Miren por donde uno empieza a atar cabos en ese lío sobre el futuro del Real Oviedo. Y ahora me explico la visita el pasado fin de semana del presidente del Granada Enrique Pina y sus dos principales asesores, con asistencia al partido en el nuevo Carlos Tartiere -palco presidencial incluido-. Y es que este caballero que ha manifestado estar dispuesto hasta poner medio millón de euros para hacerse con el club, una vez finalice la ampliación de capital, tiene un lío en Granada y de los gordos. El ayuntamiento ha roto sus relaciones con él y el Granada, equipo de primera división, va a tener que jugar los próximos partidos de casa en localidades limítrofes -Málaga,por ejemplo- lo que legalmente puede hacer pero que ni siquiera a medio plazo se puede mantener la estructura de esta franquicia futbolera que Pina tiene en Andalucía. De ahí que legalmente podría pasar el equipo al norte, a Oviedo, concretamente, de tal forma que el club local podría jugar directamente en primera división disponiendo, como el propio Pina pudo comprobar, de un magnífico campo de fútbol cuyo mantenimiento -unos 600.000 euros- han sido incluídos por el ayuntamiento en los presupuestos para el próximo año, y de una afición numerosa y fiel con 11.000 abonadas que, por supuesto, no tiene ni el propio Granada..
Así pues el retorno del Real Oviedo a la división de honor, mediante dicha argucia, sería instantáneo -los spontinguistas se nos mueren- y después de años la sufrida afición local podría de nuevo volver a contemplar al Barca o al Real Madrid en el Carlos Tartiere. Bien, hasta aquí es lo que yo califico de ficción de este empresario en el fútbol nacional que es Enrique Pina y sobre el que siempre me previene el mítico jugador azul Lalo que vive precisamente en Granada y es comentarista en Canal Sur. “No os fiéis de Pina, que os lleva la ruina” dijo en su momento en el verano al presidente azul Toni Fidalgo. Como aquí no estamos en los Estados Unidos y hay que tener mucho cuidado en jugar con los sentimientos de la gente, pienso que esta operación que les adelanto está estudiándose por el presidente del Granada no se llevará a cabo bajo ningún concepto. Por simple vergüenza torera ni la afición oviedista, ni el ayuntamiento, ni la ciudad en general podrían aceptar ascensos bajo el paraguas de otro club, la sociedad anónima Granada CF. Ni aunque no se cubra el capital necesario en la ampliación en curso. Un club histórico y de la solera del Real Oviedo no puede permitir esos tejemanejes pero ya se sabe que en esta sociedad tan desquiciada que nos toca vivir todo es posible en Granada. En Granada sí, pero en Oviedo, la muy noble, invicta y heroica ciudad, no. ¿Se entera, señor Pina?
