión de la administración pública en términos homogéneos. Lo que ocurre es que hemos recibido traspasos y por lo tanto un incremento de efectivos. Pero, en general, Asturias es la segunda comunidad en la que menos dimensión tiene el sector público. La que menos tiene. Y el dimensionamiento de los empleados públicos se ha ido minorando sin afectar a la calidad de los servicios que es lo difícil. ¿Alguien cree que puede haber un Estado del Bienestar sin una adecuada financiación? El problema es muy complejo y no se puede simplificar y crear estereotipos.

Hay comunidades que están en situaciones muy difíciles, es cierto que ha habido ineficiencias pero también es cierto que se pueden corregir de cara al futuro para lo que habrá que hacer grandes acuerdos y pactos. Y desde mi punto de vista habrá que hacerlo sin eliminar los modelos porque si eliminamos el modelo del Estado del Bienestar los que sufren son la mayoría de los ciudadanos. Se crean dualidades en las sociedades y las dualidades, a parte de ser injustas, producen ineficiencia en la economía porque las familias que no obtienen ingresos o que tiene  salarios de miseria no pueden consumir y si no consumen también se producen alteraciones en los mercados.

En Europa hay una gran desigualdad; en Europa, no solo en España. Y esa desigualdad se origina con el cáncer del desempleo y también con salarios absolutamente disparatados respecto a lo que son los márgenes más altos de los salarios. Y eso no interesa a los empresarios. A los empresarios no les interesa generar situaciones en el mundo laboral donde haya tremendas desigualdades porque esas tremendas desigualdades provocan convulsiones en las sociedades y también las provocan en la economía. Y esto, desde mi punto de vista, es un debate que trasciende a Asturias, es un problema que hay en Europa. Y también soy consciente de que tampoco es posible que la empresa sufra en la fiscalidad incrementos significativos porque es verdad que se está en una situación compleja.

En Europa se está debatiendo ahora sobre las perspectivas financieras y este mes de junio verá la luz el primer documento donde vamos a saber el horizonte que va a haber en el año del 2014 al 2020, cuáles son los márgenes de financiación de los estados y como van a quedar las regiones. Y estos son temas también fundamentales para nosotros y se están buscando nuevos elementos de fiscalidad. Sabéis que se está hablando de si a Comisión acepta o no introducir el tema de las tasas o tributos sobre las transacciones financieras, cuestión que está en debate y que en Europa no se descarta así como otros elementos que no son estrictamente finalidad directa.

Quiero decirles que ahora hay enormes retos, hay un país que todavía sufre los efectos de las elecciones y la incidencia del cambio de los gobiernos pero, desde mi punto de vista, creo que lo que debemos de mirar es hacia el futuro, saber que tenemos que ser muy prudentes en esas descalificaciones que entran en la vida política. La descalificación de la solvencia de las comunidades autónomas, que parece que se está empezando a producir en este relevo, creo que sería un tremendo error porque es como descalificar a España. Cuando en el debate político a un país, por los elementos contradictorios de la política nacional, se le descalifica las repercusiones son para todo el país y para todos los ciudadanos porque el país se devalúa y las agencias de rating lo descalifican y la inseguridad se paga. En las sociedades actuales la inseguridad se paga. Y no digamos ya en este relevo que espero que sea lo suficientemente prudente en toda España para que no se convierta, nuevamente, en otro elemento de descalificación de la solvencia de España. Porque algunas comunidades autónomas tienen dificultades pero otras, sinceramente lo creo, hemos hecho rigurosamente nuestro trabajo y estamos en condiciones de entregar una buena herencia para que la administre quien digan los ciudadanos.

Termino ya diciéndoles que, además de despedirme como Presidente, les agradezco profundamente el apoyo recibido. Creo que hemos tenido buen “feeling” con el mundo empresarial asturiano y con las organizaciones sindicales. En Asturias hay unas excelentes organizaciones que defienden los intereses de sus trabajadores y de sus empresas y que discrepan de los gobiernos y lo dicen con rotundidad o que, a veces, trabajan con los gobiernos constructivamente como en la mayor parte del trabajo que hemos hecho en Asturias que así lo ha significado. Tuvimos la capacidad de aprovechar lo bueno que tenemos y así nos lo han reconocido en numerosos países.

Aprovechemos lo bueno que tenemos. La concertación y el espíritu de convivencia y de integración de estos años es un gran capital para que continúe el futuro en esa dirección, cada cual defendiendo sus ideas. Y la vida democrática sigue adelante porque, además, esto de la política es un pedaleo continuo, un día te caes de la bicicleta y otro estás en el pelotón de cabeza. Con ese ánimo y esa capacidad estoy a vuestro servicio allí donde esté, sirviendo a Asturias y a España, al progreso y, sobre todo, siendo personas que seamos capaces de convivir y de buscar lo mejor para nuestra sociedad.

*Presidente del Principado de Asturias