Echame alpiste y llámame gorrión

Debuto como pensionista que adquiere medicinas mediante el sistema de copago. La farmacéutica me da un tíquet a la espera de que el Principado de Asturias me devuelva lo que me corresponde según la ley de Mariano Rajoy. Lo he guardado como quien guarda su primer libramiento laboral. Antes de meter el tiquet en la cartera lo he plastificado. Mi intención es la de que mientras no se me devuelva el dinero que me corresponde cada vez que me encuentre con un político del Principado de Asturias o de la Administración central se lo meteré por las narices. ¡Como es posible que hayamos llegado a esta situación cuando las dietas y las prebendas continúan circulando entre nuestros políticos, los elegidos y los de a dedo!. No me refiero al copago, me refiero a nuestros dirigentes. Sin tanques no cañones, por el momento los alemanes han rendido a España manejando al gobierno central como si de una marioneta se tratase. A su vez éste intenta manejar a las autonomías. Lo logra, por supuesto, con Asturias y compañía, no con el País Vasco ni con Cataluña, por citar. Y lo curioso es que ni los de derechas ni los de izquierdas levantan la voz, atados por el falso matrimonio que en su día supuso entrar en la cofradía del euro.

Tocando como se acaba de hacer el bolsillo de los empleados públicos una cosa si se va a lograr: Que el encargado de la ventanilla le atienda a usted con cara avinagrada y relantice el expediente más de lo normal, lo que, por otra parte, a estas alturas no es novedad alguna. Para que voy a escribirles sobre el cabreo de policías, militares y otros servidores de la patria. Por cierto, ¿Han perdido los mineros la batalla?. Lo pongo en duda aunque me preocupa la desaparición en las últimas jornadas de José Angel Fernández Villa. Al final la gran explosión puede ocurrir el primer domingo de septiembre en Rodiezmo.

A todo esto las noticias negativas continúan cayendo sobre nuestra comunidad ante una sociedad entre indiferente y vencida. A ese monstruo de la economía que es el presidente de Cajastur, Liberbank y HC llamado Manuel Menéndez, le empiezan a crecer los enanos. Así, Ibercaja ha decidido paralizar su fusión con Liberbank y Caja 3 hasta que haya una nueva y profunda auditoria. Liberbank de momento ha tenido que crear un banco tóxico que canalice los activos malos de la absorbida, y nunca justificada, Caja de Castilla-La Mancha. ¿Quien le mandó  al más joven catedrático de de España en contabilidad de empresas meter a la Caja de Ahorros de Asturias en semejante maravallal?. Lo decía mi abuelo, que era una persona sabia, quien mucho aprieta poco abarca. Si estuviéramos en una sociedad normal Manuel Ménendez daría parte de su auto crédito de 900.000 euros a ese pobre ciudadano que lleva días a la puerta de Cajastur en protesta por su desahucio. Vaya usted estos días a una sucursal de Cajastur. Apenas hay personal. Claro que lo mismo podemos del del Banco Sabadell que opera con la marca Banco Herrero. Sucursales con solo un empleado más el director y éste en muchas ocasiones haciendo de improvisado administrativo. ¡Si don Policarpo levantara la cabeza!.

Por cierto, el otro día conocí a un miembro de la asamblea general de Cajastur. Ya se sabe, por pertenecer a un partido con representación parlamentaria y ser amigo del jefe, un puestín en la asamblea de la Caja que hay dieta. Se trata de Manuel Fano, el oficial mayor de la notaría de Lugones y una de las personas de más confianza de Francisco Alvarez-Cascos en el conejo de Siero. Fue diputado por Foro Asturias en la anterior legislatura y ahora se quedó a un puesto de volver a serlo. Digamos que esta temporada asesora al alcalde de Siero que es de Foro, Manuel Martínez Llosa. Todos ellos procedentes del Partido Popular se subieron al carro del ex vicepresidente del Principado en busca del arca perdida que a buen seguro está a los pies de la Santina en Covadonga. Coincidí con Martínez Llosa el otro día en Casa Carlos, en San Cucufate de Llanera, para degustar un buen bonito ahora que estamos en plena temporada, y para semejante cuchipanda utilizó el coche oficial -un Peugeot de medio pelo- aunque, eso sí, al irse se montó al lado del conductor en un gesto que interpreto como democrático en el primer edil del cuarto concejo en población de Asturias. Y a todo esto el ex alcalde Juan José Corrales, de quien me dijeron andaba por el palacio regional el día de la toma de posesión de Javier Fernández, sigue en el consejo de administración de Cajastur, eso que él mismo aprobó una norma por la que a Siero en el consejo de la Caja solo podía representarle el alcalde. Corrales no ha dimitido -¿Quien lo hace en este país?- y continúa trabajando además en una asesoría laboral en Madrid en la que tiene intereses Cajastur. Lo dicho, échame alpiste y llámame gorrión.

 



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