Arbeyos para una buena menestra

En este día más propio del verano -apenas faltan veinte para que la esperada estación entre oficialmente en nuestra tierra- me encuentro con los mineros protestando ante la delegación del Gobierno -¿Quien te lo iba a decir Gabino de Lorenzo?- para luego ir en manifestación por la calle de Uría -”Hijo, esto me recuerda al 34″ comentaba una viejecita situada junto a mí en la acera por el ruido de los petardos- hasta la sede social del Partido Popular en la calle de Manuel Pedregal. Eso sí, la manifestación iba cerrada, como vehículos escoba, por varias furgonetas de la Policía Nacional y motoristas de la local. Un alto mando de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado me cuenta que en las reuniones que tienen en la delegación del Gobierno con Gabino de Lorenzo éste se refiere constantemente a sus nietos -y es que le cae la baba- al referirse a ellos el bueno del ex alcalde. Agustín Iglesias Caunedo tuvo un susto en la “y” cuando iba hacia el aeropuerto, camino de Madrid, en un coche camuflado de la policía local al ser éste embestido por detrás. Trasladado rápidamente a Cabueñes en la residencia sanitaria de Gijón le colocaron un collarín como precaución hasta que tomó el siguiente vuelo en el aeropuerto de Santiago del Monte. Desconozco, eso sí, si fue su colega la doctora Moriyón la que le atendió personalmente en urgencias.

Mientras los mineros protestan -esto solo está empezando- el presidente de la patronal Severino García Vigón y los secretarios regionales de UGT, Justo Braga y de CCOO,  Antonio Pino, a quienes en ambientes más abertzales les llaman los “la,la,la” porque ahora van a  todos los sitios de la mano -para mi eso es bueno, la verdad-, volvieron a reunirse a primera hora de la tarde en el Consejo Económico y Social del Principado haciendo que a su presidente Nicolás Alvarez -que buen consejero sería para Javier Fernández; ademas es socialista de los de verdad- casi se le atraganten les fabes en Peñerudes, pero llegó a tiempo para escuchar en una nueva rueda de prensa -¿y van?…- a Vigón, Braga y Pino congratulándose, supongo yo, de que por fin Asturias tenga a partir del lunes un gobierno estable. Como me temía los de Izquierda Unida entran a la masera con dos consejerías -Bienestar y Agricultura- que supongo serán para Angel González y Aurelio Martín. Estaría bueno que esta noche, cuando haya recuento de votos, los militantes de base de IU rechacen el acuerdo de la dirección. Hombre, la democracia es la democracia pero en este caso no tanto. Ya saben, hay que obedecer al mando. Como cada cierto tiempo un afilador pasa por mi barrio le voy a dejar una nota para que haga un alto en el camino en la plaza de América para afilar la tijera que deberá usar, sí o sí, IU en el próximo gobierno asturiano. La del PSOE no hace falta porque me consta que Javier Fernández y su equipo ya la tienen preparada desde hace tiempo.

Más contento que unas castañuelas en plena feria de Sevilla estaba este mediodía el diputado de Foro Enrique Alvarez Sostres porque el Congreso le había aprobado una moción sobre uno de los temas, referido a los convenios colectivos, de la reforma laboral que el PP acaba de sacar adelante con sus votos y los de UPN. Siempre dije que este político prometía aunque ahora vaya en caballo perdedor. Le regalo una foto de él con Rosa Díez -parece que se estén besando- ante la Junta General del Principado. “Tienes que hacerme una copia para ella -me dice- porque no vendrá el sábado a la toma de posesión porque no quiere tapar con su presencia a Ignacio Prendes, según me dijo ayer“. Bueno, Sostres, me consta, se consolará el fin de semana de la pérdida del gobierno asturiano tomando una buena menestra con los arbeyos que todos los años por estas fechas adquiere en el mercado praviano. Hay que coger fuerzas para recomponer el partido de Francisco Alvarez-Cascos y ver que les depara el futuro. No descarten incluso que al final de toda esta rocambolesca historia política de Asturias pueda existir un nuevo adelanto electoral en los próximos dos años. No lo descarten



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