Los exquisitos hojaldres de torrelavega, en el altar de la Cofradía

Los exquisitos hojaldres de torrelavega, en el altar de la Cofradía

Por Armando Álvarez

Enviado especial AM

 

El pasado domingo día 21 del presente mes de Agosto, la Cofradía del Hojaldre celebró una nueva versión  de su Gran Capítulo, en la que se exalta la exquisitez de sus hojaldres de reconocida fama. Pese al día tormentoso con un calor asfixiante, se congregó una gran multitud en la Plaza Mayor para estar presentes en los actos del VIII Gran Capítulo.

     Recuerdo que hace dos años, la organización surtió a la concurrencia, con sombreros de paja, para protegerse de los rayos solares.En esta ocasión, el público no tuvo esa suerte y aguantó sin pestañear el caluroso día. No digamos nada lo que tuvimos que aguantar los miembros de las diferentes cofradías, que acudimos aTorrelavega, ataviados con los respectivos atributos y la mayoría de nosotros, luciendo coloridas y calurosas capas. Pero cuando las cosas se hacen con entusiasmo y alegría, uno se sobrepone ante cualquier circunstancia.   
   
Un año más, los que componíamos mi grupo, la primera visita que hicímos nada mas llegar a la villa cántabra, fue dirigirnos a al obrador de la Confitería Santos, de gran tradición en la elaboración de hojaldres y otras delicias y proveernos de las consabidas "polkas", para cumplir con nuestros regalos. Noté que cada año, son mas las cofradías que se saben el truco, por lo que, menos mal que madrugamos para adquirirlas, ya que los últimos, tuvieron que guardar una buena cola.
     Durante la concentración de cofradías para el desayuno consistente en diversidad de pinchos y canapés , se ofrecieron polkas a todo el mundo, que también estaban deliciosas, aunque en esta ocasión, estos dulces procedían de la Confitería Cuesta, también de gran reputación y asidua colaboradora con la cofradía.
    
Bien despachados, con el estómago entonado, procedimos a desfilar por las calles de la villa ( en esta ocasión se quiso comprobar nuestro aguante, con un trayecto más largo de lo habitual, pero ¡ lo superamos!),  para llegar a la Plaza Mayor que estaba abarrotada de público. En un pequeño entoldado ante un buen número de sillas bien alineadas que se fueron ocupando paulatinamente, transcurrieron como en años anteriores los actos del Gran Capítulo. 
        De la mesa Presidendencial, fue Javier López Marcano, como Gran Maestre, el primero en tomar la palabra para saludar a todos los presentes y dar paso a los actos capitulares.
        La señorita secretaria leyó el acta con los personajes que se habrían de entronizar y Luis Sanlines , amanuense de la cofradía, dio lectura a los currículos de los galardonados.
       
Recibieron los atributos los nuevos cofrades de número siguientes: Gabriel Argumosa, , Abel Fernández , Marcos Mantecón y José Mendaza Todos ellos con méritos suficientes para ser nombrados cofrades, tuvieron su turno con un breve parlamento, después de haber jurado su fidelidad a la cofradía.
        El nombramiento como Cofrade de Honor, recayó en esta ocasión en la persona del popular radiofonista berciano, Luis del Olmo, que recibió el galardón, para pronunciar seguidamente, elocuentes palabras de reconocimiento.
        Tuvo su turno parlamentario el señor alcalde, Idelfonso Calderón, agradeciendo la asistencia a todos y destacando las virtudes del producto que defiende la cobradía, de fórmula sencilla, pero que encierra algún secreto que viene transmitido  de generación en generación y de maestro a aprendiz y que es todo un orgullo para Torrelavega. Según sus palabras, habrá que alcanzar una marca de calidad con innovaciones y nuevas cosas para el futuro.
        
El Consejero de Industria y Turismo,señor Eduardo Arosti destacó también las bondades del dulce producto y tuvo las mayores alabanzas para Torrelavega y sus moradores.
        Sentado con los galardonados, estaba también en ex presidente Miguel Ángel Revilla que fue  muy aclamado por la concurrencia. Nos acompañaría en el Almuerzo de Confraternidad que tuvo lugar seguidamente en una carpa instalada por el Restaurante Cruz Blanca, en donde se degustó un magnífico menú. Nos deleitó con sus canciones el ya conocido mariachi mexicano de otros años . Miguel Ángel Revilla  volvió a interpretar rancheras a puro pulmón y Luis del Olmo, no lo hizo del todo mal. Demostró que tiene tablas suficientes para hablar en público y cantar si es preciso.
        Todo transcurrió en un ambiente alegre y simpático.
      Un año más, nos marchamos muy contentos con el  trato que nos han dispensado nuestros  amigos cántabros. Volveremos el año que viene, aunque haga calor.

 


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