Lazos negro de protesta

Me cuenta un amigo que el otro día acudió a visitar a otro conocido a la residencia sanitaria de Cabueñes en Gijón y le pareció estar en Bosnia tal es la cantidad de pintadas, carteles y fotocopias de lazos negros que adornan sus paredes, cabreados como están los trabajadores del sector de la sanidad a quienes un Mariano Rajoy insaciable les está recortando cada día más la cartera en aras de la reducción, dice él, del déficit público. En la entrega de las medallas de Asturias en el auditorio Principe Felipe más de medio millar de trabajadores de dicho sector y de la enseñanza protestaban a la entrada. Como me dijo un comercianteHacía años que no veía a la policía tener que proteger a los políticos”. Paso por la calle de  Santa Susana y me fijo que las cristaleras de la segunda planta del edificio de la delegación del Gobierno están llenas con fotocopias del lazo negro de protesta. Me consta que Gabino de  Lorenzo es un gran demócrata por lo que estoy seguro que ni él ni su jefe de gabinete Alberto Mortera habrán puesto impedimento a sus subalternos para que ejerzan su protesta.

A todo esto el presidente del Principado Javier Fernández no se separa del teléfono esperando que Mariano Rajoy le convoque a La Moncloa. Me temo que como el registrador de la propiedad gallego nos considera una autonomía de segunda B, como el Real Oviedo, le saludará el próximo día dos de octubre cuando reciba colectivamente a todos los presidentes de las autonomías. Si es cierto que la Administración autonómica de Asturias inicia algún tímido recorte para aminorar la cuenta de gastos. Por ejemplo, el SESPA ha decidido no renovar a El Corte Inglés el sustancioso contrato de mantenimiento informático que desde hace años tiene con dicho organismo la empresa que preside Ramón Areces. Pero bueno, no nos engañemos, ni siquiera es el chocolate del loro y seguro que será sustituida por otra empresa con sede a cientos de kilómetros de Asturias.

Mañana se votarán en la AMSO las listas para delegados al congreso regional que volverá a sacar en andas a Javier Fernández como secretario general. Me tranquiliza ver que en ninguna de las tres que se han presentado figura el eurodiputado Antonio Masip pero su composición si me surgiere algo y es que veo como número dos de la lista oficialista que encabeza Alfredo Carreño al diputado Antonio Trevín. Sin duda es la lista que ganará pero saco a relucir lo de Trevín porque ya no me cabe duda de que dentro de tres años será el candidato socialista a la alcaldía de Oviedo. Un maestro de escuela rural que ha pasado por las tres administraciones y con garbo, por cierto. Fue alcalde de Llanes, presidente del Principado y delegado de Gobierno. Ahora, además, es diputado y los 60 años aún le quedan lejanos. Otra lista la encabeza el eterno crítico Ignacio Vázquez y la tercera, bajo el título de izquierda socialista, la encabeza María Luz Naredo con un reaparecido Wenceslao López de número dos.

Encima ese ministro de Economía que tenemos, Luis Guindos, que parece una peonza en los foros internacionales, se descuelga en el Congreso insinuando que las conquistas sociales de los españolitos de a pie pueden peligrar. Seguro que su sueldo no. Yo, por si acaso, me pongo en la solapa el lazo negro de protesta como los funcionarios de la delegación del Gobierno.



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