Por un México sin violencia

Mexicanas y mexicanos:

En las últimas semanas, hemos sido testigos de una serie de indignantes actos criminales. Me refiero al cobarde asesinato de decenas de personas en San Fernando, Tamaulipas, un hecho que ha enlutado a todo México.

Se trata de una masacre incalificable, que merece la más enérgica condena de todos los mexicanos y, por supuesto, la acción decidida del Estado.

No podemos permitir que los autores de estos crímenes queden impunes. Y, por eso, los estamos llevando ante la justicia. Afortunadamente, las Fuerzas Federales han capturado, y puesto a disposición de la justicia, a 74 de los presuntos responsables de estos actos.

El secuestro, la extorsión, el homicidio de personas inocentes nos lastima y nos entristece, nos indigna también. Como padre de familia, y como Presidente de todos los mexicanos, sentí un profundo pesar al conocer estos hechos, sobre todo, porque las víctimas eran buenos mexicanos; mujeres y hombres de Guanajuato, de Jalisco, de Zacatecas, de Michoacán, de muchos otros lugares, que sólo buscaban un mejor futuro para sus familias.

Y hechos igualmente reprobables hemos encontrado en Durango, en Guerrero, y en otros estados.

Otro caso que nos ha agraviado profundamente, es el artero asesinato de siete jóvenes ocurrido, recientemente, en Temixco, Morelos. Es un hecho que ha sacudido la conciencia de la sociedad.

En este caso, también hemos logrado la detención de varios de los responsables del delito. Y vamos a perseverar hasta localizarlos a todos y hacerlos pagar por sus actos.

Para evitar tragedias que, como éstas, sigan enlutando hogares y manchando de sangre a nuestra sociedad, estamos enfrentando con fuerza a la delincuencia. Y lo hacemos sin la menor duda de que, ante crímenes cobardes como estos, hay que seguir actuando con toda firmeza.

Sé bien que hay mexicanos que sienten desánimo e, incluso, temor por lo que está ocurriendo. Todos nos sentimos entristecidos y ofendidos por la agresión de los criminales.

Probablemente tú, como otros mexicanos, te preguntas si esto puede cambiar. Y la respuesta es: Sí. Sí puede cambiar. Las cosas pueden cambiar, y van a cambiar para bien. Pero, para hacerlo, hoy los mexicanos tenemos que sacudirnos inercias y enfrentar, con decisión, este problema.

Tenemos que hacerlo, porque es el único camino para vivir en libertad. Ningún gobierno debe hacerse de la vista gorda. Eso fue, precisamente, lo que nos llevó a la situación que hoy vivimos. No es opción retirarse de la lucha. Al contrario. Hay que redoblar el esfuerzo, porque si dejamos de luchar, ellos van a secuestrar, a extorsionar y matar por todo el país.

Porque dar marcha atrás significa empeorar las cosas. Si nos retiramos, vamos a dejar que gavillas de criminales anden impunemente en todas las calles de México, agrediendo a la gente, y sin que nadie los detenga.

Para vencer en esta lucha, necesitamos redoblar el esfuerzo y también necesitamos de ti, de todos los ciudadanos.

No se trata de pedirles a los ciudadanos que hagan lo que corresponde a la Policía o al Ministerio Público. Pero lo que sí es indispensable es tu comprensión y tu apoyo, el apoyo de toda la sociedad. Porque hay quienes, de buena o de mala fe, buscan detener la acción del Gobierno.

A nadie nos gusta la violencia. Y para acabar con ella tenemos que combatir sus causas y a quienes la provocan. Y por eso estamos enfrentando con toda determinación este problema.

 

Lo que tenemos que hacer es depurar y profesionalizar las policías, es poner en marcha un nuevo sistema de justicia penal, más transparente y más eficiente; es acabar con la cultura de la impunidad y sembrar una nueva cultura de la legalidad, donde todo mundo cumpla la ley y, quien la viole, pague por sus delitos.

Estos son cambios que requieren tiempo y un gran esfuerzo para poderlos cristalizar, porque valen la pena, porque son la única base sólida y duradera de un futuro de seguridad con justicia.

Y mientras estos cambios echan raíces, en el Gobierno Federal estamos actuando y lo seguiremos haciendo, para proteger a todos los mexicanos de los criminales. Y lo estamos haciendo con lo mejor que tenemos: con el Ejército mexicano, con nuestra Marina, con nuestra Policía Federal, porque es, precisamente la lealtad, la disciplina, el profesionalismo y la fuerza de nuestros soldados, marinos y policías federales, lo que nos permite enfrentar a las bandas criminales, derrotarlas y capturar a sus principales líderes.

 

Es urgente, sin embargo, que los gobiernos de los estados y los municipios fortalezcan rápidamente a sus policías y ministerios públicos. El día que tengamos 32 cuerpos policiacos confiables y bien capacitados, y 32 procuradurías honestas y capaces, una por cada estado de la República, ese día vamos a ganar la batalla contra la delincuencia.

Es inadmisible, por ejemplo, que en San Fernando, los propios policías municipales protegían y daban información a los criminales, en vez de proteger a la gente. Hoy también hemos detenido a esos policías. Pero eso no puede seguir pasando.

 

Al mismo tiempo, como sociedad tenemos que fortalecer nuestros mejores valores. Debemos evitar que nuestros niños y jóvenes crezcan pensando equivocadamente que es posible conseguir riqueza sin trabajo, o éxito sin esfuerzo. Tenemos que cambiar la cultura de la violencia por una cultura de legalidad, una cultura de respeto a la vida y de respeto a los demás; una cultura de justicia y de honradez.

Tú, como madre o padre de familia, puedes hacer mucho por México  acercándote a tus hijos. Habla con ellos de los temas que preocupan, habla del peligro de las drogas con ellos, de las pandillas, de las armas, de la violencia. Tú tienes mucho que aportar, porque en la familia es donde México es más fuerte.

 

Amigas y amigos:

Al igual que tú, yo también quiero un México sin violencia, quiero un México en paz. Pero esa meta no se va a alcanzar con salidas falsas. La solución está en ponerle un alto a los criminales, que son los enemigos de México.

La razón de la lucha por la seguridad eres tú. Estamos luchando por ti, por tu familia y por México.

Y, por eso, seguiremos adelante con todo vigor hasta alcanzar el México de libertad y paz, con justicia, que todos queremos.

 

*Presidente de los Estados Unidos de México



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