Un celo de osos atípico

Un celo de osos atípico

Vigilantes y técnicos de la Fundación Oso Pardo (FOP) vienen estudiando un celo de osos nada convencional, en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias (Asturias).

 

La época de celo entre los osos pardos se extiende desde mediados de abril hasta los primeros días de julio. Y esta es la primera vez que comprobamos un episodio de celo tan alejado de la estación reproductora.

En una primera revisión de la literatura científica solamente hemos encontrado unos pocos casos similares ocurridos en Canadá y Japón, lo que pone de manifiesto el carácter excepcional del episodio de celo visto estos días entre osos cantábricos.
 

 Aunque las causas de este comportamiento no están todavía claras y hay lagunas en el conocimiento de la reproducción de los osos pardos en libertad, estas observaciones parecen mostrar una elevada capacidad de adaptación de la especie. La producción de espermatozoides en los machos termina a finales de julio, cuando finaliza la época de celo; sin embargo, los machos pueden almacenar espermatozoides activos durante algunos meses más. Esta plasticidad, unida a que los embriones de oso no se implantan en el útero materno hasta noviembre, hacen posible que estos celos, excepcionales y tardíos, puedan ser efectivos y tengan como consecuencia nuevas camadas de oseznos en la siguiente primavera.
 
 

En el episodio de celo de estos días han participado tres machos y una hembra, aunque solamente uno de los osos ha copulado durante varios días con la osa. Los osos son animales promíscuos, es decir, que cada ejemplar intenta copular con el mayor número posible de individuos del sexo contrario. El vínculo de pareja dura unos pocos días. Los machos cortejan a las osas y cuando comprueban que están receptivas tienen lugar las cópulas que son vigorosas y ocurren varias veces al día. Una cópula completa incluye una o varias series de empujones pélvicos con eyaculación final.
 

El celo está siendo seguido desde el día 24 de agosto por técnicos y una Patrulla Oso de la FOP financiada por la Fundación Biodiversidad y la Obra Social Caja Madrid.

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