G-8: disolución - OTAN: reforma

Acabamos de ver imágenes de la reunión del G-8 en Norteamérica: allí estaban, sonrientes, los representantes de USA, Reino Unido, Rusia, Alemania, Japón, Italia, Canadá, Francia, Presidente de la UE y Presidente de la Comisión de la UE… 
Sinceramente, el rotundo fracaso del papel que se asignaron en el proceso de “globalización”, les debería llevar a su inmediata disolución y al fortalecimiento de un sistema multilateral democrático. 
¡Es intolerable, no me canso de repetirlo, que 8 países pretendan gobernar a 196! 
En la deriva actual de diversa índole (ética, política, económica) sería una excelente noticia la desaparición de los grupos plutocráticos y la diligente refundación de un Sistema de Naciones Unidas dotado de los medios personales, técnicos y financieros necesarios. 
Por otra parte, la OTAN se ha reunido casi simultáneamente en Chicago para “reforzar los lazos de la Alianza” y, sobre todo, decidir la mejor manera de abandonar adecuadamente la presencia de las tropas de la OTAN en Afganistán. 
Europa debe rápidamente adquirir total autonomía en materia de seguridad y, con los acuerdos que procedan, ser una de las primeras “fuerzas regionales” a la disposición de las Naciones Unidas. 
Es urgentísimo disminuir el presupuesto en armas y gastos militares de una Unión Europea que está recortando (¿por qué con plazos tan perentorios, para quién?) hasta aquellos capítulos imprescindibles para una vida digna, como la salud y la educación, que deberían estar siempre fuera de cualquier “ajuste” económico. 
G-8, disolución. 
OTAN, reforma inmediata
 Esta es la pancarta que me gustaría llevar hoy por todas las calles y senderos de Europa.



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